El fallo judicial que puso en duda la candidatura a jefe de Gobierno porteño del diputado de la Coalición Cívica, Adrián Pérez, desacomodó el tablero del espacio panradical de cara a las elecciones en la Capital, uno de los distritos más importantes del país. Sumado a la incertidumbre en el escenario nacional, en la fuerza que lidera Elisa Carrió consideran que en la Ciudad se producirá un escenario de cuatro fuerzas, liderado por Gabriela Michetti, del PRO, y seguida por tres espacios que pelean por entrar en el ballo-ttage: Daniel Filmus, del Frente para la Victoria; Fernando “Pino” Solanas, de Proyecto Sur; y el propio Adrián Pérez, por la CC. Es que la Coalición Cívica decidió en una reunión de la mesa de conducción continuar apostando al delfín de Carrió. Lilita, además, instruyó a su tropa para que ninguno saque los pies del plato.

Primero por convicción, pero también porque no cuenta con otras alternativas superadoras, la fuerza que lidera Carrió decidió seguir jugando todas sus fichas a Pérez, a pesar del traspié judicial. El Tribunal Superior de Justicia rechazó el martes último el planteo del diputado nacional, por el cual solicitaba una declaración de certeza sobre sus posibilidades de ser candidato en la Ciudad el año próximo, dado que no cuenta con cinco años de domicilio en el distrito. Sólo tres de los cinco miembros que integran el tribunal se expidieron sobre la cuestión de fondo: dos consideraron que no cumplía con los requisitos de residencia para postularse en la Ciudad, mientras que uno lo avaló. Los dos restantes prefirieron omitir la cuestión y, directamente, consideraron inoportuno el planteo.

De esta manera, Pérez quedó en una delicada situación: lanzado públicamente, recorriendo la Ciudad y trabajando con vistas a ocupar el cargo que hoy ostenta Mauricio Macri, pero al mismo tiempo con una fuerte incertidumbre sobre su habilitación para postularse. Aunque se encuentra descansando en Córdoba, Carrió decidió rápidamente respaldarlo y fuentes de la CC aseguran que trabajará personalmente en la estrategia judicial para revertir el caso.

Uno de los dirigentes que participó de la reunión realizada por la cúpula de la CC el jueves sostuvo, en diálogo con Página/12, que “nadie quiere analizar alternativas porque significaría aceptar que está terminado”. “El PRO no baja de 35 por ciento. Filmus no crece pero no cae, se mantiene entre un 22 a 25 por ciento. Proyecto Sur, si es Pino el candidato, puede llegar al 25, pero si es Claudio Lozano, Adrián Pérez tiene más votos”, resume la fuente de la CC que, con ese cuadro de situación, aspira a lograr un acuerdo con Proyecto Sur: “En marzo se ven las mediciones, si el arco no K y no PRO va todo junto, peleamos el gobierno. Separados es para pelear legisladores”, remató.

“Está muerto”, sentenció con crudeza un importante dirigente de la UCR porteña cuando se enteró del fallo judicial. El radicalismo sigue con lupa este proceso de la Coalición Cívica, y si todavía no reaccionó de manera más activa es porque no tiene, ni en el sector de Julio Cobos ni en el de Ricardo Alfonsín, un candidato con el que tomar la posta y disputarle a la CC el primer lugar de una eventual fórmula conjunta. En el alfonsinismo, el ex jefe de gobierno Enrique Olivera y el diputado Ricardo Gil Lavedra despuntan como los más atractivos para los boinas blancas, sin generar gran entusiasmo. Desde el cobismo, en cambio, se destaca la diputada Silvana Giúdici, aunque todavía siguen sin éxito tratando de convencer al ex senador Rodolfo Terragno.

En este contexto de incertidumbres, el ex ministro de Economía Ricardo López Murphy, trabaja por instalar su candidatura y entrar desde afuera a un frente conformado por la UCR, la CC y el socialismo. “Hemos dicho que desde nuestra óptica la prioridad es constituir un frente electoral de carácter progresista que se presente como alternativa al gobierno de Macri”, responde diplomáticamente Carlos Más Vélez, titular de la UCR porteña, quien de todas maneras rescata la actitud constructiva del Bulldog.

A menos que el PRO busque modificar la ley vigente, las elecciones porteñas serán desdobladas del escenario nacional. Pero para empezar a armar el rompecabezas de la Ciudad falta conocer una pieza clave, la definición de Solanas: si será candidato a presidente, a jefe de Gobierno o si buscará una postulación doble.