Margarita Stolbizer es una de las principales dirigentes del Acuerdo Cívico y Social (ACyS) –la alianza que su partido, el GEN, comparte con la UCR, la CC y el PS– y una de las pocas que no rehúyen el debate público dentro de esa estructura a la hora de fijar posturas. Aunque sostiene que no quiere seguir “por los medios” la disputa política con Elisa Carrió, Stolbizer ratificó que Lilita “hace tiempo que dedica demasiado esfuerzo para criticar o intentar debilitar a sus posibles aliados”, admite que la Coalición Cívica podría abandonar el ACyS pero afirma que eso no le restaría chances al frente electoral para 2011. Prefiere no hablar de candidaturas, pero insiste en que el gobernador socialista Hermes Binner debe asumir el “liderazgo de los sectores progresistas” que alguna vez ostentó Carrió.

–¿Por qué la oposición no ha podido sacar las leyes que proponía durante la campaña electoral?

–La oposición no es un colectivo uniforme que piense igual en todos los temas. Es bien diversa y sin embargo ha podido avanzar en una serie de cuestiones. Los ejemplos son el rechazo a los DNU para el uso de reservas para el pago de deuda externa, su norma regulatoria, la reforma del Consejo de la Magistratura, la ley de protección de glaciares.

–Pero ninguna es ley.

–La dificultad es que el Senado sigue siendo una Cámara con fuerte presencia oficialista. No ha habido tanto tiempo para que la producción legislativa pudiera ser mucho mayor.

–Las diferencias dentro del Grupo A se han profundizado. y hubo encuentros para tratar la agenda parlamentaria a los que no fueron invitados. ¿Tiene todavía vigencia el Grupo A?

–Tiene vigencia pero tiene un funcionamiento complejo. Los bloques con mayor capacidad de acuerdo son la UCR, el PJ federal, el PRO y la Coalición. Nosotros, junto al socialismo y Proyecto Sur, no participamos de muchas reuniones de aquéllos y sólo nos sentimos comprometidos a acompañar aquellas cuestiones en las que estamos de acuerdo y somos consultados. La supervivencia del Grupo A es necesaria.

–¿Podrán sortear esas diferencias cuando compitan electoralmente entre ustedes?

–Las diferencias que tengan que ver con armados electorales serán naturales y esperables. No creo que eso afecte la mayoría necesaria para el funcionamiento de Diputados, ni el tratamiento de los temas que entre los distintos bloques opositores hemos definido como de interés común.

–Las diferencias dentro del propio ACyS han hecho crujir a la alianza electoral. ¿Cree que puede mantener su conformación como hasta ahora?

–El ACyS fue un armado político electoral para las elecciones del año pasado. Ahora hay que rehacerlo, redefinir sus objetivos, ampliarlo y establecer un programa de gobierno que les dé sustento a las partes que integremos lo que, a nuestro juicio, debería ser una verdadera alternativa propuesta por un frente amplio y progresista. Ese frente puede estar integrado por muchos de los que estuvimos en el Acuerdo, ojalá por otros que no estuvieron, y puede haber casos de otros que se autoexcluyan.

–Elisa Carrió ha sido muy dura con sus propios aliados. Criticó ácidamente a Ricardo Alfonsín y Hermes Binner por participar en actos con la Presidenta y ministros, y a usted por defenderlos. ¿Cómo lo vivió?

–Ya estoy acostumbrada. Hace tiempo que dedica demasiado esfuerzo para criticar o intentar debilitar a sus posibles aliados y eso habla mal de ella misma. Ni Alfonsín ni Binner merecen esas descalificaciones o dudas sobre su conducta política o personal. Y tampoco se resuelven estas situaciones con declaraciones de amor o invitaciones a cenar. Sigo pensando que la democracia sin diálogo es una parodia y que eso obliga tanto al Gobierno en el reconocimiento y la convocatoria a los opositores, como a nosotros a participar de esos llamados. Los frentes políticos no se pueden sostener sino desde el fortalecimiento común de todas sus partes integrantes.

–Carrió subió la apuesta y hasta ninguneó a algunos de ustedes diciendo que prefería no discutir con partidos provinciales. ¿Por qué nadie le respondió?

–La cuestión ya no merece más debate, menos en esos términos y por los medios. Los ninguneos de Carrió hacia quienes la hemos apoyado, incluso, como en nuestro caso, a costa de dejar el partido al que pertenecíamos, y haber aportado a un proyecto común porque creíamos en eso (la Coalición), no hablan bien de ella. Nuestro partido “provincial” –como dice Carrió– (y aunque tenemos personería y desarrollo en varias otras provincias) viene referenciando a varios millones de personas y eso, junto a nuestros muchos representantes y nuestro trabajo, es lo que nos legitima para participar del armado de un proyecto nacional que no puede prescindir de nuestro rol en la provincia de Buenos Aires, como tampoco del Partido Socialista en Santa Fe.

–Pero Carrió incluso dejó abierta la puerta a la posibilidad que la Coalición Cívica emigre del frente electoral. ¿Puede haber ACyS sin Carrió?

–Puede haber.

–¿Sin Carrió en el ACyS se le aleja la posibilidad de ser alternativa de gobierno en 2011?

–De ninguna manera. No creo que sólo ella sea la fortaleza del frente que estamos en condiciones y en voluntad de conformar y que debe ser más amplio que el ACyS. Tendremos mayores posibilidades si podemos expresar a la ciudadanía independiente, la que es dueña de sus votos y que hoy no está ni siquiera dentro de los partidos tradicionales, todos los que quieren que exista un verdadero cambio, que quieren salir de la crispación y el autoritarismo kirchnerista, hacia una propuesta más serena, racional sobre su futuro.

–Usted le pidió a Binner que asumiera el liderazgo del espacio progresista. ¿Debe ocupar el lugar que alguna vez ocupó Lilita?

–Binner hoy es el referente del espacio auténtica y éticamente progresista, del centroizquierda, con mayor capacidad de gestión probada y, por eso, muchos esperamos de él, no el anuncio de una candidatura, sino la convocatoria a coparticipar de ese espacio donde se reconozca el valor de lo colectivo, de los medianos plazos, de la lucha por la igualdad como un destino necesario y posible. No se trata de un liderazgo ético solamente, que Carrió ha sabido expresar muy bien, hoy también se necesita un liderazgo aglutinador en la discusión de un proyecto de país, productivo, inclusivo, con acceso a la educación y al trabajo, a la salud y a la vivienda. Es bastante más lo que le pedimos.