El PRO logró finalmente tener un testigo a su medida en la comisión investigadora de la Legislatura porteña: fue el ex titular de la SIDE durante el duhaldismo, Miguel Angel Toma. Aunque admitió no tener pruebas, dijo tener la “absoluta convicción” de que la causa de las escuchas que tiene procesado a Mauricio Macri está armada por el gobierno nacional, en sintonía con el argumento esgrimido desde un comienzo por el macrismo. A su vez, defendió la designación de Jorge “Fino” Palacios al frente de la Policía Metropolitana y hasta comparó a Néstor Kirchner con Adolf Hitler, en medio de un cruce con legisladores que casi termina en escándalo. “Cualquier estructura de seguridad que no tenga inteligencia, es una estructura boba”, aseguró Toma, evitando hacer cualquier referencia a su propia gestión en la SIDE.

Enfundados en elegantes trajes para asistir luego a la boda del jefe de Gobierno (ver página 10), los diputados del macrismo aguardaron con entusiasmo el comienzo del testimonio que podía darle un poco de oxígeno a su defensa: que la causa fue armada por la SIDE. Como en un cuestionario guionado, Toma respondió cada pregunta que le dejaron servidas los legisladores del PRO. Allí pudo describir su experiencia parlamentaria, su paso por la Secretaría de Seguridad Interior y por la SIDE, durante el interinato presidencial de Duhalde. Las preguntas le permitieron mostrar documentación y recortes periodísticos, para definirse como “víctima de una persecución por parte del régimen kirchnerista de pensamiento único”.

Una a una fue abonando las teorías del PRO sobre la infiltración del espía Ciro James en las filas del gobierno macrista, argumentando que debió ser la Policía Federal la que tendría que haber controlado su actividad en otra dependencia. A pedido del jefe de la bancada oficialista, Cristian Ritondo, Toma diferenció la inteligencia nacional de la inteligencia criminal y sostuvo que una policía sin la última “es una estructura boba”. “Si no quieren inteligencia en la Metropolitana, cambien los artículos 14 y 15 del capítulo 4 en los que se ratifican leyes sobre este tema”, apuntó en referencia a la ley de creación de la nueva policía. La respuesta esperada por el oficialismo vino de la mano de la pregunta formulada por Martín Borrelli, que requirió su opinión sobre si la SIDE podría estar vinculada a las pinchaduras. “No tengo ninguna constancia objetiva, pero tengo la más absoluta convicción de la vinculación. La SIDE puede hacer eso y mucho más”, dijo Toma. Además, avaló el nombramiento de Palacios al frente de la nueva policía, y se amparó en la presunción judicial de inocencia al afirmar que hasta el momento “Palacios y James son inocentes”. El ex funcionario aseguró que tenía las mejores referencias del ex comisario, que era “excelente en su de-sempeño como encargado de la brigada antiterrorista”, dijo, sin mencionar que el Fino está procesado por haber desviado la investigación sobre el atentado a la AMIA.

Toma aprovechó también para defender al ex gobernador de Misiones Ramón Puerta y dijo que le resultó “muy cómico” su nexo con los jueces que ordenaron las escuchas, publicado por Página/12, el pasado lunes. “Es una clara operación de naturaleza política de un régimen autoritario, que hace una reivindicación trucha de los derechos humanos”, disparó. Como reveló este diario, José Luis Rey, uno de los jueces que dio “marco legal” a las escuchas, fue funcionario de Puerta, socio y amigo de Macri.

El punto álgido de la reunión llegaría cuando el legislador Marcelo Parrilli (MST) le preguntó sobre la idoneidad de algunos miembros de la nueva policía, dada su actuación en la última dictadura. “El que no está condenado es inocente”, repitió Toma, ante lo que el diputado le recordó que Hitler no fue condenado por sus crímenes contra la humanidad. “Kirchner tampoco nunca fue condenado”, lanzó automáticamente Toma, en medio de un cruce a los gritos con Parrilli y otros legisladores que le reprocharon la comparación con un ex presidente elegido democráticamente. “Triste siervo de Duhalde y ahora siervo de Macri”, le gritó Parrilli antes de que el presidente de la comisión llamara al orden. Lo que Toma no pudo responder con precisión fue la pregunta de Gabriela Cerruti sobre si, bajo su mando, la SIDE había realizado tareas de vigilancia y seguimiento a políticos.

Informe: Gabriel Morini.