La comisión especial de la Legislatura porteña aprobó ayer la lista de los primeros 17 testigos que citará para que declaren, en el marco de la investigación que intenta dilucidar la responsabilidad política de Mauricio Macri en la red de espionaje montada dentro del Gobierno de la Ciudad. Entre los que serán convocados, a partir del lunes, está Sergio Burstein, una de las víctimas de las escuchas telefónicas, que fue invitado junto a sus familiares. Los legisladores también lograron acordar el seguimiento de todas las líneas investigativas sobre el caso propuestas por los distintos bloques, además de aprobar el pedido de pruebas documentales a órganos de gobierno municipal y nacional. En tanto, la oposición apuntó a convocar a las personas vinculadas con la incorporación del espía Ciro James al Ministerio de Educación, mientras que el macrismo logró imponer que se cite al personal policial y judicial que tomó la denuncia sobre la pinchadura del teléfono de Burstein.

La sesión comenzó a las 15, una hora más tarde de lo previsto, en el salón Montevideo de la Legislatura. Salvo los cinco miembros del PRO, los demás diputados empezaron por votar la ratificación de las autoridades del cuerpo y sobre lo actuado hasta el momento, pese a las quejas de los macristas, que cuestionaron desde un principio las designaciones, en especial la secretaría a cargo de Gabriela Cerruti. La polémica se encendió cuando el diputado macrista Martín Ocampo anunció su renuncia a la vicepresidencia de la comisión y propuso que los cargos se volvieran a votar uno por uno. No fue el único momento en el que discutieron. Los diputados del PRO se pusieron a objetar todas las propuestas que formuló la oposición y la manera en que su presidente, Martín Hourest, organizó las discusiones durante la sesión, lo que le valió varios cruces con los macristas Fernando de Andreis y Martín Borrelli, quien llegó con el encuentro ya empezado.

Uno de los pocos temas que resolvieron por unanimidad fue el de abordar “líneas plurales de investigación” sobre la causa. La discusión sobre el modo en que se comunicaría a los organismos de aquí y del exterior la necesidad de contar con la documentación necesaria casi logra sacar de quicio a Hourest, que con su rostro colorado trató de volver a encauzar la sesión en medio de las acusaciones cruzadas entre varios diputados. Al respecto, se fijó un lapso de tres días hábiles para la entrega de datos en lo que respecta a la administración de la ciudad, seis para la órbita nacional y un tiempo indefinido en lo que respecta a los pedidos que se efectúen a delegaciones extranjeras. Tras un breve cuarto intermedio, en el que el jefe del bloque PRO, Cristian Ritondo, agotó su tercera botella de gaseosa y varios legisladores pidieron una tercera ronda de café, comenzaron las deliberaciones por los testigos a citar.

Aunque dejaron en claro que no pondrán limitaciones a los más de 170 testigos que los bloques propusieron por escrito, en principio votaron que el lunes 21 a las 11 llamarán a declarar al fiscal general porteño, Germán Garavano; a Agustín Gamboa, secretario general de Política Criminal y Planificación Estratégica del Ministerio Público Fiscal; a los rectores de la Universidad de Tres de Febrero, Aníbal Jozami, y de La Matanza, Daniel Martínez, más cuatro autoridades de esa casa de estudios. La línea por la que se inclinó la oposición se apoya en que la Universidad de La Matanza recomendó a James para su ingreso a la cartera educativa, de acuerdo con los dichos del ex ministro porteño Mariano Narodowski. Jozami, en tanto, fue convocado dado que se supone que existieron sugerencias similares de parte de la Universidad de Tres de Febrero.

Para el otro día fueron citados el secretario del juzgado federal de Norberto Oyarbide, Gustavo Russo; el jefe policial Marcelo Chiribello, de la Comisaría 11ª, junto a dos efectivos de esa dependencia que le tomaron la denuncia a los familiares de Burstein por las escuchas telefónicas. “¿Quieren que venga Burstein en mi día investigativo?”, lanzó Ritondo al rechazar de plano la sugerencia opositora de que se convoque al integrante de Familiares y Víctimas del atentado a la AMIA, el mismo día en que el PRO propuso llamar a su hija Glenda y a su actual esposa, Dora Viotti. Cuando los demás diputados expusieron que estaban interesados en lo que dijera Burstein y que las rondas de testimonios no eran exclusivas de un bloque, Ritondo bajó la guardia y terminó aceptando que sea convocado.

Informe: Gabriel Morini.