Cristina Fernández de Kirchner se impondría con altísimos porcentajes en varios distritos clave del país, entre ellos algunos de los que concretarán las primeras elecciones del año, aunque serán para cargos provinciales. Tal el caso de Catamarca, Chubut o Santa Fe. La base del cuadro de favoritismo de la Presidenta se asienta en dos ejes. En primer lugar, la mejora en las opiniones sobre su gestión. Superado un mes difícil como fue diciembre, con incidentes de importancia como los del Parque Indoamericano o Constitución, la mandataria retomó el camino de una imagen ascendente llegando, por ejemplo, en la provincia de Buenos Aires, a un 65 por ciento de opiniones positivas. El segundo factor que sustenta su favoritismo sigue siendo la fragmentación y las dificultades de instalar ideas alternativas por parte de la oposición. La lógica indica que los candidatos opositores se ubicarán mejor en los próximos meses, aunque –al menos por ahora– la diferencia es sideral.

Las conclusiones surgen de varias encuestas a las que tuvo acceso Página/12. Los trabajos corresponden, en la provincia de Buenos Aires y Salta, a Ibarómetro, que lidera Doris Capurro; en Santa Fe, a Aresco, la empresa de Julio Aurelio; en Catamarca, al Centro de Opinión Pública (CEOP), de Roberto Bacman, y en Chubut, a Ricardo Rouvier y Asociados. Se trata de estudios realizados a fines enero y principios de febrero, respetándose las proporciones por edad, sexo y nivel económico-social. La realidad es que actualmente hay pocas diferencias entre las encuestas: incluso las encargadas por candidatos opositores exhiben números muy parecidos a los estudios de opinión que se publican.

Del total de votantes en 2007, casi 20 millones, más de un tercio sufraga en la provincia de Buenos Aires. La diferencia que hoy registra la Presidenta en ese distrito sería decisiva y tendría como resultado casi automático un triunfo en primera vuelta. En 2007, la actual mandataria consiguió el 45 por ciento de los votos en territorio bonaerense, mientras que la actual proyección, asignados los indecisos, la pondría muy por encima del 50 por ciento.

Parece obvio que el candidato opositor no se termina de definir, porque la realidad es que ninguno termina de trepar. La eventual alianza entre Mauricio Macri y Eduardo Duhalde parece colocarse en el segundo puesto, pero habrá que ver si esos votos se suman o ocurrirá que una parte del centroderecha se negará a votar a una alianza que incluya al peronismo y, sobre todo, si el votante peronista terminará acompañando a un candidato de centroderecha. En todo caso, 30 puntos de diferencia, como los que señalan las encuestas bonaerenses hoy, serían indescontables.

En los dos distritos en los que se realizarán las primeras elecciones provinciales, en marzo –Catamarca y Chubut–, más allá de lo que resulte de la carrera a la gobernación, en ambas la Presidenta tiene una amplísima ventaja. En Catamarca, donde gobierna la UCR, Cristina Fernández conseguiría hoy el 45 por ciento de los votos, con todavía un 11 por ciento de indecisos. Le sacaría más de 20 puntos a Ricardo Alfonsín, el casi seguro candidato radical. En Chubut, los escenarios no prevén al actual gobernador Mario Das Neves como candidato. Das Neves tendrá muchas dificultades para ganar la interna del Peronismo Federal y, además, se está hablando largamente de un eventual acuerdo con el macrismo. Si Das Neves no es candidato a presidente, como todo lo indica, la Presidenta le sacaría nada menos que 40 puntos de ventaja al segundo, Mauricio Macri.

La tercera provincia que encabezará el calendario electoral, Salta, en abril, también exhibe una abrumadora diferencia entre Cristina Kirchner y quien le sigue. También 40 puntos. Habrá que ver cómo evoluciona el año político y económico, pero se trata de un distrito gobernado por el peronismo y todo indica que las diferencias serán amplísimas, como en 2007.

El dato que hoy en día corroboran todos los estudios es que la Presidenta se impone, con mucha diferencia, en la provincia de Santa Fe. Es un distrito donde votan cerca de dos millones de ciudadanos y en 2007, cuando la Presidenta derrotó en primera vuelta a Elisa Carrió, apenas hubo dos puntos de distancia entre el Frente para la Victoria y la Coalición Cívica. Hoy, Aresco pronostica unos 25 puntos entre la mandataria y el segundo, que sería Ricardo Alfonsín.

Las cosas no serán fáciles para Pino Solanas y Elisa Carrió. Las elecciones presidenciales tienden a la polarización, sobre todo al final de la campaña. Una parte de los ciudadanos termina optando por el llamado voto útil, de manera que las intenciones de voto que registran tantos meses antes del día de la elección suelen reducirse por ese efecto. La líder de la Coalición Cívica –así lo dicen todas las encuestas– se encamina a estar debajo del 5 por ciento de los votos. Es muy probable que Pino Solanas esté por encima de ese porcentaje, pero le será complicado disputar, en materia de votos, el espacio de oposición.