Elisa Carrió volvió a tensar su relación con el resto del arco opositor. Rodeada de casi todo su bloque de diputados, asesores y aliados fieles, Lilita ratificó que la Coalición Cívica insistirá “hasta el final” con su propio proyecto para rebajar el diez por ciento de las retenciones a la soja “sin segmentación” y eliminar las alícuotas para el resto de granos y oleaginosas, carnes y productos regionales. De esta manera, Carrió le cerró la puerta al principio de acuerdo alcanzado por el resto del Grupo A que quiere mantener y segmentar las actuales retenciones a la exportación sojera como una forma de conciliar las posturas encontradas dentro de la Mesa de Enlace de las patronales ruralistas. En tanto, su economista de cabecera, Alfonso Prat Gay, admitió que el “costo fiscal” será de 9000 millones de pesos anuales, que pasarán del Estado nacional a los productores agropecuarios que, a su vez, “derramarán” los beneficios sobres las economías regionales. La UCR, por un lado, y el centroizquierda –Proyecto Sur, GEN y socialistas– también buscan consensuar sus respectivas propuestas.

Con el respaldo de su fuerza política, Carrió se erigió como la más firme defensora “del campo”, incluso por encima de la “superestructura” de que representan sus propias entidades y afirmó que ese sector agropecuario “es la bandera de la Argentina”. Repasó su consigna de 2007 de “dejar en paz al campo”, el acompañamiento en la disputa de la 125 “sin distinguir a pequeños, medianos y grandes productores” y sostuvo su propuesta porque estaba incluida en la plataforma electoral del Acuerdo Cívico y Social.

“Somos esclavos de nuestras palabras y ahí nosotros propusimos la eliminación de las retenciones al trigo, el maíz, el sorgo, el girasol, la carne y las economías regionales y la baja de diez puntos en la soja. Sin retenciones”, sentenció Lilita sobre el programa electoral que compartió con la UCR, el GEN y el PS. Y justificó la decisión de “no segmentar” las retenciones en que los productores “no saben hacer trámites”, que soportaron el “ninguneo” y la “humillación” cuando tuvieron que ir “a una repartición pública para que les reintegren el dinero que le prometieron y nunca cumplieron”.

Prat Gay tuvo un lugar destacado en la poblada mesa que enfrentó a los periodistas. “No hay que caer en el canto de sirena de la segmentación, porque la compensación no llega al productor final”, dijo el economista antes de afirmar que luego se buscará “por cuerdas separadas” otras mejoras para los productores, como subsidios por transporte. Sólo mencionó el “costo fiscal” de la medida cuando lo consultaron sobre el tema. “Son 9000 millones de pesos (anuales) que irán en beneficio de los productores”, sostuvo Prat Gay y adhirió a la teoría económica del derrame que esta medida significaría para las economías regionales.

Una postura que también apoyaron dos ex GEN: el ex diputado Francisco “Pancho” Ferro, del que Carrió dijo que “es la persona que más sabe de campo”, y Juan Carlos Morán, a quien Lilita presentó como “nuestro candidato a gobernador en la provincia de Buenos Aires”. “La eliminación de las retenciones favorecerá la diversificación de los cultivos porque hará más rentables otras producciones y que la gente vuelva a producir”, sostuvo Ferro. Morán aseguró que “la medida ayudará a hacer crecer el interior” y se sumó a la afirmación que “los pequeños productores siempre invierten en su región y que nunca sacan el dinero del país”.

Ante la desfinanciación que la medida significaría para el Estado nacional, Carrió asumió la representación de los sectores más humildes y su supuesto apoyo a los ruralistas: “Los pobres no quieren ideología, quieren ser clase media y no les interesa que le hablen de (Karl) Marx, las mujeres quieren ser lindas y los hombres ver fútbol”, aseguró. Luego cedió la palabra a casi todos sus legisladores y aliados, como al salteño y ex dirigente renovador Ricardo Gómez Diez. El dirigente social matancero Héctor “Toti” Flores se sumó y, en línea con Carrió, abundó con un curioso ejemplo sobre el papel del campo en el desarrollo del país: “Ahora hay tractores con aire acondicionado, donde los pobres están mejor que en su casa, están mejor trabajando”.

Sobre el final, Carrió prefirió no dinamitar todos los puentes con el Grupo A y asumió una postura conciliadora. “Nosotros vamos a ir con nuestra propuesta de retenciones sin segmentación hasta el final. Si otro proyecto es mayoritario tampoco queremos romper a la oposición”, afirmó y dejó abierta la posibilidad de acordar en el recinto, donde la CC tendría los planteos más duros pero acompañaría a la mayoría con disidencias.

Sin dejar de preocuparse por la postura de Carrió, otras fuerzas políticas están más preocupadas por cerrar sus propias diferencias internas. La UCR tendrá hoy un encuentro partidario donde sus agrodiputados tratarán de arribar a un acuerdo. El presidente de la Comisión de Agricultura en Diputados y ex CRA Ricardo Buryaile buscará conciliar un proyecto único con los federados Ulises Forte y Pedro Orsolini, que insisten en la segmentación como “defensa” de los pequeños y medianos agricultores. El principio de acuerdo pasaría por mantener las retenciones a la soja en el 35 por ciento y segmentarlas en un solo escalón, pero irán por la eliminación de las alícuotas del resto de los cultivos.

En tanto, Proyecto Sur, GEN y el PS intentarán también hoy elaborar una sola iniciativa que contemple el mantenimiento de las alícuotas, con algunas rebajas, en todos los cultivos y segmentarlas de acuerdo con niveles de producción. Todavía el arco opositor no tiene un proyecto que unifique la diversidad de las posturas ideológicas.