Mauricio Macri no viene teniendo mucha suerte con sus aliados. Francisco de Narváez aclaró que no les ordenó a sus legisladores porteños que voten en contra del juicio político que se autoimpulsa el jefe de Gobierno, pero también indicó que es una decisión tomada por ellos y que la respetará. “Me parece apropiado”, sostuvo el líder de Unión Celeste y Blanca, en una declaración que buscó evitar la ruptura del bloque de Unión-PRO en el Congreso bonaerense, con la que amenazan los macristas. A la vez, con su frase, les dio libertad de acción a sus diputados porteños para que voten en contra de Macri. “Está rompiendo todo. Se va a pudrir todo”, vaticinó ante Página/12 un ministro de la gestión PRO, que conoce bien la relación de Macri con su ex aliado.

“Esto quiero aclararlo porque yo no dije a los legisladores que votaran en contra. Ocurre que ellos ya se habían pronunciado de esa forma el día anterior, por eso consideraron pertinente al día siguiente no dar marcha atrás, y me parece apropiado”, sostuvo De Narváez en un programa de televisión. Sucede que el jefe de su bloque en la Legislatura, Daniel Amoroso, adelantó el lunes pasado que votaría en contra de la iniciativa PRO. En un reportaje con este diario, Amoroso no escatimó críticas hacia el jefe de Gobierno y sostuvo que “es el responsable político” por la designación del ex titular de la Metropolitana Jorge “Fino” Palacios.

Macri le respondió con un ninguneo: aseguró que De Narváez lo apoyaba y que todo debía ser un “malentendido”. Pero el titular del bloque de Unión Federal no parece moverse de la posición que tomó. En ese bloque, recuerdan que ya votaron contra el juicio político en la sesión especial que convocó la oposición, donde también se pronunció en contra el macrismo. “Los que tienen que explicar por qué cambiaron son ellos. Y, ya que mean agua bendita y son la nueva política, también podrían dejar de extorsionarnos por los medios”, se le escuchó a uno de los dirigentes porteños de De Narváez, quien advierte que con toda probabilidad van a votar en contra del autojuicio. También apuntan que, aún votando a favor, Macri no reúne los votos suficientes.

En el espacio del Colorado también tienen muy presente que la gestión PRO desplazó a los funcionarios que respondían a Amoroso y que no los consultan para tomar decisiones. “Cuando les conviene somos aliados, cuando no les conviene, no”, resumen. Sin el voto de Amoroso y de Mónica Lubertino –la otra legisladora que abandonó el PRO– las chances de la bancada macrista de hacer realidad los deseos de Macri de autoenjuiciarse para obtener una absolución rápida son ya casi nulas.

Para meter presión, varios referentes del PRO, como Jorge Macri, salieron a decir que si la decisión de Amoroso se mantenía, iba a implotar el bloque de Unión-PRO en el Congreso provincial. Es uno de los pocos lugares donde la alianza se mantiene. En aras de bajar la tensión, pero sin desautorizar a sus legisladores, De Narváez hizo su aclaración. Lo secundó el propio Amoroso: “Estamos evaluando si hay nuevos elementos para replantearnos si hay que votar a favor del juicio político de aquí al 12 de agosto. Hasta ahora, no los encontramos”, sentenció ante este diario.

Contemporizador,De Narváez sostuvo que considera que Macri es su amigo. “Mauricio me llamó el martes para informarme que pediría su juicio político y yo le dije que estaba de acuerdo. Macri es mi amigo y yo confío en mi amigo”, dijo. El líder de Unión Celeste y Blanca aseguró que aún no se reunió con sus legisladores para analizar el tema. “Lo vamos a debatir bien la semana que viene”, planteó. Sobre la maltrecha alianza que tuvo con Macri y Felipe Solá, De Narváez no descartó un feliz reencuentro en 2011. “No andamos de la mano todos los días. Con Felipe y Mauricio las cosas están donde yo siento que deben estar. Yo aspiro a trabajar en la provincia de Buenos Aires y nada indica que no podamos volver a trabajar en un frente político, incluso con Duhalde”, indicó.

Un ministro que conoce bien a Macri no auguró nada bueno después de las declaraciones de De Narváez. “Se va a pudrir todo”, estimó. De todas formas, algunos macristas creen que no todo está perdido. Apuestan a convencer a De Narváez de que revierta los votos de sus legisladores en esa charla que tendrán la semana próxima. La esperanza, dicen, es lo último que se pierde.