Jue 05.08.2010

EL PAíS  › DECLARó MONDINO EN LA CAUSA QUE INVESTIGA EL COMERCIO ENTRE ARGENTINA Y VENEZUELA

Las contradicciones del ex defensor

Eduardo Mondino, ex defensor del Pueblo, sostuvo que no detectó irregularidades en la actuación de funcionarios ni de Palmat. Luego, a partir de “comentarios informales”, dijo que la labor de la trader era innecesaria y puso en duda el destino de la comisión que se le pagó.

› Por Raúl Kollmann

El ex defensor del Pueblo Eduardo Mondino declaró en forma contradictoria ante el juez Julián Ercolini y el fiscal Gerardo Pollicita, en la causa que investiga si hubo ilícitos en el comercio entre Argentina y Venezuela. Al principio, sostuvo que no vio ninguna irregularidad en la actuación de ningún funcionario argentino y que tampoco percibió anomalías en lo hecho por la trader Palmat. Esto incluso fue lo que consignó en la investigación oficial que hizo la Defensoría y en la que concluyó que no había motivos para hacer ninguna denuncia. Sin embargo, ayer, sobre el final de la declaración, que se extendió por cuatro horas, afirmó que la labor de Palmat era innecesaria, poniendo de hecho en duda el destino del 15 por ciento que se le pagó. De todas maneras, Mondino no aportó ninguna prueba y sostuvo que “tenía comentarios informales” que lo llevaron a esa conclusión.

A lo largo de las tres primeras horas, Mondino se dedicó a ratificar las conclusiones del informe de la Defensoría en el sentido de que no se habían detectado irregularidades en el ventajoso convenio con Venezuela: Argentina le compraba combustibles a la nación caribeña y el dinero era usado por Caracas para comprar productos manufacturados argentinos. Una de las vertientes más importantes de ese intercambio fue la mayor exportación de la historia de maquinaria agrícola argentina.

En 2007 se abrió el expediente 3162, a raíz de la denuncia presentada por un particular que dio nombre y domicilios falsos. Lo que pedía el individuo era que se investigara el comercio de maquinaria con Venezuela y el papel de un banco, el Banco Guyana, que supuestamente actuaba como intermediario.

Ayer, Mondino ratificó lo que declararon las dos instructoras del expediente, las doctoras María Laura Grosso y Julieta Ghioldi: no se encontraron irregularidades y, por lo tanto, no se hizo ninguna denuncia penal sobre el intercambio con Venezuela. Esa conclusión fue refrendada por Mondino, quien certificó que firmó junto a las instructoras en la última página del dictamen, al lado de la palabra “conforme”.

Preguntado por Diego Pirota, el abogado del ex titular del Occovi Claudio Uberti, Mondino dijo concretamente “que durante todo el tiempo que duró la investigación, en la Defensoría no encontró ningún elemento que pueda vincular a la misma con algún funcionario argentino. Y que tampoco después de abandonado el cargo recabó algún elemento probatorio que vinculara a algún funcionario con el caso”.

Más aún, al rato, ante una pregunta de Mariano Fragueiro Frías, abogado de Palmat, aseguró “que tampoco detectó ninguna irregularidad con respecto a la intervención de Palmat”. En ese momento intervino el fiscal Pollicita reiterando la pregunta, lo que provocó una controversia de más de una hora, ya que los defensores objetaron la reiteración. No bien se retomó la audiencia, Mondino transitó un camino muy distinto.

- Afirmó que la Cámara Argentina de Fabricantes de Maquinaria Agrícola (Cafma) fue la que gestionó la operación y que por eso cobró el uno por ciento.

- Que por “comentarios informales” se enteró de que la maquinaria era retirada en Venezuela por el gobierno de ese país.

- Que la capacitación del personal en Venezuela la hacía el INTA.

- Que las empresas tenían representante en el país caribeño.

- Y que esos elementos lo llevaban a pensar que el papel de la intermediaria, Palmat, era innecesario. Lo que en forma tácita implicaría que con el 15 por ciento abonado a Palmat se les pagaban coimas a funcionarios venezolanos o argentinos.

Sobre toda esta argumentación, Mondino no pudo aportar ninguna evidencia. Le preguntaron cómo sabía que las empresas tenían representante en Venezuela y contestó que porque lo vio por Internet. Sin embargo, no pudo precisar desde cuándo tenían representante, un dato crucial.

Las empresas fabricantes de maquinaria dicen, justamente, que no contaban con representante en Venezuela en el momento de la operación y por eso necesitaron de una trader. Palmat –según aseguran desde Cafma– no sólo hacía todos los trámites aduaneros en Venezuela, retiraba la maquinaria, la movía al lugar que correspondía, le entregaba los productos al gobierno de Venezuela y, lo que resultó más arduo, hizo toda la gestión del cobro. Con la evolución de las operaciones, una parte de los fabricantes advirtió la necesidad de poner una filial en Venezuela, esencialmente para pelearles el mercado a las empresas brasileñas. Pero ello ocurrió después de las transacciones de 2006 y 2007. El propio ex embajador Eduardo Sadous envió en 2005 un cable diciendo que era poco optimista sobre las posibilidades de concretar operaciones porque era imprescindible tener un representante en Caracas.

La oscilante declaración de ayer de Mondino terminó con una admisión del funcionario. Dijo que no tenía experiencia en materia de comercio exterior.

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