El ministro de Seguridad bonaerense, Juan Pablo Cafiero, aceptó la renuncia de Marcelo Sain en la Subsecretaría de Seguridad de la provincia de Buenos Aires y designó en su reemplazo a Alejandro Almada, actual subsecretario Legal y Técnico de la cartera.
“Almada viene conmigo de varias gestiones”, señaló ayer Cafiero en relación al nombrado, al tiempo que destacó la labor del funcionario como subsecretario de Legal y Técnica, cargo que Almada ocupa desde el 8 de julio pasado, el mismo día que Saín asumió la Subsecretaría de Planificación y Logística de Seguridad.
En aquella ceremonia también asumieron en sus puestos el actual jefe de la Bonaerense, comi-sario mayor Alberto Sobrado, y su segundo, el subcoordinador general operativo Roberto Savasta.
Como informó el domingo Página/12, Sain había comunicado su renuncia al ministro a fines de la semana pasada, en desacuerdo con la política para el área, tras considerarla subordinada a las conveniencias de un año electoral. A principios de diciembre, el funcionario había presentado un plan de modernización policial que no tuvo respuesta. En él proponía la reducción de la burocracia en la Superintendencia de Coordinación General, el fortalecimiento de las estructuras de prevención e investigación del delito y la reforma del reglamento interno de la policía para desmilitarizar su formación.
“La lucha contra la delincuencia desarrollada por la policía ocupa una porción asombrosamente baja del tiempo y del esfuerzo de la propia institución”, ocupada en “situaciones ajenas o conexas a la cuestión criminal, tales como el cuidado y traslado de detenidos y el desarrollo de diversas labores administrativas no policiales”, describía el texto del Plan de Modernización. También subrayaba la existencia de “un circuito estable de autofinanciamiento policial basado en fuentes ilegales de dinero proveniente de dádivas o de actividades delictivas de diversa índole no permitidas, protegidas o llevadas a cabo por los propios agentes policiales”.
En los últimos días, el (ex) viceministro había respaldado públicamente la idea de permitir la sindicalización de la fuerza. El reclamo viene siendo planteado por el policía piquetero Ricardo Santillán, cabo primero de La Matanza conocido por su participación en los cortes de ruta.
Santillán, quien está vinculado a los piqueteros de la Federación de Tierra y Vivienda (CTA), ha reunido 600 firmas de policías al pie de un texto que anticipa que los agremiados se inhibirán de reprimir manifestaciones sociales, políticas o de derechos humanos.
Ayer el ministro Cafiero sostuvo que la renuncia del funcionario “no tiene nada que ver” con los proyectos de sindicalización de la bonaerense, sobre la que opinó: “Todavía no apareció nadie que quiera un sindicato en la Policía”. Al mismo tiempo, subrayó que el renunciante “tenía un concurso demorado en la Unidad de Investigación Financiera” organismo del Ministerio de Justicia de la Nación en el que se había “tomado una licencia”.
En agosto del año pasado, Sain generó fuerte malestar en el PJ de la provincia al señalar la permanencia de cajas ilegales que vinculan la política y la corrupción policial. “Nadie puede negar el financiamiento policial de la política a través del narcotráfico el juego y la prostitución”, sostuvo entonces. Sus palabras provocaron fuertes presiones internas en pedido de su desplazamiento.
En septiembre, firmó un documento junto a dirigentes de derechos humanos convalidando las denuncias sobre violencia estatal en la provincia. El texto describía “un escenario de gravedad institucional manifiesta en cuanto a violaciones a los derechos fundamentales de las personas, acentuado significativamente por la participación de personal policial y del Servicio Penitenciario”.
El alejamiento de Sain fue confirmado en un escueto comunicado de prensa del Ministerio de Seguridad, en el que se informó que el ex Subsecretario “retorna a su anterior puesto –obtenido por concurso– en la U.I.F.” y que el ministro “le agradeció por los servicios y aportes prestados durante esos seis meses de gestión”.