“A nivel nacional tenemos un gobierno que se hace cargo de sus decisiones y a nivel local tenemos un gobierno que se victimiza”, afirmó ayer el ex jefe de Gobierno Aníbal Ibarra, en el acto de presentación de la lista de legisladores que encabeza por el Frente Progresista Popular y que irá “adherida” a la del Frente para la Victoria. El senador y candidato a jefe de Gobierno por el kirchnerismo, Daniel Filmus, señaló en el acto que las “listas de adhesión vienen para sumar” y destacó que “la gran diferencia entre el actual Gobierno de la Ciudad y nuestro proyecto es el papel que se le da al Estado frente a la sociedad”.

“En el año 2000, al frente del gobierno local demostró que se puede respetar a los que más necesitan, porque durante esa época, a pesar de la crisis económica, se privilegió el gasto social, más allá de algunos consejos en contrario”, aseguró Filmus, aludiendo al período en el que Ibarra estuvo al frente de la ciudad, y del que formó parte activa como secretario de Educación. Antes había hablado su candidato a vice –el ministro de Trabajo, Carlos Tomada–. Las loas al gobierno del frepasista fueron uno de los pilares en los que la fórmula basó su discurso, a lo que Ibarra contestó con la misma moneda haciendo pie en el gobierno nacional.

Las listas de adhesión fueron definidas antes de conocerse quiénes eran los candidatos kirchneristas para la ciudad. Hasta ese momento, Filmus, Tomada y el ministro de Economía, Amado Boudou, competían por encabezar la propuesta del gobierno nacional para la ciudad de Buenos Aires. Ibarra y el diputado bonaerense Martín Sabbatella fueron los que acordaron con el FpV para colgar sus listas de candidatos a la fórmula kirchnerista, que finalmente se cerró con Filmus y Tomada para el Ejecutivo y con el legislador Juan Cabandié a la cabeza para ser reelecto por un nuevo período en la Legislatura.

“Con la lista de Ibarra, así como con la de Sabbatella, nos unen ideas; lo que demuestra que el gobierno que va a surgir de la elección del 10 de julio va a ser amplio y plural”, dijo el candidato a jefe de Gobierno, remarcando el vínculo con ambos dirigentes. Tomada también levantó la figura de Ibarra cuando recordó que “en los años ’90 era uno de los pocos que hablaban en defensa de lo público, de la importancia del rol del Estado, en un momento en que no era tan fácil decirlo como ahora”.

En la vereda de enfrente a la puerta del Teatro El Cubo, en el barrio del Abasto, un grupo de muchachos afina el trombón y la trompeta para sincronizar con los bombos antes de la llegada de Ibarra. A un lado de ellos, una vieja casa del barrio tiene pintado en el frente la partitura del tango “Volver”, de Carlos Gardel, célebre habitante del Abasto. Dos veces se les escapó la marcha peronista, que no tuvo demasiado rebote entre el público, menos cuando arribó el candidato a legislador que hacía las veces de anfitrión del acto. Los muchachos de los bombos levantaron el volumen cuando llegó el legislador Eduardo Epszteyn, candidato a la reelección en el tercer lugar. “Grande, Epszteyn, aguante San Lorenzo”, se escuchó surgir entre el grupo, y el diputado porteño agradeció el gesto. El ex secretario de Producción del gobierno de Ibarra impulsa la devolución de los terrenos en donde estaba emplazado el Viejo Gasómetro, la cancha de San Lorenzo donde hoy se levanta un hipermercado francés y que, según denuncian, les fue obligado a vender durante la dictadura militar.

El ex jefe de Gobierno prefirió hablar de sus coincidencias con el gobierno nacional para contrastarlo con las políticas macristas. “A nivel nacional tenemos un gobierno que se hace cargo y en la ciudad tenemos uno que se victimiza constantemente. El gobierno nacional puso gerentes del Estado en las empresas, Macri puso gerentes de las empresas en el Estado”, enumeró Ibarra y destacó que “siempre dijimos que había que unir, porque nuestra historia es de frentes políticos”. Antes, Susana Rinaldi –segunda candidata a legisladora en la lista– levantó la temperatura del salón con el recuerdo de la cantante María Elena Walsh, de quien entonó un tramo de la canción “Volveremos”, después de su discurso.

Uno de los más aplaudidos fue el ex presidente de Nueva Chicago Juan “Tito” Guerra, dirigente social y político de Mataderos que apuntó directamente al jefe de Gobierno, Macri. “Tenemos la obligación moral de echar a la derecha indignante del Gobierno de la Ciudad. De echar a un mal cantante, a un mal bailarín y a un peor dirigente político.”