Los cruces entre la Casa Rosada y la administración porteña a causa de la toma de espacios públicos continuaron durante el lunes, mientras el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación completó el censo de los ocupantes del Parque Indoamericano. Ayer estaba prevista una reunión entre funcionarios y cuadros técnicos de ambas partes, que fue suspendida sin mediar explicaciones, y tanto desde la Ciudad como desde la Nación responsabilizaron al otro bando por el fracaso de las negociaciones. A última hora de la tarde, Mauricio Macri convocó a la prensa para pedir terminar con “las conferencias de prensa con teorías conspirativas”, aunque acto seguido procedió a denunciar a supuestos “punteros kirchneristas” como los responsables de las tomas.

“El orden público es responsabilidad del gobierno nacional”, volvió a desmarcarse el jefe de Gobierno porteño. Luego de anunciar una conferencia de prensa, Macri finalmente dio un breve mensaje sin permitir que nadie le preguntara nada. Allí mezcló palabras conciliadoras con duras acusaciones, sin proponer ningún principio de solución concreto. Aunque habló de avanzar “en la solución de los conflictos” y de “continuar con las reuniones de trabajo”, sus subordinados durante todo el día insistieron con la postura que mantiene el PRO desde que comenzó la ocupación del Parque Indoamericano: cero negociación y mucho menos soluciones habitacionales dentro de la Ciudad de Buenos Aires. “No tenemos intención de bancar ni un solo peso para eso”, confesó a este diario un importante funcionario con oficinas en Bolívar 1.

Macri también salió al cruce de las denuncias que realizó el jefe del Gabinete, Aníbal Fernández, cerca del mediodía, sobre punteros políticos del PRO que habrían instigado algunos de los incidentes del Indoamericano (ver página 5). “Dejemos de hacer conferencias de prensa con teorías conspirativas que no conducen a nada”, pidió, aunque no pudo con su genio y a continuación adoptó el tono que había criticado segundos antes al agregar que “hay un problema en un parque enorme de la Ciudad que se ha transformado en un lugar de miles de personas conducidas por punteros kirchneristas”.

Hacia adentro de la administración porteña pudieron verse las mismas contradicciones entre un discurso conciliador y una decisión de fondo de no moverse ni un centímetro: mientras el jefe de Gabinete Horacio Rodríguez Larreta destacó “la voluntad de buscar soluciones junto al gobierno nacional”, el ministro de Seguridad Guillermo Montenegro anticipó que no van a “ceder” ante el reclamo de los ocupantes y la diputada (y precandidata a jefa de Gobierno por el PRO) Gabriela Michetti sostuvo que “estas personas deben salir del parque” para dar “una imagen clara de que no se puede usurpar y avanzar sobre la ley”.

“La prioridad es consolidar la pacificación para que no haya más incidentes”, sostuvo Horacio Rodríguez Larreta, mientras vecinos de Villa Lugano se enfrentaban a piedrazos con los ocupantes de un predio que pertenece al club barrial Albariño, a unas quince cuadras del Parque Indoamericano. Según pudo averiguar Página/12, el Gobierno de la Ciudad ya presentó un pedido para que llegue una orden judicial de desalojo a la nueva toma. “Debemos dar un mensaje claro respecto a que no se pueden tomar espacios públicos, ya que en la medida en que se generen expectativas habrá otras tomas”, justificó esa decisión el funcionario. En ese contexto, Michetti reconoció “la incapacidad del Estado para darles soluciones de fondo a las problemáticas sociales” que se presentaron en este escenario.

“Esto no puede ser la ley del más fuerte”, sentenció, a su vez, la ministra de Desarrollo Social de la Ciudad, María Eugenia Vidal, para quien “la resolución del problema entraña un mensaje a los que tienen necesidad de vivienda y a quienes con esfuerzo pagan todos los meses el alquiler de su vivienda y no por ello ocupan un lugar público”. Vidal será la encargada de dialogar con su par a nivel nacional Alicia Kirchner, una vez que se complete la consolidación de los datos que terminaron de obtenerse ayer, cruzando la información relevada con los datos ya existentes en Desarrollo Social, pero el fracaso de la reunión de ayer, sin motivos aparentes, no da las mejores perspectivas de cooperación. Todavía no se sabe quién se hará cargo del plan para solucionar la crisis habitacional de los ocupantes: desde la Ciudad insisten con no hacerse cargo del problema, mientras que en la Nación estudian cómo actuar en una jurisdicción que no les corresponde.