Elisa Carrió dijo que aún no es tiempo de ocuparse de su candidatura a presidente.
Imagen: Leandro Teysseire.

Fue con un montón de papelitos celestes y blancos, una pantalla gigante, música electrónica a todo volumen y en el teatro donde hace casi una década nacía el ARI. Así, estética y políticamente lejos de la UCR y del socialismo –los socios que supo tener en 2007 y 2009–, la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, presentó a sus candidatos a gobernadores e intendentes en la ciudad y la provincia de Buenos Aires, Córdoba, Río Negro y Santa Fe. Sin sacarse su vestido de candidata presidencial, Carrió se negó a lanzarse todavía y repartió duras críticas al radicalismo, el socialismo y el GEN, en una clara muestra de lejanía. Pero por sobre todas las cosas, derrochó cuestionamientos al Gobierno: “No compartimos el setentismo mentiroso, perverso e inhumano que ostenta el kirchnerismo”, lanzó.

Con el Acuerdo Cívico y Social bajo tierra, Carrió arrancó su discurso desligándose de toda responsabilidad por la ruptura con sus socios. “Es injusto y cruel que digan que esta fuerza y mi persona se encargan de destruir. Nosotros no rompemos, nosotros queremos el futuro. No queremos ofrecerle la mentira tras las que se esconde el viejo contubernio, el viejo pacto y la vieja entrega”, aseguró la diputada. Fue un dardo dirigido contra los radicales, a quienes les achaca las prácticas espurias de la vieja política.

Lilita apuntó especialmente contra Stolbizer, a quien criticó sin nombrarla pero con alusiones evidentes: “Hemos hecho muchas alianzas y nunca las rompimos nosotros, nos traicionaron al otro día de ocupar sus bancas”. Los socialistas tampoco se salvaron. Carrió disparó contra la “ambigüedad” de los moderados, en alusión al gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, y descalificó las rondas de encuentros programáticos encabezadas por Rubén Giustiniani con otras fuerzas políticas. “No vamos a la mentira de la discusión de grupos técnicos para que otros dirijan el poder”, sostuvo.

En medio de su discurso, la chaqueña aprovechó para enviarles un mensaje a algunos de sus dirigentes, ansiosos por arrancar ya con la campaña electoral. “No es tiempo –aseguró– para que yo me ocupe de una candidatura presidencial.” Rodeada por banderas y globos con la consigna “Carrió 2011”, la diputada aseguró que su destino está hoy en el Parlamento, donde la CC continuará trabajando con otros partidos de la oposición para derrotar al kirchnerismo, más allá de las diferencias.

En cambio, Lilita recorrerá junto a sus colaboradores para instalar a la “nueva generación” de candidatos “sub 45” que la Coalición Cívica presentará en 2011. La lista la encabezan Adrián Pérez en la ciudad de Buenos Aires; Juan Carlos Morán, en la provincia; Omar Ruiz, en Córdoba; Magdalena Odarda, en Río Negro, y Carlos Comi, en Santa Fe. Además, los candidatos a intendentes Javier Mor Roig, en La Plata; Laura Sesma, en Córdoba, y Pablo Javkin en Rosario.

Mezclados entre el público estaban la intelectual Beatriz Sarlo, dirigentes peronistas como Gerardo Conte Grand y buena parte de los legisladores porteños de la CC, como Sergio Abrevaya o Fernando Sánchez. En un primer piso montado sobre el escenario se ubicaban y aplaudían todos los legisladores nacionales de la agrupación, empezando por Elsa Quiroz, Horacio Piemonte, Elisa Carca, hasta llegar a Alfonso Prat Gay, Toti Flores, Patricia Bullrich, María Eugenia Estenssoro y el ex periodista Fernando Iglesias, entre otros.

“Podríamos pedirle a la Presidenta que no le haga al pueblo lo que no quiere que le hagan a ella. Que no nos mienta, no nos robe, que no tergiverse la historia y que nos libere de la opresión de la vulgaridad”, insistió Lilita. La chaqueña cuestionó la política de derechos humanos del Gobierno, vinculó a Osvaldo Papaleo con José López Rega y le achacó al titular de la bancada oficialista en el Senado, Miguel Pichetto, “pedir la pena de muerte” desde su banca de diputado durante el menemismo. “Ahora son setentistas de izquierda que quieren hacer la revolución del Che”, ironizó.

Otro de los pasajes más importantes de la noche fue para Adrián Pérez, quizás el único candidato con alguna chance de competir realmente por uno de los cargos en pugna. “Todos sabíamos que el PRO iba a hacer una gestión conservadora. Pero al conservadurismo y la improvisación le han sumado también el abandono”, fustigó el diputado, quien recordó la renuncia de Gabriela Michetti a la vicejefatura del Gobierno de la Ciudad y las peleas de Macri con Néstor Kirchner, sus viajes y su nuevo casamiento “convertido en una política de Estado”.

Antes que Pérez, el nuevo embajador de las denuncias anticorrupción de la CC, Juan Carlos Morán, retomó las críticas a los ex socios radicales y socialistas. Señaló que “el pacto no es de gobernabilidad, como dicen otras fuerzas, el pacto es contra la corrupción y el narcotráfico”. Al igual que Néstor Kirchner ayer, le pidió al gobernador Daniel Scioli que explique “quién le ata las manos” para luchar contra la inseguridad.