La interna en el socialismo levanta cada vez más temperatura. El gobernador de Santa Fe, Hermes Binner, reiteró ayer su “preocupación” ante una posible división del Partido Socialista, a raíz de la disputa del Frente Progresista y Social para elegir a su sucesor en la provincia. Binner advirtió sobre la “vieja historia de divisiones” de la fuerza, que podría repetirse en los próximos meses si su ministro Antonio Bonfatti y el senador Rubén Giustiniani deciden competir por la candidatura. Giustiniani se llamó a silencio, mientras que fuentes del PS aseguraron que no se bajará de la competencia y que el resultado de la elección interna “dejará heridos, pero no fracturará el partido”.

“Con esta medida de ir a internas, nos preocupa que el socialismo se divida porque tiene una vieja historia de divisiones”, alertó Binner, aunque aclaró que hará “todo el esfuerzo” para que eso “no se produzca”. El mandatario provincial impulsa a su ministro de Gobierno, Bonfatti, mientras que el senador Giustiniani prepara para el próximo 5 de febrero un encuentro de su corriente para definir si compite o no en la interna partidaria del Frente Progresista.

Un dirigente del PS confió a Página/12 que el senador “irá sí o sí”, y que la situación hoy es muy complicada ya que “la interna santafesina tiene dos facciones bien definidas, que ante el primer conflicto importante se transforman en dos partidos distintos”. En ese sentido, explicó que “ambos plantean algo lógico. Binner quiere que el que continúe su proyecto sea de su riñón, pero del grupo que lo acompaña. Y Giustiniani asegura que no hará nada en Santa Fe que vaya a contramano de lo que vino haciendo el partido que él preside”. Con todo, las declaraciones del mandatario provincial encendieron la luz de alarma al interior del PS. “Puede ser una manera de meter presión y asustar o es un acto de desesperación si ve que su postura pierde apoyos”, aseguraron.

“La interna va a dejar algunos heridos, depende de quién gane, pero no se va a fracturar porque a nadie la conviene”, se esperanzaron en el PS.

Un acuerdo entre ambos dirigentes, poco probable por el momento, sería el escenario ideal, aunque competir en dos listas “no debería ser traumático” apuntaron desde el entorno de Giustiniani. “El presidente del partido no quiere la fractura y Binner, que es un presidenciable, no podría gobernar la provincia con todos los legisladores que responden a Giustiniani”, dijeron allegados al senador.

El gobernador, en tanto, no descartó alianzas con otros sectores afines a nivel nacional. “Todos aquellos que tienen una visión de la Nación y en la cual podamos coincidir en un 40 por ciento, hay que avanzar con ellos, y si podemos en un 60 por ciento, mejor, y si es un 80, estamos tocando el cielo con las manos”, indicó en alusión a un posible armado a nivel nacional con el radicalismo y el GEN.

Informe: Gabriel Morini.