EL PAíS › EL PRESIDENTE NORTEAMERICANO, BARACK OBAMA, ELOGIO A LAS MADRES DE PLAZA DE MAYO EN LA ASAMBLEA GENERAL DE LA ONU
Habló de “las madres de los desaparecidos que denunciaron la guerra sucia” junto a “los sudafricanos que se levantaron contra el apartheid hasta los polacos de Solidaridad”. “Fue un golpe al corazón”, dijo la presidenta Cristina Kirchner.
› Por Fernando Cibeira
Desde Nueva York
En el esperado discurso que funciona como apertura de la Asamblea General de las Naciones Unidas y que es seguido por millones de personas en todo el mundo, el presidente norteamericano, Barack Obama, elogió a las Madres de Plaza de Mayo como un ejemplo en la defensa de los derechos humanos. Exactamente, Obama habló de “las madres de los desaparecidos que denunciaron la guerra sucia” junto a “los sudafricanos que se levantaron contra el apartheid hasta los polacos de Solidaridad” y “los estadounidenses que marcharon por los derechos de todas las razas, incluyendo la mía”. Según Obama, todas expresiones de cómo se ha ido transformando la sociedad civil en favor de los valores democráticos. La presidenta Cristina Kirchner le agradeció la mención durante el almuerzo que compartieron poco después en la mesa del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. “Nosotros recién bajábamos del avión, fue un golpe al corazón”, explicó la Presidenta cómo había recibido la frase de Obama. También les envió una felicitación a las Madres vía Twitter.
En la comitiva argentina coincidían en que la referencia había sido sorpresiva. Que se tenga memoria, ni antes ni después de ser presidente Obama había hablado sobre el tema. La lucha de las Madres de Plaza de Mayo es muy conocida en todo el mundo, también en Estados Unidos, por lo que, que haya aparecido como ejemplo en esa enumeración, tampoco puede extrañar. Pero en la comitiva recalcaban que el actual encargado de Derechos Humanos del Departamento de Estado, Michael Posner, es un viejo conocedor de la realidad argentina. Incluso, integró la primera delegación de abogados norteamericanos que visitó el país durante la dictadura militar. Luego fue defensor del actual canciller Héctor Timerman, de quien sigue siendo amigo. Calculaban que Posner podría haber tenido incidencia en la enumeración que apuntó a mostrar un ejemplo emblemático de los casos que más afectaron los derechos humanos en las últimas décadas del siglo pasado: los negros sudafricanos contra la segregación racial, los polacos de Lech Walesa contra el comunismo y las Madres de Plaza de Mayo contra la dictadura militar.
La Presidenta dio ayer una breve conferencia de prensa para dar detalles de su actividad en la ONU y, apenas se sentó, lo primero que dijo fue su alegría por la mención de Obama. “Estamos muy emocionados, fue una sorpresa”, contó. “Y, además, en el marco en que lo dijo, junto con la lucha contra el apartheid y los obreros del sindicato Solidaridad”, remarcó.
Como el año pasado, Cristina Kirchner ocupó un lugar en la mesa de Ban Ki-moon en el tradicional almuerzo que ofrece luego de los discursos de apertura. Entre otros, estuvieron allí el emir de Qatar, el jeque Hamad bin Khalifa Althani, y el rey de Jordania, Abdallah II. Obama llegó más tarde y saludó uno por uno. Cuando le tocó a Cristina Kirchner, ella le agradeció la referencia. “Es la pura verdad. Es lo que siento, por eso lo dije”, le respondió con naturalidad Obama.
La conversación entre ellos siguió un rato, ya en la mesa. El norteamericano abrió el juego preguntándole por la marcha de la economía argentina. Como suele hacer en sus discursos, la Presidenta respondió con números. Hizo referencia a tres ejes: el crecimiento económico en los últimos doce meses, el cierre de la situación creada a partir del default de la deuda y el caso de los holdouts y, por último, el nuevo descenso que marcó el índice de desempleo. Cuando cerró su breve exposición, Obama le comentó que lo que ella explicaba era lo que él tenía entendido que ocurría en el país. Fue el último párrafo dedicado a la Argentina, el resto se lo llevó la situación internacional.
Obama recibió elogios en la mesa –también de parte de Cristina Kirchner– por el planteo que expuso ante la Asamblea General sobre la situación en Medio Oriente, en donde le pidió a Israel que suspenda la creación de asentamientos y se pronunció porque en la Asamblea de 2011 haya un Estado palestino como un nuevo miembro. “La creación del Estado palestino es el nudo gordiano del conflicto”, apuntó la Presidenta.
Poco antes de los discursos y del almuerzo, Cristina Kirchner mantuvo una reunión bilateral con el presidente de Turquía, Abdullah Gul, quien ejerce la presidencia del Consejo Permanente de las Naciones Unidas. Del encuentro participaron también el canciller Timerman, el ministro de Economía, Amado Boudou, y el representante argentino en las Naciones Unidas, Jorge Argüello.
Justamente, uno de los temas importantes del encuentro es la reforma del Consejo de Seguridad, en donde Turquía y Argentina mantienen la misma posición dentro del grupo denominado Unión por el Consejo. Ambos países apuntan a una reforma por la que el organismo sume más miembros rotativos y por más tiempo, cuestión de emparejar el poder dentro de la estratégica conducción. “Queremos que sea un organismo que represente al siglo XXI y no al mundo del año 1945”, sintetizó Timerman.
En este punto, Argentina mantiene una histórica diferencia con Brasil, que desde que se creó el organismo brega por conseguir un lugar como miembro permanente junto a los cinco ganadores de la Segunda Guerra Mundial: Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Rusia y China.
Hoy, la Presidenta está agendada como la primera oradora en la reapertura de la sesión de la Asamblea, poco después de las 11. Aunque no quiso adelantar en dónde estará puesto el énfasis, la reforma de los organismos multilaterales se sabe que está entre sus ítems favoritos. Y la cuestión se emparienta con el conflicto por Malvinas, donde el Reino Unido desoye la convocatoria de las Naciones Unidas para reanudar el diálogo. Es lo que bautizó como “doble estándar”. “Que los integrantes del Consejo de Seguridad cumplan con las resoluciones de las Naciones Unidas”, insistió.
También volverá a la cuestión del terrorismo internacional y su reclamo porque Irán envíe a los sospechosos de participar en el atentado a la AMIA. Como en 2009, ayer, la delegación argentina se retiró del recinto antes de que comenzara a hablar el presidente de Irán. Hizo punta. Luego, cuando Mahmud Ahmadinejad sostuvo que el ataque a las Torres Gemelas había sido orquestado por el propio Estados Unidos para ayudar a Israel y distraer la atención sobre la crisis económica, fueron varias las delegaciones que salieron huyendo.
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