La definición de la senadora Roxana Latorre (PJ-Santa Fe) de no acompañar la iniciativa para llevar la jubilación mínima al 82 por ciento móvil terminó de complicar los planes del arco opositor en el Senado, que pensaba retomar la actividad parlamentaria con un duro golpe al corazón del kirchnerismo. El escenario de paridad entre oficialismo y oposición en la Cámara alta obligó ayer al Grupo A a rever su embestida y calcular si avanza con esa medida a riesgo de fracasar o si en cambio le da prioridad en la Cámara baja, donde tendría más chances de aprobarla. “Si no nos da para tener el quórum ni el número, que el tema entonces empiece por Diputados”, afirmó el jefe de la bancada radical, Gerardo Morales. La decisión final sobre los temas a tratar en la sesión de mañana la tomarán los caciques del Grupo A de ambas Cámaras en la cumbre que protagonizarán hoy pasado el mediodía.

“Si aplicamos el conjunto de leyes en torno del 82 por ciento móvil se produciría un serio desfinanciamiento en el Estado”, señaló Latorre en declaraciones a un canal de televisión rosarino. La senadora por Santa Fe integra el reducido grupo de legisladores que no se alinean automáticamente con el oficialismo ni con la oposición y que resultan decisivos para la aprobación o el rechazo de los proyectos en el recinto. En el mismo sector también se encuentran la rionegrina María José Bongiorno, la chubutense Graciela Di Perna y los peronistas pampeanos Carlos Verna y María Higounet, que en principio estarían a favor.

En este contexto, Latorre aclaró que si bien está en “una oposición crítica” con respecto al gobierno nacional, considera que el país está “bien orientado”. “Cuando hablamos del arco opositor hay que diferenciar muy bien. (Rubén) Giustiniani fue siempre opositor, al igual que (Adolfo) Rodríguez Saá y (la diputada Elisa) Carrió, no así el caso de (Carlos) Reutemann y el mío”, explicó.

Después de la deserción de Adriana Bortolozzi, el bloque oficialista quedó con 31 miembros, tres aliados y Carlos Menem, que actúa tácitamente en sintonía con el FpV. Sumada la definición de Latorre, el no al 82 por ciento móvil alcanzaría 36 voluntades. La oposición, si ninguno de los cuatro senadores restantes del grupo de Verna votara en contra, tendría cuanto mucho 36 votos y para aprobarlo necesitaría el desempate del vicepresidente Julio Cobos.

“Latorre se está convirtiendo en una especie de hada madrina ad hoc”, explicaban fuentes del kirchnerismo que descartaron de plano la posibilidad de que la votación termine empatada. En el mismo sentido apuntan las declaraciones de Morales, quien recordó la preferencia votada en la última sesión para que el proyecto de aumento jubilatorio sea tratado en la sesión siguiente al receso. El senador jujeño reconoció que “está complicado el quórum” y que no van a hacer nada que implique “la posibilidad de que el proyecto sea rechazado en el Senado”.

Aunque el 82 por ciento móvil requiere mayoría simple para ser aprobado, el conglomerado opositor necesita 37 senadores sentados en sus bancas para poder votar la iniciativa. “El oficialismo nunca va a facilitar la derrota de su propio gobierno”, aseguran fuentes del bloque K, aunque aclaran que la estrategia se definirá luego de la reunión de Labor Parlamentaria, prevista para hoy a las 17. En esa reunión todos los presidentes de bloque acordarán el temario de la sesión de mañana.

Si finalmente la cumbre opositora que se realizará en el Senado a las 13.30 resuelve que el tema de las jubilaciones arranque por Diputados, los opositores tendrán que ponerse a trabajar para unificar las dos posiciones que dividen al Grupo A. Por un lado, Proyecto SUR, el Partido Socialista y el GEN presentaron un proyecto propio, que incluye la restitución del pago de aportes patronales como parte de la financiación del 82 por ciento móvil. Por el otro, el PRO, la UCR, la Coalición Cívica y el Peronsimo Federal plantean que no se incluya la forma de obtener los recursos para ese aumento, que en todo caso deberá analizarse cuando se discuta nuevamente el presupuesto nacional. Si a la hora de firmar dictamen mañana no hay acuerdo, los opositores aseguran que resolverán sus diferencias directamente en el recinto.