El radicalismo le dijo ayer a Francisco de Narváez que no piensa incorporarlo a un frente electoral a nivel nacional y que, cuanto mucho, podría sumarlo como parte de un acuerdo acotado estrictamente a la provincia de Buenos Aires. “Nuestro frente a nivel nacional, esto tiene que quedar claro, es con el socialismo y con el GEN”, sentenció ayer el candidato presidencial de la UCR, Ricardo Alfonsín, en respuesta al reclamo del peronista disidente. De Narváez había salido el martes a exigir participación en el armado y la discusión nacional, algo que fue ratificado ayer luego del rechazo. “Nos mantenemos en lo que dijo Francisco, no nos podemos mover de armar un frente nacional”, replicó a Página/12 un hombre de su entorno, quien amenazó con presentarse en las elecciones de octubre sin candidato a presidente.

Mientras retumban en el socialismo y el GEN los conflictos con la UCR por sus negociaciones para habilitar una lista de adhesión de De Narváez en la provincia de Buenos Aires, el radicalismo ahora entró en cortocircuito con el peronista disidente, que le exigió sentarse a la mesa donde se toman las decisiones importantes.

Los argumentos del Colorado son concretos: Buenos Aires es el distrito más importante del país y representa un 38 por ciento del electorado nacional. Los problemas de ese distrito no se resuelven solamente a nivel local. Además, a través de su figura, De Narváez podría “aglutinar” a otros dirigentes del PJ disidente para arrimarlos al calorcito radical en octubre. Y, por último, el socialismo y sobre todo el GEN no son fuerzas con un gran despliegue territorial, por lo que no habría diferencias de representación política con ellos. “Estamos construyendo un frente nacional con el radicalismo, el socialismo, GEN, Unión Celeste y Blanco y otras fuerzas políticas. Ese frente tendrá distintas expresiones, como las tiene en Santa Fe”, señaló De Narváez.

La respuesta no se hizo esperar. El titular del Comité Nacional, Angel Rozas, sostuvo que “el radicalismo está muy conforme y valora las expresiones de adhesión que recibe Alfonsín de parte de distintos referentes políticos, pero el frente político a nivel nacional respetará lo decidido por nuestra Convención Nacional”. El órgano partidario resolvió el año pasado que las alianzas de la UCR serán con fuerzas afines como el socialismo, el GEN y la Coalición Cívica.

Además de las declaraciones de Rozas, Alfonsín también marcó distancia de las palabras del Colorado. “No vamos a sumar al frente que estamos construyendo con el socialismo a ninguna fuerza que pueda hacernos desnaturalizar nuestro programa o sacrificar nuestra visión acerca de lo que hay que hacer en Argentina”, aseguró el candidato presidencial en una entrevista en el programa Con voz propia, de Gustavo Sylvestre. “A nivel nacional tenemos que reunirnos fuerzas homogéneas que piensen igual. Yo no soy irrespetuoso con quienes piensan diferente, simplemente digo que piensan diferente. ¿Por qué eso significa demonizar o faltarles el respeto? ¿Cómo voy a reunir en un frente político a fuerzas que piensan cosas distintas?”, agregó.

De todas maneras, el alfonsinismo insistió con la posibilidad de concretar un acuerdo acotándolo a una lista de adhesión en el terreno distrital. “Si no logran construir una alternativa nacional y nos quieren acompañar, bienvenidos sean. ¿Por qué les vamos a decir que no nos voten?”, explicó Alfonsín. En el entorno de De Narváez señalaron que si bien el presidente y el vice no están en discusión, “de ahí para abajo” quieren debatir el resto de los cargos.

Para saber quién será el vice de Alfonsín, la UCR deberá esperar hasta la primaria de Santa Fe. Si Antonio Bonfatti, el delfín del gobernador Hermes Binner, les gana este domingo a Rubén Giustiniani y Mario Barletta, Binner podría compartir la fórmula con el radical, pero si pierde anunció que no participará en candidaturas nacionales.