EL PAíS
› LOS BANCOS NO VENDERAN DOLARES Y HABRA QUE JUSTIFICAR LA COMPRA DE BILLETES
El Gobierno atrapado por el terror verde
Economía dispuso que los bancos no vendan dólares para que la gente no piense que le están despachando los billetes de sus depósitos pesificados. También fijó límites a la cantidad de compra. Todo para contener la suba del dólar.
› Por Claudio Zlotnik
Pánico. Eso es lo que siente el Gobierno por el valor que alcance el dólar cuando se abra el flamante mercado libre de cambio. Tanto en la Casa Rosada como en el Palacio de Hacienda ya están tomando recaudos para, supuestamente, evitar la disparada de la divisa. Incluso, Jorge Todesca, viceministro de Economía, advirtió que el feriado cambiario podría prolongarse más allá de mañana, que en principio sería el “Día D”. El equipo económico y el ala política, el gobierno nacional en su conjunto, saben que junto al valor del dólar se juega buena parte de la suerte de la gestión. Ante semejante temor, decidieron prohibir la venta de dólares en los bancos y la obligación de justificar la compra de billetes. Todas medidas que más que tranquilizar acelerarían la corrida.
Para desincentivar la fuga de la gente al dólar, el Gobierno ideó varios caminos. Todos ellos apuntan a un mismo objetivo: secar de dólares al mercado y poner trabas a la compra de billetes. La medida más impactante es que los bancos dejarán de vender dólares al público. Esta posibilidad quedará habilitada sólo en aquellas pequeñas ciudades del interior que carezcan de agencias de cambio. El argumento que dieron en la Casa Rosada fue que después de las largas filas y las aglomeraciones frente a las entidades financieras oficiales creyeron prudente sacar a los bancos como canal de venta. Desde Economía, Todesca admitió “preocupación ante la percepción de la gente de que los bancos venden los dólares de los plazos fijos”. Fuentes del ministerio dijeron que la medida, que anoche se acordaba con los bancos privados, respondía a un reclamo del ala política para achicar al máximo las bocas de expendio de dólares. De hecho, sólo podrán comprarse billetes en las casas de cambio o a los “arbolitos”, corriendo el riesgo de comprar moneda falsa.
Las mismas fuentes oficiales admitieron que, al contrario del objetivo buscado, la prohibición de que se expendan dólares en los bancos podría recalentar la plaza financiera, con la divisa saltando bien por encima de los 2,10 pesos del cierre del viernes. “Hay peligro de estrangulación del mercado. Hay que sincerarse: la gente querrá seguir comprando dólares por más que una norma oficial trate de impedirlo”, razonó un funcionario ante Página/12.
En los bancos privados, la medida fue rechazada. Aun cuando los financistas aceptarán el pedido oficial, calificaron la medida de “caprichosa”. En diálogo con este diario, el ejecutivo de un banco líder realizó un pronóstico: “Dentro de una semana, cuando el Gobierno vea que el dólar se escapó, van a dar marcha atrás con la medida”. En respuesta a esta premonición, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, adelantó que el Gobierno, a través del Banco Central, se comprometió “fuertemente” para mantener el dólar dentro del nivel actual, en torno a los 2 pesos. “Tendremos capacidad de intervención” en el mercado, auguró el funcionario. Las reservas líquidas del Central alcanzan a 13.700 millones de dólares. Pero de ese total, sólo 5000 millones son propias. El resto pertenece a un préstamo otorgado por el FMI y a transferencias de los propios bancos del sistema.
La prohibición de que los bancos vendan dólares al público no es la única medida ideada en Economía para contener a la divisa. Una alta fuente del Ministerio reveló anoche que las personas que compren más de mil dólares deberán justificar la adquisición, “en cumplimiento de las normas de ley de lavado de dinero”. En el equipo económico analizarán hoy si esa iniciativa se extenderá a todas las compras de dólares, sin importar el monto de la operación.
Después de lanzar la pesificación total de la economía, el Gobierno está lanzado a que la gente deje de pensar en dólares y acepte al peso ya no sólo como moneda para efectuar transacciones sino también para atesorar. Por ahora, parece apenas una expresión de deseo. En línea con la pesificación, el Ejecutivo decretó ayer que los bancos debían depositar sus dólares en el Banco Central. A cambio, recibirán pesos al tipo de cambio de 1,40. En total, la operación involucrará unos 5000 millones de dólares. “Pesificada la economía, carece de sentido que los bancos tengan dólares”, explicó Todesca. Técnicos del Banco Central están analizando la forma en que se pesificarán los requisitos mínimos de liquidez que las entidades financieras deben inmovilizar en la institución, en su mayor parte constituidos en dólares.
A favor de la intención del Gobierno de mantener acorralado al dólar, es muy posible que se retrase la puesta en práctica de algunas medidas, como la liberalización de las cuentas sueldo. La lógica indicaría que si el volumen de pesos no aumenta, tampoco debería incrementarse la presión sobre el tipo de cambio. No obstante, en el Gobierno tienen mucho miedo de que el dólar se dispare. Por eso armaron el corralito alrededor del dólar. Como ocurrió con los depósitos, pretenden que la divisa quede fuera del alcance de la gente. Dentro de pocas horas se sabrá si ganó la pulseada.
Subnotas