EL PAíS › NAOMí NJERERE, DE ZIMBABWE, QUE RECIBIó EL PREMIO MIGNONE
Njerere recibió el premio el Día de los Derechos Humanos. Durante su estadía en el país se reunió con los organismos de derechos humanos y manifestó su sorpresa por la amplitud del trabajo que realizan.
› Por Adrián Pérez
“Recibir el premio de un país con la historia de Argentina, que muestra la memoria de su pueblo, es sumamente enriquecedor para Zimbabwe Lawyers for Human Rights. Tenemos mucho que aprender de la historia argentina, especialmente, de su lucha por verdad, justicia y memoria”, reflexiona la abogada Naomi Sarudzayi Njerere, distinguida con el premio Emilio Mignone otorgado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de la Nación a organizaciones y personalidades que se destacan en la defensa de los derechos humanos. Paradójicamente, la misma tarde que el gobierno nacional afirmaba que no estaba dispuesto a que la Argentina formara parte del club de los países xenófobos, y la abogada zimbabuense recibía el premio de manos de la presidenta Cristina Fernández, en Casa Rosada, una nueva ola de violencia y xenofobia se desataba sobre el Parque Indoamericano, en Villa Soldati. También se celebraba el Día Internacional de los Derechos Humanos. Apasionada en la defensa de las cuestiones de género y los derechos culturales, económicos y sociales, a los 38 años, Njerere es la primera presidenta de Zimbabwe Lawyers for Human Rights (ZLHR), organización de derechos humanos que patrocina a estudiantes, sindicalistas y activistas acusados y arrestados por su participación política.
–Junto al juez Baltasar Garzón visitó espacios destinados a la preservación de la Memoria. ¿Que referencias tenía del terrorismo de Estado en Argentina?
–No había escuchado nada sobre la ESMA, pero sí había leído sobre las Madres que caminaban en la Plaza (de Mayo) para pedir por sus hijos desaparecidos. Supe que en Argentina había habido un sistema de terrorismo de Estado tan organizado cuando llegué al país. Me voy conmovida por lo que el Gobierno está haciendo para mantener viva la memoria. Es aterrador pensar que los seres humanos pueden ser capaces de esa barbarie. Me aterró saber que todo estaba organizado con un propósito maligno.
–En el marco de las celebraciones por el Día Internacional de los Derechos Humanos recibió el premio Emilio Mignone en la Casa Rosada. Como militante por los derechos humanos, ¿qué significó haber recibido esa distinción de manos de la Presidenta?
–Ustedes tienen una presidenta muy cálida, que está muy cerca del pueblo. Recibir el premio de un país con la historia de Argentina, que muestra la memoria de su pueblo, es sumamente enriquecedor para Zimbabwe Lawyers for Human Rights. Esperamos que este premio nos de la oportunidad de trabajar junto a algunas de las organizaciones que he conocido aquí y podamos asistirnos en nuestro trabajo. Tenemos mucho que aprender de la historia argentina, especialmente, de su lucha por verdad, justicia y memoria.
–En las reuniones que mantuvo con los organismos de derechos humanos, ¿se mencionó alguna forma de cooperación para denunciar los abusos que se cometen en su país?
–Hemos hablado sobre eso no solo con el CELS sino también con el Ministerio de Asuntos Exteriores (que estuvo a cargo de este premio) y con la Comisión Provincial por la Memoria de La Plata. En la Comisión sugirieron que alguien de mi organización podía venir al país para hacer una pasantía. Mucho de la colaboración será en torno de actividades de solidaridad. Trataremos que estén al tanto de lo que está sucediendo en Zimbabwe. Si vamos a elecciones, esperamos que integrantes de esas organizaciones puedan viajar a mí país como observadores.
–¿Cuál es la situación actual de los derechos humanos en su país, después de tener a Robert Mugabe al frente del gobierno durante treinta años?
–Aunque sigue siendo el jefe de Estado y tenemos un gobierno de coalición, las cosas no funcionan. Continuamos bajo leyes represivas y no hemos tenido ninguna reforma institucional. La policía y el procurador general son partidarios y el Poder Judicial está comprometido. Por lo tanto, tenemos muchos arrestos políticamente motivados y torturas de personas. La situación de derechos humanos en Zimbabwe no ha mejorado. Al contrario, es una fachada.
–Sobre este tema habló durante su visita a la radio de Madres, donde grabó un programa televisivo que se emitirá este viernes por Canal 23.
–Hebe (de Bonafini) me pareció una mujer muy fuerte, de pensamientos muy sólidos. Quedé sorprendida por la extensión de su trabajo en los programas de radio, televisión y la universidad. Considerando que estas mujeres tienen a sus hijos desaparecidos podrían haberse quedado en sus casas llorando, pero han hecho un trabajo muy efectivo como activistas de derechos humanos. Que la Argentina esté como está hoy y los juicios se estén llevando adelante se debe al trabajo de las Madres, las Abuelas y los organismos de derechos humanos. La gente no olvida lo que pasó.
–Un viejo proverbio africano dice: “Lejos es donde no hay nada, donde algo es aquello por lo que luchás hasta la muerte para alcanzarlo”. Tal vez, esta frase pueda ayudar a pensar la defensa de los derechos humanos.
–Absolutamente. La lucha por los derechos humanos es internacional, está en todos lados. La gente está siempre luchando contra la represión. En esta pelea no estamos solos.
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