Nadie sabe si la Presidenta se decidió mirando encuestas, aunque es muy probable que las haya tenido muy en cuenta. Néstor Kirchner las leía con avidez y todo indica que tanto para Cristina como para Néstor, los números de intención de voto son un mapa que sirve de guía. Como sea, la decisión de poner en juego la fórmula Daniel Filmus-Carlos Tomada encaja totalmente con la conclusión que surgía de la mayoría de los sondeos.

Filmus es el candidato con mayor intención de voto del Frente para la Victoria (FpV) y ante el regreso a la elección de Capital Federal de Mauricio Macri y Fernando “Pino” Solanas, el oficialismo debía –según los consultores– jugar su mejor carta. Más allá de que Amado Boudou sea hoy un hombre más cercano a Cristina que Filmus. Según sostienen buena parte de los consultores, la fórmula Filmus-Tomada es muy competitiva y podría disputarle la ciudad al hasta ahora favorito Macri.

Uno de los trabajos que tuvo en cuenta la Presidenta para tomar decisiones fue el realizado por el Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP), que lidera Roberto Bacman. Se usó el método telefónico para entrevistar a 504 porteños, respetándose las proporciones por edad, sexo y nivel económico social. El sondeo del CEOP le otorga 32 por ciento de intención de voto a Macri, 30 a Filmus y 17 a Solanas. Esto garantizaría el ingreso de Macri y Filmus al ballottage, en el cual la pelea sería bastante pareja: 42 Macri, 41 Filmus. La curiosidad es que los votos de Solanas no son de centroizquierda únicamente, sino que se dividen en forma bastante pareja entre Macri y Filmus.

Eso ocurre, al menos ahora, antes de empezar la campaña. Según los consultores, Solanas recoge votos de centroderecha que provienen de los apoyos que en su momento tuvo Elisa Carrió.

Eduardo Fidanza, de Poliarquía, sostiene que el panorama no está para nada despejado. “La situación electoral en Capital aún es difícil de evaluar. La elección de Filmus se suma a las candidaturas de Solanas y Macri, decididas hace pocos días. En cierta forma, los escenarios elaborados hasta ahora pierden validez. A partir de ahora se decantarán las opciones del electorado. De lo anterior, sólo podemos extraer orientaciones. Estas son: primero, que Macri obtendría la primera vuelta, pero su panorama para la segunda no está despejado; segundo, Filmus podría disputar el ballottage, si hace buena campaña y si la estrella de CFK sigue refulgiendo, y tercero, las chances de Pino dependen de los independientes que rechazan las otras opciones; son muchos y esperan una propuesta novedosa.”

Para Enrique Zuleta Puceiro, “las razones que llevaron a la Presidenta a optar en un sentido probablemente contrario a sus preferencias íntimas no son muy diferentes de las que, en los últimos tiempos llevaron a figuras tan disímiles como Julio Cobos, Ernesto Sanz, Mario Das Neves, Felipe Solá, Mauricio Macri o Fernando Pino Solanas a abandonar una apenas iniciada carrera presidencial o de las que hoy por hoy llevan a Ricardo Alfonsín a entablar negociaciones con Francisco de Narváez. Son razones de necesidad”.

“Daniel Filmus es, en efecto, el único candidato capaz de perder frente a Mauricio Macri por menos de diez puntos en primera vuelta, acceder al ballottage y competir luego de igual a igual en una final de resultados hoy difíciles de prever. Amado Boudou –estrella central de un gobierno que ya aseguró a Cristina Kirchner su reelección en primera vuelta– hubiera perdido en cambio por casi veinte puntos, sin posibilidad alguna de evitar el acceso de Solanas a la segunda vuelta.”

“La fórmula Filmus-Tomada le permitirá al FPV entrar al ballottage”, afirma Artemio López, de Equis, uno de los que sostenían que la mejor alternativa era la candidatura de Boudou. “La clave del ballottage será por parte del FpV capturar el electorado defraudado por la gestión PRO y no tanto intentar obtener el voto de otros segmentos ideológicamente (en apariencia) más próximos, en particular el caso de los votantes de Proyecto Sur. Difícilmente los que mantienen hoy la opción que tiene a Solanas como candidato, uno de los más férreos opositores al gobierno nacional desde junio de 2009, respalden en segunda vuelta al FpV.”

“En esta perspectiva, el electorado que aún acompaña la alternativa de Solanas es decididamente antikirchnerista y en segunda vuelta si no vota a Macri, que en algún caso lo hará, no votará o votará en blanco antes que al FpV. Es una diferencia conceptual definitoria para la campaña que se inicia: si la fórmula del FpV orienta su estrategia a captar electorado defraudado por la gestión macrista, tiene chances ciertas de disputar el ballottage; si por el contrario la estrategia del frente se orienta a captar electorado con afinidad ideológica aparente, sus chances de éxito se verán reducidas.”

Hugo Haime también piensa en términos de lo que Filmus y Tomada aportan como combinación. “Me parece que se eligió la mejor fórmula para pelear la Capital. Filmus ya demostró que es un candidato que llega a la segunda vuelta, conoce la ciudad, es reconocido por la gente como un conocedor de la ciudad, es un leal a Cristina, aunque tiene ideas propias de qué hacer en la ciudad. Además, ya sacó cuarenta puntos de votos en el ballottage anterior. Tomada es un buen compañero de fórmula porque le agrega peronismo. El centroizquierda está en Filmus y en Juan Cabandié, pero la cuota de peronismo, fundamental, la representan Tomada, Juan Manuel Olmos y Víctor Santamaría. Filmus-Tomada es una fórmula muy competitiva.”

“La decisión de Cristina Kirchner a favor de la fórmula Filmus-Tomada demuestra la firme vocación de la Presidenta de recuperar la ciudad de Buenos Aires al proyecto nacional”, afirma Doris Capurro, de Ibarómetro. “Es una fórmula muy fuerte, que reúne las aspiraciones de una franja amplia del electorado porteño. Y, por otro lado, deja afuera del escenario principal a Solanas, quien difícilmente logre romper la polarización entre el kircherismo y el macrismo.”

“La interna previa dentro del espacio del kirchnerismo –agrega Capurro– en la que disputaron dos ministros y el dirigente kirchnerista con mejor imagen en la ciudad muestra a las claras la intención de jerarquizar estas elecciones porteñas. Según las encuestas, el objetivo se logró. El espacio creció y se robusteció frente a un Macri debilitado, retirado de la pelea presidencial. A tal punto, que si las elecciones fueran hoy, se registraría un empate técnico entre el FpV y el macrismo. Al mismo tiempo, esta campaña posicionó a Amado Boudou como un jugador político, rompiendo el tabú de que un ministro de Economía nunca puede aterrizar a la política. Su verdadera carrera política arranca ahora. Su campaña sirvió de antesala para un futuro rol importante. Su conocimiento y reconocimiento ha subido entre los kirchneristas y, también, en la opinión pública.”

Analía Del Franco, de Analogías, resalta el efecto sorpresa. “Es esencial en una campaña electoral y en ese terreno fue un objetivo cumplido por parte de la Presidenta. La decisión del viernes provoca un relanzamiento de la fórmula y probablemente hace repensar la estrategia a más de un adversario.”

“En segundo lugar, diría que se observa una doble apuesta de la fórmula, por un lado una espada frente al progresismo que sigue a Pino Solanas, por el otro una espada para pelear ciertos sectores del peronismo porteño en varias oportunidades seducidos por el macrismo, y que podrían ser decisivos en el ballottage.”

“Como venimos diciendo desde hace tiempo, si en 2007 el FpV logró entrar en ballottage, con más comodidad lo podría hacer ahora, que cuenta con el envión de la buena imagen e intención de voto presidencial, 55 y 35 por ciento respectivamente, y un Mauricio Macri con el desgaste de una gestión y sin el glamour opositor del 2007.”

“Más que en otras oportunidades queda planteada una contienda a mucha ideología y a mucho pragmatismo.”