Emilio “Madonna” Quiroz –el dirigente camionero que disparó durante los incidentes ocurridos en la quinta de San Vicente el 17 de octubre de 2006 entre militantes de ese gremio y afiliados a la Uocra cuando eran trasladados los restos del ex presidente Juan Domingo Perón– comenzó a ser juzgado ayer en los tribunales penales de La Plata. Su abogado dijo que “actuó como un policía, hizo lo que hubiese hecho cualquier uniformado, que no movieron un pelo, se quedaron en sus móviles”.

El letrado Daniel Llermanos explicó que su defendido “obró en defensa de terceros” y “contribuyó a que termine esa batahola”. Quiroz fue detenido al día siguiente y declaró haber efectuado disparos “para evitar un mal mayor”. Llermanos dijo, además, que “es un hecho llamativo” que sólo se juzgue a Quiroz, “porque ese día hubo 56 heridos, algunos de ellos de gravedad, pero ninguno de bala”.

Las audiencias del juicio oral y público, que se inició ayer en La Plata, se desarrollan ante el Tribunal Oral Criminal II que integran Liliana Torrisi, Claudio Bernard y Lidia Moro, y juzgan la conducta adoptada por Quiroz en los incidentes ocurridos durante aquella manifestación que acompañó los restos de Juan Domingo Perón. En la primera jornada declaró el policía bonaerense Julio Alejandro De Luca, quien admitió que “claramente la policía quedó superada por el conflicto y la situación se desbordó”. También declaró el policía Gabriel Fernández, que resultó herido durante el enfrentamiento, quien relató que estaba apostado en la puerta de acceso a la quinta de San Vicente en un móvil policial. La fiscal Helena de la Cruz ratificó la acusación contra Quiroz, a quien le imputó los delitos de tentativa de homicidio, intimidación pública, daño calificado y portación ilegal de arma de guerra atenuada. “Disparó con intención de causarles la muerte a las personas que se encontraban allí, lo cual era previsible y altamente probable teniendo en cuenta la cantidad de gente que había y la peligrosidad del objeto empleado”, argumentó.