La saga veraniega de la interna socialista en Santa Fe sube de tono a medida que se acerca el fin de la temporada: cuando el 21 de febrero cierren las listas de los candidatos del PS para las internas abiertas, simultáneas y obligatorias que definirán quién será el postulante del Frente Progresista para suceder a Hermes Binner en la Casa Gris. Ayer el propio gobernador volvió a cruzar al senador, presidente del partido y uno de los principales aspirantes a la gobernación santafesina, Rubén Giustiniani. “Quiere ser gobernador porque el año pasado fue elegido senador por seis años y no le gusta”, disparó Binner, que tiene su propio delfín para sucederlo: el ministro de Gobierno, Antonio Bonfatti. Giustiniani, en cambio, privilegió no salir a responderle a Binner pero prepara el lanzamiento de su candidatura el 5 de febrero. Mientras tanto, el intendente socialista de Rosario, Miguel Lifschitz, dio a entender que tampoco se bajó de la disputa por la gobernación.

“Esta situación se transforma en algo eminentemente personal, una persona que quiere ser gobernador porque el año pasado fue elegido senador por seis años y no le gusta”, señaló el mandatario provincial sobre Giustiniani. “Es una situación incomprensible que nuestro partido pierda el único senador nacional que tiene, en una candidatura a gobernador”, agregó Binner e insistió en que “Giustiniani tiene una concepción de individualismo que nosotros no compartimos”.

Para Binner, la postulación de Giustiniani se transformó en una piedra en el zapato que el gobernador emparentó con las dificultades que le genera a su gestión. “No- sotros tenemos que seguir gobernando porque es lo que está requiriendo la población y tenemos que tener respuesta hacia todos los temas; la verdad que sobre todos estos temas nosotros no conocemos cuál es la posición alternativa que tiene Giustiniani”, puntualizó en la entrevista radial donde volvió a criticar al presidente del PS.

El gobernador también afirmó que el sector partidario que representa plantea “la necesidad de un diálogo con el gobierno nacional” porque tiene que “resolver problemas prácticos y los problemas prácticos tienen nombre y apellido: salud, trabajo, educación”. Una muestra de que Binner no comparte la tarea legislativa de Giustiniani junto al Grupo A en el Congreso. Tampoco las aspiraciones de Giustiniani de acceder a la gobernación santafesina: “No- sotros no compartimos” esa postulación “porque creemos que hay que dialogar con todos los partidos políticos”, sentenció Binner.

Otro que habló fue Lifschitz. “Hasta el 21 de febrero, cuando se cierren las propuestas electorales, hay tiempo para analizar y conversar distintas posibilidades”, dijo el intendente rosarino en diálogo con la prensa, dando muestras de que todavía no se bajó de la competencia por la gobernación. A pesar de que muchos socialistas pensaban que ya había resignado sus aspiraciones de llegar a la Casa Gris y que iría por su reelección al frente de la comuna de Rosario. “No hay candidatos naturales para nada”, afirmó dando muestras de su no alineamiento con los dos sectores en pugna. Pero el intendente enseguida aclaró que “yo no estoy en oferta, ni tampoco estoy buscando ninguna candidatura, estoy muy enfocado en la tarea que tengo entre manos a lo largo de este año y ése es un objetivo fundamental”.

Cerca de Giustiniani prefirieron no echar leña propia a la hoguera de la interna partidaria. Aunque tampoco abandonaron sus pretenciones. Los seguidores del senador preparan el congreso del PS que el 5 de febrero proclamará la candidatura de Giustiniani a la gobernación santafesina.