Vie 27.05.2011

EL PAíS  › DE NARVAEZ MANIFESTO SU APOYO A LA CANDIDATURA RADICAL Y DEJO EN TERAPIA EL ACUERDO CON EL PS

Una carta de Alfonsín como último recurso

De Narváez metió presión. Alfonsín pidió no “prejuzgar intenciones negativas a nuestras iniciativas”. El PS quiere hablar con Rozas.

› Por Sebastian Abrevaya

El ambiente político entre los socialistas y los radicales sigue cargado de electricidad. Cualquier chispazo puede hacer volar por los aires las débiles chances de que Ricardo Alfonsín y Hermes Binner compartan una fórmula presidencial, como venían conversando hace meses. Consciente de la crisis, el diputado radical emitió ayer una carta conciliadora en la que se defendió de las críticas socialistas por su intento de aliarse con el peronista disidente Francisco de Narváez en la provincia de Buenos Aires. “Es inapropiado prejuzgar intenciones negativas a nuestras iniciativas sobre las mejores formas de articulaciones electorales. Estamos inspirados por un patrimonio común de historia y valores”, retrucó el diputado radical. En paralelo, De Narváez salió a meter presión sobre sus eventuales socios y aseguró que va a trabajar para que Alfonsín “sea el próximo presidente de la Nación”. Los socialistas le solicitaron un encuentro al titular del partido, Angel Rozas, que como se encuentra en Chaco se concretará los primeros días de la próxima semana.

“Tenemos pendiente, con el socialismo y el GEN, finalizar el diseño de un Frente Progresista. Les pido que asumamos como naturales las controversias sobre los modos de construcción”, arranca Alfonsín en la carta dedicada a los “amigos y amigas”. Durante el extenso texto, argumenta, sin mencionarlo, a favor de sumar al peronista disidente en un acuerdo distrital y advierte a los integrantes del PS sobre la “obligación” de concluir la construcción de una fuerza progresista con una base “sensiblemente antihegemónica” y “capaz de vencer en octubre”.

Lo que les dice Alfonsín a los socialistas es que cree en la posibilidad de ganar en octubre las elecciones presidenciales, pero que es necesario para ello ser competitivos y no una fuerza “meramente testimonial”. “Sin ceder nada en el plano de los principios, ni abandonar en el de la voluntad de ganar”, concluye el texto. En el medio lanzó, además, un misil subterráneo para Luis Juez, Fernando “Pino” Solanas y Víctor De Gennaro, quienes presionan a Binner para que rompa con la UCR y se lance como candidato presidencial. “Confrontaré –asegura Alfonsín– con los que injustamente pretenden adueñarse de los principios que atesoran como un valor intransferible.”

Por su lado, el gobernador de Santa Fe se mantuvo en la línea que trazó de manera indeleble luego de que su delfín Antonio Bonfatti ganara las elecciones primarias del Frente Progresista en Santa Fe, el último domingo. “Si la definición es tener que pactar con De Narváez o con Macri, bueno, no cuenten conmigo”, ratificó Binner ayer, en declaraciones a la prensa. En diálogo con la prensa provincial, el mandatario admitió que hay “un plazo” para las definiciones, pero se preguntó “¿cuál es la definición?”. “Vamos a lo político: ellos (la UCR) tienen diálogo con De Narváez, y nosotros no queremos tener diálogo con él para construir una propuesta política. Para hacer lo mismo que se está haciendo ahora, que sigan los que están, que siga el kirchnerismo. No porque sean lo mismo, sino porque a mí me interesa transformar la realidad positivamente”, añadió.

Parte de ese argumento lo esgrimió ayer De Narváez, cuando le reclamó al socialismo “discutir cosas concretas”, porque “progresismo es el progreso de la gente y no una cuestión de biblioteca”. El Colorado argumentó que no es una cuestión de derecha o izquierda, sino de ir hacia atrás o hacia adelante. “No nacen en la provincia chicos socialistas, radicales o del PRO. Nacen bonaerenses y muchos nacen en un hogar pobre. Si no podemos cambiar eso no hay progresismo”, afirmó el peronista disidente.

Después de reclamar participación en el armado nacional y de recibir el freno contundente de Alfonsín, De Narváez consideró que el candidato radical “tiene plena libertad para buscar el compañero o compañera de fórmula con la que se sienta cómodo” y declaró que de su parte “ayudará a que eso se construya”. “Vamos a ayudar, pero dándole a la provincia un lugar de acompañamiento y protagonismo a la vez” para “no dejar que los votos de la provincia sean usados como fueron usados en las últimas elecciones”, advirtió.

Ayer los radicales produjeron una extensa cumbre en la que se juntaron todos los líderes bonaerenses. Encabezó el alfonsinista, Miguel Bazze, acompañado por Leopoldo Moreau, Federico Storani y el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, entre otros. Allí la mayoría de los dirigentes defendieron el acuerdo con De Narváez y un sector, que responde a Storani, planteó la necesidad de “preservar al identidad”.

Los socialistas bonaerenses, en tanto, resolvieron impulsar la candidatura presidencial de Binner. Esa decisión se tomó durante una reunión realizada en La Plata el martes último por considerar que tras la elección en Santa Fe “la figura de Hermes Binner se vio proyectada con fuerza al escenario nacional”. Desde Mendoza también opinó el vicepresidente Julio Cobos. Aunque prácticamente no tiene injerencia en la política de alianzas, Cobos sostuvo que deberían definir la conducción del frente progresista en las primarias del 14 de agosto.

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