El juez en lo Penal Económico Marcelo Aguinsky intimó ayer a la Aduana para que presente el informe oficial sobre los elementos que traía el avión norteamericano que llegó a la Argentina para un curso de instrucción sobre secuestros y toma de rehenes. En la aeronave venían materiales no declarados en la lista presentada por la Embajada de Estados Unidos. La Aduana, ayer mismo, le avisó al juez que entregará el informe antes del límite impuesto por el magistrado: las 13 horas del jueves próximo. Todo indica que después de la entrega del informe y la declaración de la directora de la Aduana, María Siomara Ayerán, el juez Aguinsky cerrará la causa por inexistencia de delito. Como lo sostiene la Aduana, no se trata de un caso de contrabando sino de una infracción aduanera grave.

Ayerán debía presentar el informe el miércoles pasado, pero fuentes allegadas a la Aduana le hicieron saber a este diario que el informe requirió de la intervención de varios especialistas, por lo cual se produjo la demora. Ayer, Aguinsky le envió un oficio a la Aduana diciéndole que la presentación debía hacerse dentro de las siguientes 48 horas, por lo que –considerando los feriados de lunes y martes– el vencimiento es a las 13 horas del jueves. “En caso de incumplimiento, se hace saber a la señora Directora General que tal omisión implicará la conminación de pagar 10.000 pesos diarios en concepto de Astreintes (sic)”, dice el oficio. Astreintes son multas.

Ayer mismo, la Aduana adelantó que presentará el informe en tiempo y forma, por lo que no deberá pagar las astreintes. El texto será un listado de todos los elementos que traía el avión, con sus respectivas posiciones arancelarias, y la comparación con la lista oficial entregada por la Embajada de Estados Unidos. Los norteamericanos traían aparatos de intercepción de comunicaciones, un par de cañones para colocar en armas y drogas de distinto tipo que –según su versión– servirían para reducir a eventuales secuestradores. También había medicamentos vencidos.

Tanto el juez como la Aduana coinciden en que lo ocurrido no puede encuadrarse como contrabando, por cuanto los elementos no venían escondidos ni camuflados. Dentro de las valijas o cajones no había dobles fondos o forros que se disimularan los materiales. Por lo tanto, se trata de algo parecido a lo que ocurre con un turista que en el listado que le entrega a la Aduana dice que no trae nada y le encuentran una laptop en la valija. No es contrabando sino una infracción aduanera llamada omisión de declaración. Si Aguinsky resuelve de esa manera –como todo lo indica–, dejará la pelota en cancha de la Aduana, que deberá decidir si aplica una multa, si destruye el material o si se lo devuelve a los funcionarios de Estados Unidos para que se lo lleven de regreso a su país.

Desde el punto de vista diplomático, la Argentina y Estados Unidos mantuvieron sus posiciones. La Cancillería pide que el gobierno norteamericano le dé una explicación y la administración de Barack Obama reclama que le devuelvan el material, algo que no se puede hacer hasta que Aguinsky resuelva.