EL PAíS › EL PS Y EL GEN EVALúAN ACORDAR CON PROYECTO SUR
Si el candidato radical no es Alfonsín, los socialistas y el partido de Stolbizer analizan ir con Binner como candidato a presidente, Pino Solanas en Capital y Luis Juez en Córdoba.
› Por Miguel Jorquera
La incierta definición de la interna radical retrasa el armado de una alianza opositora que le dispute al kirchnerismo el gobierno en las elecciones de octubre y obligó a sus aliados del Partido Socialista y el GEN a comenzar a diseñar un “plan B”, por si se frustra la candidatura presidencial de Ricardo Alfonsín y el acuerdo con la UCR. El plan alternativo consiste en la conformación de un “frente progresista” que incluya a Proyecto Sur y al juecismo cordobés. Los seguidores de Fernando “Pino” Solanas alientan esa estrategia y algunos de sus dirigentes sostienen que, si Hermes Binner fuera el candidato presidencial de ese espacio, el cineasta podría dejar de lado sus aspiraciones presidenciales para dar pelea por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Aunque la idea es aún incipiente, la propuesta comenzó a seducir a las bases del socialismo y del partido de Margarita Stolbizer, que apuestan a construir una alternativa con marcado perfil de centroizquierda antes que a encolumnarse detrás del radicalismo.
Para el PS y el GEN, la principal opción electoral sigue siendo la posibilidad de sellar un frente con la UCR, que cuenta con una estructura partidaria extendida en todo el país. Pero la postergación de la interna radical para definir un candidato presidencial –cuyo resultado puede ser determinante– desata incertidumbre entre los aliados de los boinas blancas. Ricardo Alfonsín cosecha adhesiones del socialismo y el GEN. Pero se dividen las opiniones respecto del senador mendocino Ernesto Sanz, y en ambas agrupaciones toman distancia de un acuerdo electoral con la UCR si el candidato es el vicepresidente Julio Cobos. Por eso, las dos fuerzas reclamaron a la UCR una definición rápida, para no atar todas sus expectativas electorales a la interna radical.
A la vez, desde el PS y el GEN siguen intentando seducir a Proyecto Sur para sumarlo a un “frente progresista” común con la UCR o, llegado el caso, proyectar junto a los seguidores de Solanas un plan B. Las tres bancadas partidarias estrecharon filas en la Cámara de Diputados después de tomar distancia del Grupo A, en el que sí continuó encolumnada la UCR. Allí, socialistas, margaritos y solanistas elaboraron una agenda legislativa común y comenzaron a especular con un posible acuerdo electoral, que ninguno de los involcucrados desecha.
Los socialistas son los más decididos a tomar distancia de la UCR si el candidato no es Alfonsín. En ese escenario, ya no aceptarán que Binner sea el segundo de un radical y promoverán que sea el candidato presidencial de un frente de centroizquierda. Allí comienza a tomar fuerza el plan B.
Varios dirigentes del PS imaginan un armado electoral que tenga al gobernador santafesino como cabeza de una fórmula atractiva y candidatos fuertes en los principales distritos electorales del país: “Pino en la Capital, Stolbizer en Buenos Aires, Juez en Córdoba y el Frente Progresista en Santa Fe, con un candidato socialista”, arriesgan algunos de sus dirigentes a la hora de ponerle nombres a la propuesta alternativa. Un armado que, según analizan, potenciaría los acuerdos en las otras provincias.
El plan entusiasma a una parte importante de la militancia socialista, más predispuesta a lograr un acuerdo con Proyecto Sur que con la UCR. De hecho, en provincias como Buenos Aires y Entre Ríos, el PS trabaja en distintas iniciativas junto a Proyecto Sur y GEN, de las que no participan los radicales.
La idea también seduce a la mayoría de las fuerzas que integran Proyecto Sur, que promueven el acercamiento con el PS y el GEN en la pelea por fortalecer una opción electoral por fuera del bipartidismo. Aunque vuelven a dividir aguas sobre una vieja discusión: el lugar que debe ocupar Solanas en el armado electoral. Algunos de ellos afirman que, de producirse esa posibilidad, habría que dirimir en una interna abierta la candidatura presidencial entre Binner y Pino. Para otros, el acuerdo con el PS y la candidatura presidencial de Binner formarían el único escenario en que el cineasta podría dejar a un lado sus aspiraciones presidenciales y encabezar un frente progresista con posibilidades ciertas de arrebatarle al macrismo el gobierno porteño.
El plan B facilitaría la adhesión del juecismo cordobés a una fórmula presidencial. Hasta ahora, Luis Juez mantiene conversaciones con Solanas y coquetea con respaldarlo en la carrera presidencial, pese a que su estructura electoral, el Partido Nuevo, todavía no se ha pronunciado al respecto. Distinto sería si el PS y el GEN –como parte de un frente de centroizquierda– abandonaran a la UCR y respaldaran su candidatura a gobernador de Córdoba, donde radicales y peronistas serían sus principales contrincantes.
Quizás el GEN que conduce Stolbizer sea el menos predispuesto a poner en marcha el plan alternativo. Pero muchos de sus dirigentes, igual que los socialistas, no dejan de mostrarse cada vez que Proyecto Sur los convoca a alguna de sus actividades. Son unos cuantos los margaritos que –a diferencia de su jefa política– dudan de encolumnarse con el radicalismo si el candidato presidencial no es Alfonsín. Por el momento, la posibilidad de aglutinar en un mismo frente electoral a todas estas fuerzas sigue dependiendo de la suerte que corra la interna radical.
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