Jue 03.03.2011

EL PAíS  › OPINIóN

Asignaturas pendientes

› Por Martín Hourest *

El lunes empezó el año escolar en la ciudad de Buenos Aires. Lo que podría ser un nuevo año con el clásico cuaderno en blanco lleno de hojas para completar es un ciclo en el que tristemente se va a consolidar un peligroso retroceso de la educación en la ciudad de Buenos Aires.

Empezar otro nuevo ciclo lectivo sin que se haya discutido absolutamente nada en calidad educativa es ya un salto hacia atrás: en cualquier distrito serio del mundo se discuten estándares mínimos de contenidos para la escuela pública y la privada. En la ciudad no se ha planteado nada en cuestiones de supervisión de la educación privada ni en actualizaciones para la escuela pública. El gobierno de Macri no ha hecho ni un solo aporte a la calidad educativa en estos tres años de gobierno.

Como agravante, las desigualdades en educación han aumentado, porque no se han llevado a la práctica medidas para favorecer la inclusión social en las comunidades ni en el medio escolar: no hubo equipamiento social y simbólico para mejorar el entorno educativo, por lo tanto aumentó la desigualdad.

Por otro lado, se ha descuidado hasta lo más básico y primordial: el estado en que las escuelas recibirán a miles de niños: el último informe de la Dirección General de Contaduría del Gobierno de la Ciudad demuestra que hubo unos índices alarmantes de subejecución presupuestaria en las obras públicas comprometidas para el área de Educación. Se ha gastado sólo el 33,6 por ciento de los fondos destinados a infraestructura de Educación.

Es paradigmático, casi perverso, que se sobreejecute un 150 por ciento en bacheo y plazas y un 142 por ciento en publicidad y propaganda, la ejecución anual (implica todo el 2010), mientras se subejecuta el presupuesto destinado a infraestructura educativa y no se invierte nada en mejorar la calidad de la educación.

Lo que está claro es que es imposible abordar seriamente la calidad educativa de la ciudad, sin modificar antes cuestiones básicas como el hacinamiento escolar zona sur, mal equipamiento en el sector público, y sin la implementación urgente de políticas sociales que garanticen un techo y un ingreso digno a los sectores populares.

La educación tiene la enorme responsabilidad de dotar a los individuos de herramientas para ser personas libres e independientes, y con recursos propios. No vamos a dejar que se comprometa el destino de los niños de esta ciudad.

* Legislador bloque Igualdad Social.

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