EL PAíS › EN LA LEGISLATURA LA OPOSICION OBLIGO AL MACRISMO A MANDAR A COMISION EL PEDIDO DE AUTOJUICIO POLITICO
El 12 de agosto se reuniría la Comisión de Asuntos Constitucionales para analizar el pedido de juicio político al jefe de Gobierno. La oposición firmó un documento conjunto en el que advierte sobre “el desprecio” institucional del jefe de Gobierno.
› Por Werner Pertot
La oposición porteña paró en seco la estrategia de Mauricio Macri de acelerar los tiempos. Los distintos bloques acordaron no habilitar sobre tablas el pedido de juicio político a sí mismo que el jefe de Gobierno lanzó como un intento de dejar atrás el procesamiento por espionaje ilegal. “Macri desprecia la seriedad de la grave crisis política producida por su accionar irresponsable”, señalaron los opositores en un comunicado conjunto, donde advirtieron que despliega una “soberbia sin límites”. Ante la inminente derrota, el macrismo envió el proyecto a la Comisión de Asuntos Constitucionales, donde será tratado en una o dos semanas. Al recinto llegaría como mínimo el 12 de agosto. Extrañamente, el PRO no aclaró si quiere enjuiciar a Macri por mal desempeño o por la comisión de un delito –las dos causas que prevé la Constitución porteña–, sino que planteó que se lo juzgue por “alguna de las causales previstas”.
Fue una sesión plena de cruces y chicanas, que fue monitoreada in situ por el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta. Antes de la llegada del funcionario, una alta fuente de la Legislatura comentó a Página/12 que el proyecto oficialista pedía enjuiciar a Macri por “mal desempeño”. Tras el paso de Larreta, que fue a supervisar el proyecto y la estrategia legislativa, el texto mutó a una forma más ambigua. En los fundamentos del texto, firmado por el vicepresidente primero, Oscar Moscariello, queda claro que el PRO busca reduplicar la investigación judicial: “Debe realizarse una investigación profunda de los hechos referidos en la causa penal, a los fines de poder encontrar la verdad de lo sucedido”. También pidieron que se inicie el juicio por la “supuesta crisis institucional denunciada por la oposición”. Con el énfasis en “supuesta”, lógico.
Cuando quedó claro que los bloques opositores en su conjunto iban a rechazar el tratamiento sobre tablas –que requiere dos tercios, cuarenta votos–, el macrismo optó por enviar el proyecto a la Comisión de Asuntos Constitucionales, que preside el macrista Martín Ocampo. Allí hay siete legisladores del PRO y ocho opositores, por lo cual el pedido de juicio podría salir como dictamen de minoría. En el recinto circuló el rumor de que la comisión no se iba a reunir porque Ocampo partía de viaje a Viena y Praga, pero el legislador avisó a este diario que lo tuvo que suspender.
Ante la iniciativa de Macri, el presidente del bloque de Proyecto Sur, Fabio Basteiro, se ocupó de leer el comunicado firmado por toda la oposición (salvo el MST). Señalaron que no se trata de replicar la causa judicial, sino de “establecer las responsabilidades políticas pertinentes”. “El jefe de Gobierno ha dado muestra de su soberbia sin límites pretendiendo elegir quiénes, cómo y cuándo evaluarán su conducta”, apuntaron diez bloques opositores, que representan 35 bancas. “No vamos a prejuzgar para garantizar su impunidad ni para condenar por apariencias. Recalcamos que ya existe el ámbito natural de la Justicia ordinaria”, advirtieron. Sin resolver todavía qué posición común tomarán, el texto cierra señalando que van a impulsar “las mejores propuestas”.
Cuando terminó de leer el comunicado, Basteiro cuestionó el “accionar demagógico, efectista y mediático” de Macri, le recriminó el “hablar sólo en los medios y no venir a la Legislatura” y reclamó que se tome licencia “para no paralizar el gobierno en función de su defensa”. “El jefe de Gobierno está procesado y no tenemos vicejefa porque decidió irse por conveniencia electoral”, recordó, a su turno, el jefe de la bancada de la Coalición Cívica, Fernando Sánchez, quien les cuestionó que hablen de una “supuesta” crisis. “¿Quién somete al jefe de Gobierno por una ‘supuesta’ crisis?”, se preguntó. “Han tomado el peor camino, jugar todo por todo para garantizar la candidatura en las próximas elecciones”, cuestionó.
El jefe del bloque ibarrista, Eduardo Epszteyn, sostuvo que había tenido una conversación “con un politólogo español”. “No era ni sueco ni alemán”, aclaró, por las dudas de que Mario Wainfeld le cobre copyright. “¿Cómo le explico que un jefe de Gobierno dice que es inocente y se pide el juicio político? ¿Que una vicejefa renuncia, pero está primera para hablar en su lugar cuando él está de viaje y que al que es jefe de Gobierno lo sientan en segunda fila?”, sostuvo, en alusión a Moscariello. “¿Cómo es posible que legisladores de la sala juzgadora se saquen fotos con el acusado y digan por todos los medios que es inocente? Tampoco entendía que sea su padre el que lo hunde”, completó Epszteyn.
El contraataque macrista no se hizo esperar. “Le van a dar el Pulitzer por su charla con el politólogo”, sostuvo Alvaro González. “Siento que hay muchísima hipocresía en los discursos de la oposición”, advirtió. Helio Rebot siguió con los cruces “para no agotar esta interesante sesión de chicanas”. “Más que crisis política está apareciendo una crisis nerviosa de la oposición”, sostuvo. Rebot aportó el voto decisivo para destituir a Aníbal Ibarra y es el legislador de la sala juzgadora al que hacía mención Epszteyn. “Al que habla a mis espaldas, mi culo lo contempla”, completó. Ante los gestos de reprobación de la oposición, aclaró que la palabra “culo” se encuentra en el diccionario de la Real Academia Española.
“No vamos a ser instrumento del avasallamiento de la Justicia como quiere el jefe de Gobierno”, insistió el jefe del bloque kirchnerista Juan Cabandié. “Es llamativo que se diga que no hay una crisis institucional. La verdad es que estamos en el comienzo de una enorme crisis, en donde va a haber una parálisis legislativa y ejecutiva para cosas que no tengan que ver con este tema”, consideró el jefe del bloque peronista Diego Kravetz, que advirtió que Macri “no busca someterse a la búsqueda de la verdad, se quiere garantizar la impunidad”. “Por conseguir la tapa de un diario, esto le va a costar el cargo”, vaticinó Kravetz.
“Nos gustaría saber de qué acusan a Macri sus legisladores”, inquirieron tanto Gonzalo Ruanova como Gabriela Cerruti, ambos del bloque sabbatellista. “Macri está jugando a la ruleta rusa con las instituciones”, planteó Cerruti. Mientras tanto, tranquilo, en silencio, Daniel Amoroso cruzaba el recinto para sentarse a conversar con Cabandié. Sobre el final, el legislador de Igualdad Social, Martín Hourest, se preguntó: “¿Cómo Moscariello va a firmar un proyecto de juicio político para quien debe suceder? ¿Hay un intento de golpe de Estado? ¿O estamos frente a una parodia?” Hourest advirtió que la oposición porteña puede todavía avanzar con una comisión investigadora y luego pedir el juicio político. Moscariello le hizo un gesto para que redondee. “No me haga así con el dedo que me hace acordar al helicóptero de De la Rúa –le contestó Hourest–. Y, así, ustedes se van a ir igual.” Varios macristas se apuraron a aclarar que en Bolívar 1 “no hay helipuerto”.
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