“Necesitamos una ciudad que abra sus brazos y no que tenga discursos miserables y xenófobos”, aseguró ayer el ministro de Trabajo y precandidato a jefe de Gobierno porteño, Carlos Tomada. Ante unas mil personas, el titular de la cartera realizó un acto en Villa Soldati junto a organizaciones de la Federación de Tierra y Vivienda, donde aseguró que este año en las elecciones “se resolverá quién tiene el poder”. El ministro insistió con el eje de su campaña, donde proclama que “la ciudad de Buenos Aires también se integre al proyecto nacional y popular” que se inició en el 2003.

“Este es un año fundamental en la historia de los argentinos porque va a estar en juego no solamente quién va a gobernar. Vamos a discutir quién tiene el poder: si lo tienen los grupos concentrados, los que han gobernado el país sin ganar ni una sola elección, o si estará en manos de todos nosotros, que es el pueblo argentino”, afirmó Tomada. El ministro continúa así con su campaña en la Ciudad para convertirse en el candidato del kirchnerismo para gobernar el distrito.

Tomada es uno de los tres precandidatos que tiene el oficialismo en la ciudad de Buenos Aires. El terceto lo completan el senador Daniel Filmus y el ministro de Economía, Amado Boudou, los tres con buenas posibilidades según las encuestas. El ministro de Trabajo lanzó oficialmente su precandidatura a principios de febrero, en un acto que mostró algunos apoyos como el de la ministra de Seguridad, Nilda Garré, y la presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont.

Después de los discursos de las dirigentes sociales de la FTV Berta Revilla y Carolina Lister, Tomada referenció que su espacio político “jugará con una enorme ventaja, porque así como tuvimos un presidente que cambió la historia, nosotros esta pelea la vamos a dar con una presidenta que está cambiando el futuro”, provocando los aplausos de la multitud que se congregó en Soldati. Allí destacó que Cristina Fernández de Kirchner “es la única presidenta de toda la historia que cuando fue amenazada por la derecha, por la reacción, por los grandes medios, en vez de aflojar y bajar los brazos, redobló los esfuerzos: puso mucha voluntad política y tomó medidas trascendentales”.

En alusión a la gestión que lleva adelante Mauricio Macri, Tomada afirmó que su proyecto buscaba “un país que abra sus brazos y no que tenga discursos miserables y xenófobos como los que escuchamos”, recordando el conflicto por la toma de tierras del Parque Indoamericano, en diciembre del año pasado. Afirmó que había que “ejecutar el presupuesto que tenemos. Hay que tener criterio y sensibilidad social, entender lo que es la justicia social para que haya salud pública en la Ciudad. Los que no usan lo público, no saben lo que es”, concluyó Tomada.

Entre los presentes en el acto se encontraba el titular de la FTV, Luis D’Elía, quien aseguró al finalizar el acto que “la Ciudad es víctima del autoritarismo y la xenofobia. El sur de la Ciudad está totalmente olvidado, y en el imaginario colectivo Soldati es un símbolo de lo que no debe ser, y es por eso que es importante que Tomada esté acá para ratificar su compromiso con los más humildes”. Antes de retirarse agregó que el kirchnerismo tenía a otros dos “buenos candidatos” con Amado Boudou y Daniel Filmus.