A mediados de la década del ’90, invocando el principio de justicia universal, el juez español Baltasar Garzón pidió la extradición de decenas de represores argentinos, logró detener a Augusto Pinochet en Inglaterra y se convirtió en símbolo mundial del proceso de justicia contra los dictadores del Cono Sur. En 2008, cuando se declaró competente para investigar las desapariciones durante la guerra civil en su país y las masacres del franquismo, grupos de ultraderecha de España pusieron el grito en el cielo y lograron que el Tribunal Supremo aceptara una querella contra Garzón, que fue acusado de prevaricato y apartado de la investigación. La novedad es el nacimiento del proyecto francohamuer to.com, que recaudará fondos con el fin de promover la memoria histórica en España, borrar de la sociedad las huellas de Francisco Franco y defender en todo el mundo el principio de justicia universal. La plataforma se lanzará hoy en el Ateneo de Madrid.

“Me parece estupendo que hagan valer la justicia universal y que reivindiquen a nuestro querido juez Garzón, que tomó la iniciativa de hacer memoria, verdad y justicia como lo hacemos acá y le costó realmente su puesto”, analizó Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora. “Es muy importante que la ciudadanía común, sin pertenecer a ningún partido o agrupación política, también se sume a esta campaña”, agregó. Si bien tomó conocimiento de la iniciativa por el llamado de Página/12, la dirigente opinó que “sería excelente que los organismos tratáramos la idea y respaldáramos la campaña desde la Argentina”.

“Franconohamuerto.com es un espejo, un reflejo de la sociedad, un camino cívico donde no caben los partidos políticos”, explican desde el sitio web. “Es un proyecto descentralizado, participativo, colectivo”, agregan los impulsores, que se presentan como “un grupo heterogéneo de ciudadanos que pretenden reivindicar la memoria histórica y la justicia universal con ayuda de la tecnología”. Se trata de “una herramienta colectiva que pretende transformar la realidad con ludismo (en la forma) y seriedad (en el método), limpiar las heridas y huellas de la dictadura de Franco con naturalidad, sin violencia” y también “evitar que el lado oscuro de la Justicia aparte al juez Garzón de la Audiencia Nacional de España”.

El objetivo inmediato del proyecto es recaudar fondos para realizar una campaña publicitaria con el eslogan “Memoria y justicia. Apoyo a Garzón”, que ya puede leerse en la parte trasera de colectivos de línea de Madrid, Barcelona y Londres. La consigna acompaña la imagen de un cuerpo desnudo con las manos esposadas por la espalda y el rostro de Garzón atravesado por cinco flechas. Pero ésa es sólo “la punta de lanza”, aclaran desde la plataforma. Entre sus proyectos a mediano plazo figuran el impulso de “mapas geolocalizados con las huellas del franquismo, canales de videos en Youtube y Vímeo con obras creativas, galerías en Flickr con trabajos de diseñadores, perfiles en las principales redes sociales, concursos de comic, de animación y de videojuegos”, entre otros.

De la presentación de la plataforma, participará el actor y cómico Leo Bassi, que realizará una performance ante una réplica del Valle de los Caídos bautizada como Francolandia. El Valle de los Caídos es el monumento que con mano de obra esclava de prisioneros políticos ordenó construir el propio Franco, enterrado allí mismo junto con el fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera, y otros 33.872 caídos durante la guerra civil, incluidos 500 republicanos cuyo traslado ilegal pretendía investigar Garzón.

Actual asesor de la fiscalía de la Corte Penal Internacional de La Haya, Garzón se declaró competente en octubre de 2008 para investigar los crímenes del franquismo. En mayo del año pasado el Consejo General del Poder Judicial lo suspendió luego de que el juez supremo Luciano Varela aceptara las presentaciones de grupos de ultraderecha para juzgarlo por prevaricato. La acusación: ignorar una ley de amnistía de 1977 que impidió investigar las desapariciones de cien mil personas durante la Guerra Civil Española.