EL PAíS
› ¿QUE QUISO DECIR EL MINISTRO DE CIENCIA DE BRASIL?
Argentina, atenta a la bomba
El Ministerio de Ciencia dijo que “Brasil debe dominar la tecnología de la bomba atómica”. Aquí, las claves del episodio.
› Por Martín Granovsky
El presidente Eduardo Duhalde ya sabe cuál es la primera pregunta que le hará el martes a su colega Lula, en la visita oficial que tiene programada: ¿Brasil quiere la bomba atómica? Brasil no la quería, pero unas confusas declaraciones del ministro de Ciencia y Tecnología Roberto Amaral sobre la bomba cayeron como una idem en un mundo sensible a las aventuras bélicas.
“Lo estuvimos hablando durante una reunión de gabinete”, dijo Duhalde. Y completó: “No habrá declaraciones del gobierno argentino ni de ninguno de sus funcionarios. Es un tema que habrá que ver qué dijo y cómo lo dijo, y si será ratificado o rectificado por las autoridades del gobierno brasileño. Sobre ese tema, un compás de espera”.
En realidad, el compás de espera no hace falta. En la página web del Ministerio de Ciencia y Tecnología está qué dijo y cómo lo dijo Amaral, e incluso qué dijo y cómo lo dijo cuando aclaró qué había dicho y cómo lo había dicho.
El primer qué y cómo surgió de una entrevista con Amaral de la BBC Brasil.
Conviene citar textualmente una de las preguntas luego de que Amaral dijera que la energía atómica sería “estratégica” para Brasil. Dijo el periodista: “La palabra ‘estratégico’ ya fue asociada a la idea de que Brasil precisa dominar la tecnología necesaria para eventualmente producir hasta la bomba nuclear, (la idea) de que la tecnología debe llegar a ese punto incluso cuando no haya intención de producir la bomba en el horizonte inmediato. ¿Usted comparte esa idea?”.
Respuesta de Amaral: “La comparto, la comparto. Estamos contra la proliferación nuclear, somos signatarios del tratado de no proliferación, pero no podemos renunciar al conocimiento científico. Vamos a renunciar a la producción de artefactos militares, pero no podemos renunciar a ningún conocimiento científico”.
Insiste el periodista: “¿Eso incluye el conocimiento para la fabricación de la bomba atómica?”.
Respuesta de Amaral: “Incluye todo el conocimiento. El conocimiento del genoma, el conocimiento del ADN, el conocimiento de la fisión nuclear. Todos los conocimientos. Queremos conocer todo lo que sea posible”.
Hasta aquí no hay desmentida posible, porque la entrevista no figura en el site de la BBC sino en el del propio ministerio. La dirección es www.mct.gov.br/ministro/entrevis tas/default.htm. El título, puesto por el propio ministerio, es “Brasil debe dominar tecnología de la bomba atómica, dice el ministro”. O sea que la intención (o la decisión, o la torpeza) viene del equipo de Amaral, que habló de tecnología y no de saber. Ayer el ministro habló desde su cama de hospital, donde fue internado por una afección pulmonar, y explicó cómo dijo lo que dijo. “Estamos en contra de una bomba atómica, sea brasileña, argentina, boliviana, estadounidense o israelí”, afirmó. “Estamos en contra de la opción nuclear; somos un país que defiende la paz, pero queremos que el Brasil domine todos los campos posibles de la ciencia.”
El ministerio acompañó las declaraciones de Amaral con una nota, que también puso en el site, recordando que el artículo 21 de la Constitución brasileña prohíbe la utilización de la energía nuclear “con fines que no sean exclusivamente pacíficos”. También indicó que “firmó con la Argentina, en agosto de 1991, el Acuerdo para Uso Exclusivamente Pacífico de la Energía Nuclear, que creó la Agencia Brasileño-argentina de Contabilidad y Control de Materias Nucleares, Abacc”. La nota dice que de inmediato Brasil y la Argentina firmaron un acuerdo con la Agencia Internacional de Energía Atómica para aplicar controles mutuos e internacionales. El descargo también informa que en 1998 Brasil se adhirió al Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares. En cuanto al desarrollo que falta alcanzar, se trataría del enriquecimiento de uranio. Brasil cuenta con esa tecnología desde 1987 pero, según el ministerio, “nuestras condiciones de país en desarrollo y bajo crisis económicas no permitieron aportar los recursos para llevar nuestra tecnología al estadio final de su optimización”.
Amaral fue el jefe de campaña de Anthony Garotinho, el competidor de Lula que apoyó al candidato petista en la segunda vuelta. Por ese apoyo hoy Amaral es hoy ministro de Lula. No es científico de formación, pero tiene suficiente experiencia política para saber cómo cae una declaración. Y para suponer que cualquier persona inquieta se da cuenta de que el conocimiento atómico es dual (es decir, puede ser usado para la paz o para la guerra), pero la posibilidad de implementarlo para la guerra depende de la decisión política y el dinero. Es el proceso que va de una central nuclear (con un 5 por ciento de uranio de mayor pureza) a un submarino (35 o 40 por ciento) y llega a la bomba: 95 por ciento.
La AIEA dijo que éste “no es un momento apropiado en el mundo para este tipo de declaraciones”. La diputada petista Iara Bernardi se quejó: “Parece que el ministro no leyó nuestra plataforma”, donde efectivamente el tema no figura. “Brasil no está interesado en utilizar esa tecnología para la fabricación de armas o bombas nucleares”, aseguró el canciller Celso Amorim. El martes, en Brasilia, Duhalde podrá preguntar por los porcentajes.