Una testigo confirmó que el hombre que murió el miércoles luego de las agresiones recibidas el 23 de diciembre cerca de la estación de Constitución fue víctima de un intento de robo. Lo aseguró una mujer que estaba con la víctima, el plomero Luis Pizarro Araya, que presenció el hecho. El fiscal Pablo Recchini recibió ayer el sumario policial, donde consta esta declaración y espera el resultado de la autopsia. Fuentes judiciales indicaron que Pizarro tenía un hematoma en la cabeza y no descartaron que sus atacantes pudieran haber participado de los disturbios.

La mujer dijo que estaba con Pizarro Araya en un bar y que cuando comenzaron los incidentes, él le dijo que saliera primero. La mujer aseguró haber visto después al hombre tirado en la calle –a metros de una de las entradas laterales de la estación– y dos hombres encapuchados revisándole los bolsillos. La testigo describió a los dos atacantes y explicó que todo ocurrió en medio de los incidentes en la zona, incluyendo las piedras que rompieron los vidrios del bar donde ambos habían estado antes.

Pizarro Araya, de 60 años y de nacionalidad chilena, estuvo internado en coma trece días en el Hospital Argerich, hasta su fallecimiento el miércoles pasado por la mañana. En un primer momento se creyó que había recibido una pedrada en la cabeza, un dato que el Ministerio de Seguridad de la Nación no confirmó completamente, ya que esperaba la declaración de la mujer, quien había sugerido que se trataba de un intento de robo.

El 23 de diciembre pasado, un grupo de jóvenes se enfrentó con la policía en las inmediaciones de la estación Constitución luego de que activistas de Causa Ferroviaria cortaran las vías durante siete horas en Avellaneda, produciendo una interrupción total del servicio en la hora pico. Los disturbios en la central de trenes se extendieron durante varias horas e incluyeron destrozos y saqueos a los negocios de la zona.