EL PAíS › LA EMBAJADA DE LOS ESTADOS UNIDOS DESMINTIó QUE HAYA RECOMENDADO A JORGE “FINO” PALACIOS
El jefe de Gobierno porteño aseguró ante la comisión investigadora de la Legislatura que indaga sobre el espionaje ilegal que las embajadas de los Estados Unidos y de Israel habían avalado la designación de Palacios. Ambos países dijeron que no es cierto.
› Por Werner Pertot
La embajada de los Estados Unidos desmintió a Mauricio Macri. Le informó, mediante una carta a la comisión investigadora especial (CIE) de las escuchas ilegales, que no recomendó a Jorge “Fino” Palacios para encabezar la Policía Metropolitana, como sostuvo el jefe de Gobierno cuando declaró ante la Legislatura. En esa oportunidad, el líder de PRO también dijo que se lo habían recomendado las “máximas autoridades de la embajada de Israel”. El secretario general Marcos Peña luego aseguró que se trataba del ex embajador Rafael Eldad. Pero también Eldad contradijo en su momento al jefe de Gobierno: “Ni sé quién es Palacios”. Esa vez, la gestión PRO lo acusó de mentir. Con Estados Unidos, no se animaron.
Macri dijo que consultó para la designación de Palacios a la embajada de los Estados Unidos, a la de Israel, a la CIA, a la DEA y al Mossad. “Fui a la embajada de Israel para preguntar si tenían alguna duda respecto de que Palacios pudiera haber encubierto o pudiera tener algo que ver con el atentado. Me respondieron que de ninguna manera, que Palacios era un amigo de Israel”, afirmó ante los sesenta legisladores porteños. Luego destacó:
“Tanto en la embajada de los Estados Unidos como en la de Israel nos recibieron las máximas autoridades”. En otras oportunidades, Macri sostuvo que esas consultas las hizo tanto él como el actual titular de la Policía Metropolitana, Eugenio Burzaco, y que fueron en 2002 y de nuevo en 2007.
Cuando se formó la comisión investigadora, el legislador Daniel Amoroso, del espacio del ex aliado Francisco de Narváez, reclamó que se enviaran cartas a las embajadas y a los servicios de inteligencia que mencionó Macri para que corroboraran si era cierto que habían sido consultados sobre la designación de Palacios. Los macristas lo chicanearon y Amoroso contestó, algo enojado: “O Macri miente o alguien miente”.
La respuesta de la embajada de los Estados Unidos que llegó a la CIE no dejó lugar a dudas. Dice textualmente: “La embajada de los Estados Unidos (...) tiene el honor de confirmar no haber recibido solicitud alguna del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires requiriendo información sobre el Sr. Jorge Alberto Palacios, ni durante la gestión de la actual embajadora Vilma Martínez, ni durante la de sus predecesores inmediatos, el embajador Earl Anthony Wayne (2006-2009), el embajador Lino Gutiérrez (2003-2006) o el embajador James Walsh (2000-2003)”. La carta de la embajada concluye con un ceremonioso: “Hace propicia esta oportunidad para reiterar a la comisión investigadora de la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires las seguridades de su más distinguida consideración”. Se trata de la misma comisión a la que Macri no dudó en calificar de “poco seria”.
A fines de agosto, otro de los aludidos por la gestión PRO salió a desmentir a Macri. Se trata de Rafael Eldad, ex embajador y actual responsable de las comunidades judías de América latina del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel. “Me extraña mucho el tema. No quiero entrar en ninguna polémica que haya ocurrido en Buenos Aires, pero la verdad es que ni conozco, ni sé quién es Palacios. Creo que debe haber una equivocación”, afirmó desde Jerusalén.
En la sesión de la Legislatura en la que fue a dar explicaciones por su procesamiento en la causa de las escuchas, Macri se había esforzado por no dar el nombre del diplomático israelí que le había recomendado a Palacios. Se lo preguntaron cuatro veces y no contestó. Sin embargo, Marcos Peña lo reveló al periódico Noticias Urbanas. Luego de recibir la desmentida de Eldad, Peña twitteó enfurecido: “Eldad miente”. Luego de una rápida clase sobre conflictos diplomáticos, el secretario general tuvo que aclarar que no había querido decir eso. Ayer, en cambio, ninguno escribió en Twitter sobre el tema. Página/12 llamó a Peña y al jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, que no respondieron. Tampoco los voceros de Macri.
La oposición porteña, en cambio, fue locuaz. “Es realmente penoso que Macri haya faltado a la verdad metiendo en el medio a un organismo diplomático como la embajada de los Estados Unidos”, remarcó el presidente de la CIE, Martín Hourest. “Al margen de la política, lo que sorprende es un jefe de Gobierno que miente descaradamente”, planteó Gabriela Cerruti, secretaria de la CIE. “Todos los testimonios hasta ahora desmienten la palabra del propio Macri: el ministerio público fiscal, las embajadas, los funcionarios de la Universidad de La Matanza. Si le tuviera que poner un título a esta película, sería Las mentiritas del señor Mauricio”, se divirtió el ibarrista Eduardo Epszteyn. “Esto se suma a la seguidilla de contradicciones que se ven en las declaraciones públicas de Macri: miente sobre las recomendaciones de Palacios y sobre las de Ciro James. Nos estamos acercando a entender cómo entró James al Gobierno de la Ciudad”, estimó el socialista Julián D’Angelo.
Las desmentidas de los diplomáticos se suman a otras de esta semana, como la de la Universidad de La Matanza y de ex funcionarios del Ministerio de Educación, que desbarataron la coartada macrista sobre la designación de James. Tanto Macri como Mariano Narodowski habían sostenido en público y en la causa judicial que a James se los recomendó la Universidad de La Matanza y por eso lo contrataron en Educación. Dos testigos de esa casa de estudios que pasaron por la CIE y la propia institución los desmintieron: “El gobierno porteño se tiene que hacer cargo de sus contrataciones”, señaló la universidad.
Para empeorar el panorama, un ex funcionario de Educación volvió a contradecir la versión oficial en su declaración ante el juez Norberto Oyarbide. Se trata del ex auditor Roberto Ayub, quien dijo que la orden para contratar a James la dio Roxana Barroso, ex jefa de Gabinete de Narodowski. Ayub también contó que James no tenía ninguna experiencia en el área donde lo contrataron (con un sueldo de seis mil pesos) y que, a los pocos días, Barroso lo trasladó a la Unidad Ministro. La gestión PRO no pudo mostrar un solo documento que probara que allí desarrolló algún trabajo. Otro abogado que se desempeñó en la misma área contó ante la CIE que debía entregar informes periódicos por escrito para poder cobrar su sueldo. También relató que “nunca” lo vio a James en el ministerio.
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