El radicalismo entró nuevamente en ebullición ayer, cuando el titular del Comité Nacional, Ernesto Sanz, sostuvo que está “en condiciones personales de ser candidato a presidente” y ratificó que el año próximo se sumará a la carrera que encabezan el diputado Ricardo Alfonsín y el vicepresidente Julio Cobos por la postulación desde la UCR. “Me puse el short de baño y estoy en la orilla de la pileta. Hoy no tiene agua. Si el día de mañana tiene agua, veremos”, graficó Sanz, alimentando la sorpresa en algunos y el malestar en otros, tanto de las huestes del cobismo como del Movimiento de Renovación Nacional (Morena), que integra con Alfonsín.

El cambio en el discurso del jefe del partido radical se produjo la semana pasada, sincerando un secreto a voces: que tiene aspiraciones a la Casa Rosada y que no descarta competir con los otros dos candidatos ya instalados. Hace tiempo que Sanz viene trabajando por lo bajo para levantar su perfil, pero hasta esta semana había negado públicamente sus intenciones. Incluso en agosto último, el propio Sanz había proclamado a Alfonsín como candidato frente a cientos de militantes en el acto de lanzamiento del Morena, en Córdoba. “Vamos a respaldar a Alfonsín, queremos que esta candidatura que empieza a caminar tenga detrás de sí una corriente de opinión”, había sostenido.

“Dejé de decir que no frente a la eventualidad de una candidatura mía” porque “me pasé seis meses diciendo que no y lo único que lograba era que algunos amigos míos bajaran los brazos al no sentirse contenidos por otras expresiones internas del partido”, aseguró ayer el senador mendocino para justificar su cambio de postura. De todas maneras, advirtió que no está en campaña, sino que está abocado “las 24 horas del día” a la presidencia de la UCR, “un partido político que quiere construir una alternativa” para 2011.

La noticia sorprendió a los propios y provocó enojo en los dos sectores. En un acto junto a Hermes Binner y Margarita Stolbizer, Alfonsín aseguró que no está “preocupado por la interna, sino por la elección general”. “Me parece bien. Todos pueden participar”, dijo. Lo cierto es que otros dirigentes de su círculo íntimo le reprocharon su lanzamiento. El diputado Juan Pedro Tunessi le reclamó a Sanz “terminar con eufemismos” respecto de su posible postulación y le recordó que el alfonsinismo fue el que lo impulsó a la presidencia del partido.

El titular del bloque de senadores, Gerardo Morales, integrante de la mesa chica del Morena, reconoció que la situación le “desalinea los astros”, aunque ratificó su apoyo a Alfonsín: “Es el dirigente del partido que está en condiciones de ser presidente”. Morales, quien le debe al mendocino su continuidad como presidente de bloque, aclaró que lo respeta y lo valora, pero “aunque haya dejado puertas abiertas, no es candidato”, y la candidatura de Alfonsín ya está “en marcha”.

En el cobismo, la reacción fue de sorpresa y descontento. “Las facultades y los derechos no los cuestionamos, pero nos preocupa por el radicalismo, porque esto genera más confusión y dispersión en un momento en el que el oficialismo está consolidado”, sostuvo el intendente de Junín, Mario Meoni, mano derecha del vicepresidente. Para el dirigente del cobismo, la aparición de Sanz “debilita” más a Alfonsín porque se trata de un dirigente del Morena, en cuyo espacio hay dirigentes que ya están trabajando en su candidatura. En diálogo con Página/12, el mendocino Juan Carlos Jaliff consideró que la UCR ahora tiene “demasiados” candidatos y evaluó que ahora los tres “deberán ir a las internas”.

Pero no fueron sólo críticas. La actitud de Sanz despertó cierta alegría en otros sectores del partido, que por diversos motivos no comulgaban abiertamente con Cobos y Alfonsín. “Ojalá Sanz se decida a ser candidato, sería lo mejor para el radicalismo porque es el que tiene mayor capacidad para la construcción de un espacio socialdemócrata”, aseguró el ex ministro Federico Storani, uno de los referentes del senador mendocino en sus años de formación política.