Mañana comenzará una sucesión de indagatorias ante el juez federal Norberto Oyarbide en la causa en la que se investiga el patrimonio del ex secretario de Transporte Ricardo Jaime. Las citaciones son por posibles dádivas y cohecho, ya que durante la investigación se comprobó que el alquiler de dos departamentos utilizados por Jaime como vivienda mientras era funcionario los pagaba TEBA, concesionaria de la terminal de ómnibus de Retiro, una empresa que estaba bajo su órbita y a la que durante su gestión le extendió la contratación hasta 2015.

Jaime y su esposa, Silvia Reyss, serán los últimos en declarar. Ella está citada el 19 de agosto y él, el 23. La ronda será inaugurada mañana por Gabriel Akerman, un directivo de TEBA que figuraba como garante del alquiler de uno de los departamentos. Por cumplir un papel similar, el martes 10 será el turno de Edgardo Preiti. El 11 será indagado otro hombre de TEBA, Alfredo Pielach, a nombre de quien figuraba uno de los alquileres. Las facturas de servicios públicos, telefonía celular, televisión por cable e Internet llegaban a nombre de Jaime y de su mujer, según recordó el fiscal Carlos Rívolo cuando pidió las indagatorias. El dueño de la firma concesionaria de la terminal de micros, Néstor Otero, está convocado como sospechoso para el 12.

Los departamentos en cuestión, uno en Cerrito 1518 y otro en Libertador 654, son propiedad de la empresa Frans Bell, de Leonardo y Fernando Redondo, ex futbolista. A partir de documentación que aportaron se pudo reconstruir cómo y quiénes pagaban los alquileres. Algunos pagos fueron en efectivo y otros en cheques del Banco de Galicia, pertenecientes a Cleanter, empresa domiciliada en la terminal de ómnibus de Retiro y encargada de la limpieza de los baños.

Un empleado de Frans Bell que solía retirar los pagos declaró que el dinero lo buscaba en la terminal de Retiro, puntualmente en la tesorería de TEBA, cuyas oficinas fueron allanadas, igual que las de Cleanter, integrada por Víctor Manuel González y Leopoldo Bonilla, que serán indagados por Oyarbide el 17 y el 18, respectivamente.

En la investigación surgió otro punto de contacto entre TEBA, Jaime y su entorno: Pielach y otros de sus ejecutivos integran la sociedad anónima Lago Azul, que compró el hotel Saint Tropez en Villa Carlos Paz, que maneja Julieta Jaime, una de las hijas del ex funcionario. El domicilio que dio Lago Azul en su carta de fundación es Omaguacas 91, donde vive la propia Julieta. Por esa vivienda se habrían pagado 440 mil pesos en 2008. Oyarbide y el fiscal Rívolo sospechan que TEBA le habría devuelto algún favor a Jaime, durante cuya gestión se le prolongó una concesión que expiraba en 2006.

La pesquisa sobre los alquileres es una ramificación del expediente central sobre el presunto enriquecimiento ilícito de Jaime. Entre su presunto patrimonio oculto se investigan un avión, un yate, propiedades en Córdoba, Santa Cruz, Brasil y Capital. Carga con un embargo de 40 millones de pesos. Además, ya fue procesado, en otra causa, en la que se lo investiga por recibir dádivas de empresas a las que debía fiscalizar.