El bloque PRO avanzó en una nueva escalada para torcer el rumbo de la comisión investigadora especial (CIE) de las escuchas ilegales. Como adelantó Página/12 el 5 de septiembre, los macristas intentaron vincular a Aníbal Ibarra con Ciro James. Lo hicieron a través de una concesión que el gobierno porteño le dio al espía en 2002 para un locutorio en el Parque de la Ciudad. Indicaron que allí “están las antenas de la SIDE y la Policía Federal”. También afirmaron que en 2005 se habilitó a una empresa de seguridad vinculada a James. Con estos datos, sugirieron que James era un “viejo conocido de la casa” en la gestión de Ibarra. El ex jefe de Gobierno recordó que la concesión precaria del locutorio fue revocada tres meses después y advirtió que no conoce a James. Por las dudas, el PRO aclaró que no hará ninguna denuncia judicial. Ibarra aseguró que la presentará él.

La información sobre la concesión a James en 2002 –que, como informó este diario, los macristas tenían hace dos semanas– aterrizó en medio de la sesión de la CIE, destinada a investigar las responsabilidades políticas de Mauricio Macri y sus funcionarios. Cristian Ritondo y Martín Borrelli ingresaron presurosos como si se acabaran de enterar del hecho. “El PRO presentará nuevos testigos”, anunció Borrelli. “Es una comisión investigadora y aparecen cosas”, se excusó Ritondo del golpe de efecto y anunció una conferencia de prensa para la tarde, mientras los opositores porteños lo miraban entre atónitos y fastidiados.

“En 2002, al señor Ciro James se le concesionó el locutorio del Parque de la Ciudad. Oh, casualidad, allí funcionan las antenas de la SIDE y de la Federal. Jorge Giberti, que firma esta autorización, empezó los pliegos de mobiliario urbano: Avila, Burstein, aparato, Ibarra”, enumeró Ritondo sobre uno de los escuchados en la causa, el empresario Carlos Avila. “¿Quién lo quería escuchar? ¿Nosotros o los que empezaron el expediente del mobiliario?”, acusó el jefe del bloque PRO, en referencia a una licitación que está siendo investigada por la Justicia y en la que podría ser citado Macri. Uno de los empresarios involucrados vincula este caso con las escuchas.

Ritondo pidió que se cite a los que firman la concesión del locutorio. El presidente de la CIE, Martín Hourest, les aclaró que lo discutirán el próximo viernes. “Los del PRO son profesionales de la distracción”, se sumó el kirchnerista Juan Cabandié.

–Encuentro difícil que un director del parque haya hecho esto sin consultar al jefe de Gobierno –sostuvo Martín Borrelli.

–¿Eso quiere decir que Macri es conocido de todos los dueños de locutorios que se habilitaron desde 2008? –quiso saber Página/12.

–No, de todos los que se habilitaron, no –respondió Fernando de Andreis, luego de que Borrelli escapase de la pregunta–. Pero un locutorio habilitado donde están las antenas de la SIDE tenía que tener el conocimiento del jefe de Gobierno.

–¿Y cómo saben que allí están las antenas de la SIDE?

–Figura en la administración del Parque. La SIDE tiene permiso desde 1978 –contestó Ritondo, quien aseguró en la comisión que “en el gobierno de Ibarra todos sabían quién era James”, aunque luego en la conferencia de prensa pasó a decir que “alguien” sabía. Ante la prensa, aclaró que no piensa hacer la denuncia judicial. Ibarra les retrucó que la hará él.

Sector Carnaval

En una conferencia de prensa a la que asistió la mayoría del bloque PRO y el vicepresidente primero Oscar Moscariello, los macristas entregaron documentos que acreditan que a James le dieron la concesión de un locutorio en el lote 301 del “Sector Carnaval” del Parque de la Ciudad el 6 de septiembre de 2002. La nota la firman el director general de Espacio Público, Jorge Giberti, y el coordinador general Santiago Edis. Giberti fue luego subsecretario de Turismo de Jorge Telerman y hoy es kirchnerista. El convenio lo firma el titular del parque, Luis Genovesi, de la UCR. Los macristas recordaron que el superior de ellos era Eduardo Epszteyn.

Otra nota, del 7 de enero de 2003, firmada por Giberti, le revocó el “permiso precario” ya que “no consiguió las líneas telefónicas para habilitar el locutorio”. Además, dispuso que “todas las construcciones e instalaciones efectuadas por el Sr. James quedan como propiedad del organismo” para finalizar su construcción.

El legislador Martín Ocampo se ocupó de señalar que le permitieron iniciar la construcción del locutorio pese a que no contaba con la habilitación del gobierno nacional para revender telecomunicaciones, y aseguró que la licencia “era sólo para que pudiera ingresar a hacer actividades de inteligencia”. “El gobierno de Ibarra no podía desconocer que James era un agente de inteligencia”, sostuvo Borrelli, quien aseguró (sin presentar documentos) que una empresa de seguridad vinculada con James, Lyon SRL, fue habilitada por el gobierno porteño en 2005. “Ese fue el año en el que efectuamos la denuncia de pinchaduras telefónicas a los que llevábamos el juicio político contra Ibarra”, afirmó. La causa recayó en el juzgado de Ariel Lijo, donde nunca se pudieron probar esas escuchas.

También sostuvieron que Ibarra advirtió que James estaba en el Ministerio de Educación, aunque esto se supo cuando el juez Norberto Oyarbide allanó el domicilio del espía y encontró el contrato. “James no era un desconocido para el gobierno de Ibarra. Esta debe ser la principal línea de investigación de la CIE”, blanqueó Borrelli su estrategia de desviar la atención de las líneas que apuntan a Macri y sus funcionarios.

Ibarra, en tanto, hizo su propia conferencia de prensa en la que advirtió que “Macri no sólo trabaja poco, sino que se dedica a hacer operaciones políticas de cuarta con su socio Miguel Angel Toma”, en referencia al ex titular de la SIDE y dirigente del peronismo federal. “El PRO, con instrucciones de Macri, presentó una denuncia de un locutorio al que se le dio un permiso precario y luego de tres meses el gobierno lo echó”, indicó. “Ahí hay una antena repetidora. El que dice que con eso se hace escuchas o es un bruto o es un mentiroso”, contestó. También dijo que a la empresa vinculada con James simplemente se la incluyó en un registro.

Sobre el contrato en Educación, Ibarra contó que llamó a Mariano Narodowski para preguntarle si era cierto que tenía a James de empleado. Por pedido del ministro, envió a su asesor Jorge Rappaport y éste habló con Roxana Barroso. En tanto, Epszteyn indicó que “Ritondo y Toma trabajaron en la SIDE de Menem y ésta es una clásica operación menemista. La actitud del PRO ha sido embarrar la cancha y vaciar la comisión investigadora para que no avance”.