Las repercusiones del encuentro entre el presidente Eduardo Duhalde y los líderes piqueteros Luis D’Elía y Juan Carlos Alderete están llamadas a durar mucho más que la presencia de los titulares de la Corriente Clasista y Combativa y la Federación de Tierra y Vivienda en la Casa de Gobierno. Mientras el jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, desmintió que el Presidente hubiera prometido el otorgamiento de un millón de nuevos planes asistenciales, los dirigentes piqueteros recibieron fuertes críticas de parte de la Coordinadora de Trabajadores Desocupados Aníbal Verón.
“Mal puede conceder una tregua al Gobierno quien no pelea”, afirmaron ayer los dirigentes de la Aníbal Verón. Luego de afirmar que los encuentros del Gobierno con los grupos piqueteros “es una farsa”, la CTD anunció que “continuará con su plan de lucha que incluye corte de rutas en los accesos a la Capital”.
Por su parte, el jujeño Carlos “Perro” Santillán desmintió ayer haber criticado a Alderete y D’Elía por su audiencia con Duhalde. “De ninguna manera he expresado ni tengo ningún desacuerdo con mis compañeros, es más, lo que dije está en el mismo lineamiento de las declaraciones de Alderete; efectivamente hemos obtenido algunas reivindicaciones por las que venimos luchando; no obstante consideramos que nuestros problemas y las necesidades de millones de argentinos requieren soluciones generales que estas políticas no proporcionan.”
El ministro de la Producción, Aníbal Fernández, continuó en la misma línea que Atanasof y puso el acento en que los sectores piqueteros “no se llevaron nada del Gobierno”. “Yo no expongo al Presidente a una charla estéril”, respondió Fernández cuando se le preguntó sobre futuros encuentros de Duhalde con otros dirigentes del movimiento piquetero.
Al margen de los dimes y diretes que provocó el paso de D’Elía y Alderete por la Rosada, ayer un nuevo grupo denominado Movimiento de Unidad Popular con cerca de 400 manifestantes cortaron los accesos al Puente Pueyrredón. Luego de afirmar que permanecerían en el lugar “por tiempo indeterminado”, reclamaron unos 50 mil kilos de alimentos, 3600 chapas y 1800 tirantes para comedores comunitarios en la zona de Quilmes, lugar de la nueva agrupación piquetera.