“Cuando (Mauricio) Macri vino acá, en campaña, prometió que iba a construir diez mil viviendas por año. Yo estoy seguro de que no hizo más de 300, pero cuando se lo plantean, responde: ‘No, hicimos 1200’, como si fuera un gran mérito, cuando hay 500 mil personas en emergencia habitacional.” Por esas razones, Alejandro “Pitu” Salvatierra, dirigente de la Villa 15 (Ciudad Oculta), de Mataderos, con participación en el conflicto por tierras en Villa Soldati, aseguró que el jefe del PRO “gobierna desde la avenida Rivadavia hacia el norte y nunca hacia el sur”. Salvatierra quiere que “la sociedad discuta por qué los parques de zona norte, los arbolitos y las escuelas están bien cuidaditos, mientras que en el sur los árboles se caen a pedazos, los alumnos están hacinados y llega la mitad de las viandas”. El dirigente, que tuvo una infancia y una adolescencia duras (ver aparte), puntualizó que “la sociedad tiene que saldar la deuda pendiente con los que menos tenemos”. Como corolario de lo ocurrido en estos días, dijo que “debe surgir una fuerza social, popular y política capaz de tener el peso necesario para que este gobierno porteño haga lo que tiene que hacer en la zona sur o conseguir que la ciudad elija un gobierno más afín a los intereses populares”.

Salvatierra, en diálogo con Página/12, se declaró kirchnerista, pero de todos modos señaló que es preciso “reclamarle al gobierno nacional que no fue buena la decisión de estar ausente en la Ciudad de Buenos Aires”. Insistió luego en que “sólo si construimos una organización popular vamos a poder saldar la deuda que tiene el norte con el sur”, porque “no podemos seguirle pidiendo peras al olmo de Macri, pero sí podemos reclamarle al gobierno nacional, que es nacional y popular, y que muchos lo consideramos nuestro gobierno, que impulse la solución definitiva a los problemas que tiene el sur de la ciudad. Antes tenemos que tener una organización popular fuerte y referentes claros que defiendan los intereses de los que menos tienen, en vez de defender sus propios intereses”.

También les reclamó a los legisladores porteños que “rindan cuenta ante nosotros sobre qué se vota cada año como presupuesto de la Ciudad y qué destino se le van a dar a esas partidas. Noso-tros tenemos que saber cómo se destinaron esos fondos, para saber cuándo y por qué tenemos que reclamar que se ejecuten las obras, en vez de llegar a fin de año sin tener ningún dato concreto, porque ahora muchas de esas cuestiones se manejan en secreto, sin darle participación al pueblo”.

Salvatierra declaró que siente “indignación porque todos dicen que somos punteros K, o narcotraficantes, o que hay organizaciones con intereses políticos. ¿Qué es lo que pasa? ¿Es que no hay pobres en la zona sur de la ciudad? Seguimos discutiendo si yo soy kirchnerista o no y mientras tanto este muchacho (por Macri) sigue sin querer hacerse cargo de nada”. Precisó que en las escuelas del barrio “no llegan ni las viandas. Uno de mis nenes está becado para recibir la vianda, pero tiene que elegir uno de los tres productos que trae, porque las viandas que llegan son para 20 chicos y hay 45”.

El dirigente de la Villa 15 aceptó que “tal vez la toma del Parque Indoamericano no era lo más correcto, lo más conveniente, pero nosotros dejamos claro que no queríamos quedarnos, pero sí queremos una solución al problema habitacional que tiene la gente que lo ocupó”. Hizo un análisis negativo de las dos primeras medidas tomadas por Macri, luego del desalojo del parque: “Primero mandó a fumigar para desinfectar todo, porque habíamos estado los negros, y después anunció que va a poner cien metros de reja diarias. Ahora quiero que me diga cuál va a ser ‘la puesta en valor’ del parque que él anunció y cuánto va a invertir”.

Salvatierra opinó que las declaraciones xenófobas de Macri “apuntaron al electorado que lo apoya, porque sabe que los grupos económicos concentrados y la derecha extrema le iba a reclamar esa actitud que asumió. El gobierno porteño tiene claramente una política de abandono de la zona sur de la ciudad y por eso nunca soluciona los problemas que nos golpean a nosotros, aunque admite que hay 500 mil personas en emergencia habitacional. Por eso, no es de extrañar que la gente del sur, en algún momento, pueda explotar, como explotó”.

Se refirió además al problema educacional, con escuelas hacinadas. Uno de sus hijos, en edad primaria, concurre a la escuela

N0 9 Homero Manzi. “El estudia en un aula donde no debería haber más de 15 chicos y sin embargo hay 45 o 50.” Su hijo mayor, en la secundaria, va a un colegio “que comparte su espacio con una escuela primaria, de manera que con 14 años tiene que ir en el horario de 17 a casi las diez de la noche, en un barrio como éste, donde siempre está el peligro de que pase algo”.

Como contracara, el gobierno porteño “le cede un terreno a una escuela privada de la zona, Nuestra Señora de la Paz, sobre Piedrabuena. Eso es algo que indigna porque a nosotros no nos dan nada y sí lo hacen con una escuela que cobra todos los meses para que los chicos vayan a estudiar”. Señaló que “los que viven en otros barrios tienen que imaginar lo que significa tener que ir a 200 metros a buscar un poco de agua en un balde, para bañarte, lavarte la cara y hacerle la leche a tu nene”.

Como ejemplo del “abandono total” en el que viven, contó que hace unos días los bomberos fueron al barrio a hacer un relevamiento. “El que vino nos dijo: ‘Yo les quiero advertir que si acá llega a haber un incendio se van a morir todos, porque nosotros no podemos entrar porque los cables (aéreos) no permitirían el ingreso de las autobombas y porque (en algunas zonas) no hay calles para poder entrar. Nos dijeron que estamos expuestos a que pase cualquier cosa.”