Dom 02.01.2011

EL PAíS  › EL EX MINISTRO DE RELACIONES EXTERIORES JORGE TAIANA Y SU MILITANCIA BONAERENSE

“Hay que profundizar este proceso”

El ex canciller habla de los siete años de su gestión, el escándalo de Wikileaks y su regreso a la militancia. “Hay que recorrer la provincia y poner de pie a todos los sectores que apoyan al Gobierno para la campaña”, asegura.

› Por Fernando Cibeira

Incorregible, Jorge Taiana recibió el 2011 a bordo de un avión. No fue la primera vez: el 2008 lo inició en el Tango 01 junto a Néstor Kirchner, cuando lo acompañó a aquella frustrada liberación de rehenes en la selva colombiana. En esta ocasión, el ex canciller viajó a México para visitar a su hijo y pasar unos días de vacaciones, un alto en su actividad “militante” –como le gusta definir– que lo tiene de acto en acto de La Corriente, la agrupación en la que algunos lo proponen para algún cargo electoral en la provincia de Buenos Aires. Taiana no quiere hablar de candidaturas todavía, pero sí de la necesidad de una militancia activa que garantice que el modelo se profundizará y no buscará otros rumbos. En ese sentido, reconoce que las tomas de tierras de las últimas semanas indican una tarea pendiente para el Gobierno y, diplomático al fin, marca su “sorpresa” por el lanzamiento de Amado Boudou en la ciudad de Buenos Aires. “El estaba militando en la provincia”, recuerda.

–¿Qué extraña y qué no de los años en que fue canciller?

–Lo que se extraña es la posibilidad de interactuar con una serie de personas interesantes y que te enriquecen, y el hecho de estar muy activo en la construcción de cosas muy importantes como fueron estos años de política exterior. Lo que no se extraña es lo que se recupera, que es un contacto mucho más pleno y directo con la sociedad, la realidad de tu país. He vuelto al interior, me he reencontrado con muchos compañeros y vivo mucho más de cerca el proceso político.

–Debe ser un cambio pasar de hablar con Hillary Clinton y Celso Amorim al último militante de una unidad básica del conurbano.

–Es que no son los últimos, son los compañeros. Yo volví a la militancia con entusiasmo porque la fuerza central que nos ha sostenido es el apoyo popular y el conjunto de compañeros que hizo un gran esfuerzo no sólo acompañando sino participando políticamente de este proceso. Es otro escenario, claro, pero en el fondo es bastante parecido. Todo tiene que ver con la cuestión del poder, con cómo y para qué se acumula poder. En las relaciones exteriores, si uno representa a un país como la Argentina, se encuentra con un mundo desigual, con unos muy poderosos y con una mayoría de países pequeños y medianos, entre los que nos encontramos, que tienen que luchar con un mundo injusto para tratar de que lo sea menos. Y en la política interna pasa un poco lo mismo: de lo que se trata es de lograr una sociedad más justa.

–No hay divorcios “lindos”, ¿qué sabor le dejó su salida del gobierno?

–La gestión es una parte de la tarea del gobierno y de la de un militante. Yo participé de la gestión de las relaciones exteriores desde 2003 hasta 2010, más de siete años. Son etapas que en un momento se cumplen y hay que dedicarse a otra cosa, eso no tiene que ver con mi apoyo y mi militancia en el proceso.

–¿Cómo quedó su relación con la Presidenta?

–Bien. Ella es la conductora de este proceso, sin ninguna duda, y yo tengo el aprecio y el respeto de siempre.

–Otro episodio en el que apareció mencionado en los últimos tiempos fue en el de los cables difundidos por Wikileaks, ¿qué conclusión sacó de lo que se reveló?

–Varias cosas. Primero, demuestra un fallo enorme en un escenario de conflicto internacional como es la seguridad informática. Estados Unidos tiene un “zar” de la seguridad informática que unas semanas antes que trascendiera lo de Wikileaks estaba pidiendo permiso para hacer acciones ofensivas cibernéticas sobre otros países. Se gastan miles de millones de dólares en eso, así que es increíble que muestren un fallo colosal en los mecanismos de seguridad informáticos. Queda un poco grosera la referencia, pero es una especie de 11-S de la informática. Segundo, es una derrota importante para el Departamento de Estado, porque es a ellos que les pasó esto.

–Uno imaginaba que los cables secretos de Estados Unidos hablarían sobre bombas atómicas ocultas, pero lo que se conoció parecían más bien chismes de sobremesa.

–Quizás una de las mayores sorpresas ha sido la falta de relevancia de buena parte de la información y su incorrección, la falta de seriedad de esa información que aparece. ¿Cómo estos señores utilizaban un material tan poco elaborado y chequeado? Demuestra un nivel un poco sorprendentemente bajo de información. Sin embargo, hay que hacer una reserva. No sabemos exactamente qué es lo que dice Wikileaks, lo que nosotros sabemos es lo que cinco diarios quieren que sepamos sobre lo que tiene Wikileaks.

–En un cable informan que el embajador de Estados Unidos le reprochaba que el gobierno argentino había roto un compromiso sobre el Tratado Antártico. ¿A qué se refería?

–Esa es una mala interpretación de una cuestión que se hizo en el Tratado Antártico. Se armó una reunión técnica en la que se había alcanzado una fórmula entre los países reclamantes de soberanía para hacer la presentación sobre plataforma continental. A mí no me pareció que esa fórmula fuera buena y por eso no la hicimos. Había países como Rusia y Estados Unidos interesados en saber por qué no lo hicimos. Eso fue todo, fue casi una cuestión técnica.

–¿Le interesaría ser candidato en 2011 en la provincia de Buenos Aires como lo proponen varios dirigentes de La Corriente?

–No tengo particular interés ni creo que sea el momento de hablar de candidaturas. Lo que sí creo es que hay que recorrer la provincia y poner de pie a todos los sectores que apoyan al Gobierno para la campaña. La campaña que se viene va a ser muy importante por dos razones. La primera y más básica es porque es imprescindible ganar la elección para continuar la obra iniciada en 2003. Pero, además, hay que ganarla con un mensaje y con unos candidatos que permitan el avance y la profundización de este proceso que está en marcha y conduce Cristina. O sea, no es una cosa que empieza y acaba el día de las elecciones, sino que además tenemos que ir perfilando qué pasos queremos dar a continuación. El Gobierno puede tener una agenda de cambio muy importante y muy profunda, pero que ese cambio se consolide tiene que ser tomado por la sociedad. Eso es a lo que debemos ayudar nosotros desde la militancia.

–Algunos hasta lo propusieron como compañero de fórmula de Daniel Scioli, ¿cómo ve su gestión en la provincia de Buenos Aires?

–Bien. Es una provincia compleja, difícil, pero Scioli ha expresado la voluntad de cambio de este Gobierno bastante bien y ha contenido a los diferentes sectores. El tiene que desarrollar todavía su candidatura y su propuesta y, a partir de ahí, hay una base importante para poder trabajar.

–¿No es de los que piensan que haya que proponer ahora a Cristina Kirchner para la reelección?

–Sin dudas es mi candidata. Pero la candidatura la tiene que decidir la persona que conduce y eso lo debe hacer Cristina. Creo que los tiempos tienen que ser un poquito más avanzados, ella tiene que tomar la decisión cuando lo crea oportuno.

–En La Corriente habían propuesto a Daniel Filmus para la Jefatura de Gobierno porteña, luego también se sumó el ministro Carlos Tomada. ¿Qué opina del reciente lanzamiento de Amado Boudou?

–La posición de muchos compañeros que estamos en La Corriente es la de apoyar a Filmus. Tomada es un compañero muy querido con el que participamos de muchas cosas y tiene una muy buena perspectiva si quiere desarrollarse en Capital. Ellos dos se llevan muy bien, así que se verá qué lugar irá ocupando cada uno. En el caso de Boudou, bueno, él estaba militando en la provincia, así que quedé un poco sorprendido de que se postulara en la Capital.

–¿Le pareció mal cómo se lanzó su candidatura cuando otros que se estaban postulando en el mismo distrito?

–Milito en la provincia, así que trato de no meterme en la interna de la Capital, pero creo que la mejor forma de lanzar algo es conversar con el conjunto de los compañeros que están actuando en el distrito.

–La muerte de Néstor Kirchner fue el gran golpe que recibió el oficialismo este año, ¿cómo ve que se ha ido rearmando el Gobierno con algunos cambios de funcionarios y medidas como la creación del Ministerio de Seguridad?

–Néstor Kirchner fue sin duda la figura política de la década y era el jefe político de este proceso; su ausencia es importante y se va a sentir. El rol de conducción lo va a ocupar Cristina y ella está perfectamente preparada para eso. Lo que debemos hacer todos los militantes es acompañar y tener un rol más activo. Respecto del Ministerio de Seguridad, me parece bien su creación porque es un tema importante que está en la agenda de la gente. Y Nilda Garré es una persona bien capacitada para expresar una estrategia de seguridad que responda a las expectativas dentro del marco de respeto a la ley y los derechos humanos.

–¿Cómo interpretó la ocupación de terrenos que hubo en los últimos días?

–Más allá de las intencionalidades políticas que puede haber y distintos intentos de manipulación, vemos ahí una de las tareas en que tenemos que avanzar. El Gobierno ha hecho un importante plan de viviendas, más que en períodos anteriores, pero hay un tema con la tierra y la vivienda y el acceso a la vivienda para los sectores más humildes que está pendiente y todavía debe ser encarado. El otro día hablaba con el Barba Gutiérrez, que me dijo que tiene 28 mil familias viviendo en villas en Quilmes, de las que creo que 20 mil no tienen inodoro. Es decir, sabemos que más allá del crecimiento económico y de todo lo que se ha hecho por la inclusión, hay tarea pendiente.

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