Otra nueva y extraña anomalía en el avión presidencial Tango 01 desató la alerta en el Gobierno, que –aunque no fue confirmado oficialmente– habría iniciado una investigación administrativa ante la sospecha de sabotaje, cuyo resultado podría derivar en una denuncia ante la Justicia. La decisión se habría tomado el pasado 6 de mayo después de que el Boeing 757/200 volvió a registrar problemas en una de sus turbinas Rolls-Royce en un vuelo a El Calafate en el que trasladaba a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. La turbina que tuvo problemas “infrecuentes” es alquilada a la firma inglesa que las fabrica, ya que la original se encuentra en reparación por problemas similares.

La reiteración de los hechos motivó las sospechas, aunque el Boeing adquirido por Carlos Menem en 1992 no es la primera vez que experimenta problemas durante la gestión kirchnerista. El 19 de octubre de 2004, en un vuelo a Entre Ríos en el que viajaban el ex presidente Néstor Kirchner y varios ministros, sufrió una explosión en su turbina izquierda. El 31 de octubre de 2007, el motor derecho se recalentó en el trayecto desde Ríos Gallegos cuando también viajaba el ex presidente. Poco después, el 18 de noviembre del mismo año, cuando ya CFK había asumido la presidencia, el avión encendió su alarma por mal funcionamiento del tren de aterrizaje camino al Aeroparque. Y el 19 de abril de 2009 debió aterrizar imprevistamente en Caracas por un desperfecto en el parabrisas. Ahora, el Tango 01 vuelve a estar paralizado mientras se lo revisa rigurosamente.