Después del enigma del “cuarto muerto” –que en realidad parecería que no estaba muerto sino herido– un nuevo misterio acecha la causa penal sobre los hechos de violencia ocurridos en el Parque Indoamericano. Es “el misterio de la bolsa” que, supuestamente, tenía cartuchos recogidos por vecinos de Soldati: no se sabe dónde está y, según allegados al expediente, es muy importante para poder cotejar qué armas policiales (entre las incautadas) dispararon balas de plomo.

La historia de la bolsa empezó el jueves último, cuando el fiscal Sandro Abraldes fue al Indoamericano para hacer una reconstrucción de los dos primeros asesinatos, los de Bernardo Salgueiro y Rosemary Chura Puña. Lo acompañaron gendarmes y seis testigos. Una vez en el lugar, se sumaron otras personas para dar su testimonio. Una de ellas, un “líder” de la Villa 20, le dijo a Abraldes: “Si usted busca, tiene que haber una bolsa con cartuchos de colores (de municiones de plomo) que fueron recogidos por aquí”. Luego precisó, según allegados al caso, que en teoría Alejandro “Pitu” Salvatierra, dirigente de Ciudad Oculta que participó en el conflicto, había llevado los cartuchos a una reunión con el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández. A su vez, Fernández le habría dicho que se los quedara y los entregara a la Justicia.

Salvatierra fue citado por la fiscalía. Ayer, su versión tuvo algunas diferencias con la que antes había oído Abraldes. Relató que había llevado una bolsa a la reunión con Fernández, pero lo que tenía, dijo, eran “vainas servidas” y “algún que otro plomo”. Cuando le preguntaron qué había hecho con la bolsa, dijo que no sabía. Las vainas corresponden a armas de puño; los cartuchos, a armas largas, como escopetas, que los investigadores sospechan que podrían ser las que usa la Policía Federal (aunque no se descarta que fueran de armas caseras). No es una diferencia menor, ya que como informó Página/12, los proyectiles que mataron a Salgueiro y Chura Puña son “de carga múltiple” calibre 12 milímetros, es decir, de escopetas. En distintos puntos del parque fueron hallados por lo menos una decena de cartuchos que coinciden con ese tipo de munición.

“Pitu”, dirigente kirchnerista, se fue del despacho del fiscal con un ultimátum para que encuentre la bolsa. Abraldes no descartaría pedirle explicaciones al propio Fernández. Los cartuchos de balas de plomo, señalan fuentes de la causa, son muy importantes para peritar las decenas de armas secuestradas de la Federal y la Metropolitana. Son los elementos que permitirían establecer qué escopeta disparó los proyectiles que provocaron las muertes.

Los testigos del crimen de Salgueiro confirmaron que le habrían disparado federales desde el puente de la avenida Escalada. En el caso de Chura Puña, hay menos precisiones sobre el origen de los disparos. Abraldes espera recibir más testimonios sobre el tercer homicidio, el de Juan Castañeda Quispe: según testigos, habría actuado una patota.