El conflicto por la ocupación del Parque Indoamericano tuvo un nuevo capítulo. “Son punteros políticos de la Capital y dirigentes políticos de la provincia de Buenos Aires, que siempre para estas mismas fechas buscan incentivar la agresión”, aseguró ayer el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, al mostrar junto al ministro de Justicia, Julio Alak, imágenes de los cabecillas del enfrentamiento que se produjo el domingo a la noche con efectivos de la Prefectura. Además, le pidió al ex gobernador bonaerense y precandidato presidencial Eduardo Duhalde que “deje de incentivar la violencia y la rebelión”.

La mañana comenzó con la conferencia de prensa que el jefe de Gabinete y el ministro de Seguridad realizaron la sede de la prefectura en Puerto Madero. En tono didáctico, Fernández, puntero láser en mano, mostró croquis e imágenes de los incidentes del domingo, cuando un grupo de autodenominados “vecinos” se enfrentó con la Prefectura. “Estos son punteros políticos de la Capital y dirigentes políticos de la provincia de Buenos Aires, que siempre para estas mismas fechas buscan incentivar la agresión, con tomas de supermercados por ejemplo. Busquen en los archivos”, apuntó el funcionario marcando a las personas –un joven con buzo rayado y capucha y otro con gorrita– a los que sindicó como quienes encabezaban la revuelta y anunció que se estaba avanzado en la identificación para pedir su detención ante la Justicia.

En tal sentido, la Justicia citará a declarar al hincha de Huracán Julio Capella, que fue filmado tirando con un arma de fuego contra los ocupantes del Indoamericano, y a su vez se identificó también a un hincha de River que participó de los grupos violentos.

La ocupación del parque en Villa Soldati la semana pasada y la intervención de la Nación, después de que la Policía Metropolitana descuidara el predio ya de-salojado, dejaron el saldo de tres muertos y varios heridos en los enfrentamientos entre vecinos, policía y bandas organizadas. Rodeado de la comandancia de la Prefectura, y ladeado por el ministro Alak, el jefe de Gabinete mostró un chaleco antibalas con un agujero de bala a la altura de la parte trasera del hombro izquierdo. “Es un impacto de arma tumbera”, especificó y volvió a asegurar que los manifestantes que participaron de la agresión no eran “vecinos enojados, sino activistas, manifestantes motivados por punteros de la Ciudad –muchos del PRO– y dirigentes políticos de la provincia, que incentivan esto que ellos llaman el desmadre.”

Pero la situación del Parque Indoamericano se trasladó a otros predios abandonados, como la canchita de fútbol del club Albariño, lindante con la villa conocida como Ciudad Oculta. Allí ingresó un grupo de familias por la madrugada para lotear el espacio. Por la tarde, apareció en escena un grupo de supuestos “vecinos” encapuchados que en minutos convirtieron el lugar en escenario de una batalla campal en la que predominó la lluvia de piedras y botellas. El grupo atacante utilizó el mismo modus operandi que en los enfrentamientos anteriores: primero embestían contra las cámaras de fotógrafos, canales de televisión y los móviles de los medios de comunicación. Después se dedicaban a atacar a los ocupantes de las tierras –unas 60 familias que se defendían a lo lejos– con todos los objetos que encontraran en su camino.

Sobre la mesa de la sala de conferencias del edificio Guardacostas, donde se presentó Fernández, se encontraban los restos de objetos y armas que habían utilizado los grupos que se enfrentaron a las fuerzas de seguridad. Palos, pedazos de postes, gomeras, una pistola calibre 32, bombas Molotov, botellas, pedazos de vidrio y cascotes de todos los tamaños estaban desplegados con su respectivo cartel frente al jefe de Gabinete y sus acompañantes. En ese marco, el ministro Alak sostuvo que existía una “articulación entre el discurso xenófobo del jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires con criminales que tratan de vender terrenos a gente que está desesperada”. El titular de la cartera de Justicia, al que mañana le quitarán la de Seguridad que se transformará en ministerio y estará a cargo de la ministra de Defensa, Nilda Garré, volvió a recordar que los hechos se dieron en el contexto de “una ciudad donde hace muchos años que el gobierno porteño no construye viviendas”.

El jefe de Gabinete fustigó también los dichos del ex presidente Eduardo Duhalde en el exterior, realizadas en el marco de su campaña como precandidato presidenacial para las elecciones de 2011. “Hay declaraciones desafortunadas ciento por ciento, como los dichos de Duhalde donde habla de poner orden o de desmadre. Rechazo, repruebo y condeno esas declaraciones que exacerban los gestos de violencia”, denunció Fernández. Horas más tarde fue Duhalde quien volvió a la carga y le respondió que “el orden no es de izquierda ni de derecha. El orden no tiene ideología y se lo explico: la ideología está en el sistema”. Fernández le devolvió la gentileza vía Twitter. “‘El uso responsable de la fuerza pública’ incentivado a los gritos por su mujer ‘nos regaló’ las muertes de Kosteki y Santillán –recordó aludiendo a la represión que terminó con los dos militantes muertos en el 2002–. Le ruego deje de incentivar la violencia y rebelión (con tres muertes inútiles debería bastar) y busque resultados políticos de otra manera.”