Luego de la cena que cuatro candidatos del Peronismo Federal compartieron el martes a la noche en la casa de Francisco de Narváez de la que fue excluido, Eduardo Duhalde salió a avisar ayer que sólo dejará de ser precandidato presidencial “si me ganan una interna el 14 de agosto del año próximo”, fecha en la que fueron fijadas las primarias obligatorias. Ajenos al desafío, De Narváez y uno de los comensales del martes, el gobernador de Chubut, Mario Das Neves, compartieron una salida por el Conurbano bonaerense, justo en Lomas de Zamora, el pago chico de Duhalde.

En plan de apuntarles a sus potenciales adversarios dentro del espacio, Duhalde criticó a Macri, defendió a Reutemann y aseguró que no piensa bajarse de su candidatura, aunque sus compañeros de ruta le hagan rancho aparte. “Yo voy a ser candidato porque he decidido serlo –sostuvo en declaraciones radiales–. Unicamente si me ganan una interna el 14 de agosto del año próximo dejaré de ser candidato”, agregó. El ex mandatario detalló que la coalición peronista opositora comenzará a armarse recién a fin de año, cuando “se decidirá cuáles son los partidos que van a integrar la confederación o el frente que conformemos”.

Al ser consultado sobre si el procesado jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, puede llegar a integrar ese espacio, Duhalde fue tajante: “No. El tiene su partido, no tiene ni nunca tuvo nada que ver con el peronismo”, sostuvo. Por otro lado, el ex mandatario consideró que “no hay que faltarle el respeto” al senador santafesino Carlos Reutemann por su postura ambigua frente a una potencial postulación presidencial. “Cada vez que se sienta con nosotros, nos aclara que por favor no se hable de su candidatura, que no quiere ser candidato”, insistió. “Ojalá el día de mañana diga: ‘Yo quiero participar en la interna del Peronismo Federal’. Pero es un tema que tiene que definir él. No va a ser candidato, no insistamos”, pidió Duhalde, quien reconoció que Reutemann “tiene una personalidad muy especial”.

Por último, el ex presidente opinó sobre la actual situación política al sostener que el kirchnerismo “es una sociedad que no está en su mejor momento”. “Hay una sensación de fragilidad en todo. No se respetan las leyes, cada uno hace lo que quiere –sostuvo–. Es el clima que se ha generado desde el Gobierno, esta mala idea de pelearse permanentemente.”

Los asesores del ex presidente aseguran que el alejamiento del resto de los precandidatos del bloque es sólo temporal. Conforme se acerquen las elecciones, sostuvieron, “se verá quién esté mejor” en las encuestas, y detrás de él se encolumnará todo el peronismo disidente.

Entre esos referentes están De Narváez y Das Neves, quienes volvieron a mostrarse ayer juntos después de la cena del martes, de la que también participaron Alberto Rodríguez Saá y Felipe Solá. Duhalde, comentaron en su entorno, se enteró del asunto por los diarios.

Los dirigentes recorrieron bajo la lluvia algunos barrios de Lomas y aprovecharon la ocasión para tirarse flores mutuamente. El chubutense respaldó una eventual postulación a la gobernación de De Narváez, al señalar que el diputado “tiene una contundente vocación y conocimiento del terreno para solucionar los problemas”. De Narváez, volcado a la carrera para gobernar la provincia, destacó las políticas de salud pública llevadas adelante por Das Neves en Chubut y evaluó que “muchas de sus iniciativas servirían para aplicar en el conurbano bonaerense”.

En Lomas de Zamora los acompañaron algunos dirigentes que supieron militar en el duhaldismo, como el presidente de la Legislatura provincial, Osvaldo Mércuri, quien despidió a De Narváez en Ingeniero Budge profetizando que “será el próximo gobernador de la provincia de Buenos Aires”. Uno de sus hijos, el concejal Gabriel Mércuri, figura bien posicionado para convertirse en el candidato a intendente de Lomas por la línea de De Narváez.