La titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, fue ayer a la Casa Rosada y se entrevistó con el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, por espacio de media hora. El gesto fue interpretado como un nuevo respaldo político del Gobierno a Bonafini en medio de la investigación sobre las operaciones de Sergio Schoklender, que en este caso tendría una derivación concreta: la colaboración de la Casa Rosada en la administración de la Fundación Madres de Plaza de Mayo durante este período de transición, luego de que Hebe decidiera descabezar su conducción.

Cerca de Aníbal Fernández explicaban que la titular de las Madres lo había llamado ayer temprano para pedirle la reunión y que el jefe de Gabinete le respondió que fuera, que la atendería enseguida. Ellos se conocen desde hace algunos años, desde el inicio del gobierno de Néstor Kirchner, y mantienen una buena relación personal. Hebe de Bonafini llegó a las 10.30, de sombrero y poncho rojo. e ingresó a la Casa de Gobierno por la explanada de avenida Rivadavia. No hizo declaraciones ni a la entrada ni a la salida y en Gobierno tampoco se abundó en información sobre la visita. Por eso, primero se especuló con que se había reunido con la presidenta Cristina Kirchner, pero luego se supo que el encuentro fue en Jefatura de Gabinete.

Allí destacaban, por ejemplo, que la reunión se hubiera realizado en la Casa Rosada, lo que debía interpretarse como un evidente nuevo gesto de respaldo. Hasta ahora, desde la separación de Schoklender de la Fundación y el desarrollo de la causa judicial, todos los funcionarios fueron unánimes en el apoyo al trabajo que lleva adelante Bonafini, diferenciándola de las irregularidades que pudieran haber cometido los hermanos Schoklender y quienes trabajaban junto a ellos. “Es una ratificación de que el Gobierno no la piensa abandonar”, explicaban ayer en la Casa Rosada.

Otra cuestión tenía que ver con la continuidad del funcionamiento de la Fundación de las Madres, que tiene varias obras en marcha en todo el país. Ya durante estos días, Bonafini se había mantenido en contacto con el Gobierno para seguir de cerca esta cuestión, que ayer analizó más en extenso con Aníbal Fernández. “Hay que pensar que descabezó toda la conducción que manejaba sus asuntos. Las Madres no son especialistas en administración y es lógico que necesiten una mano, por lo menos durante este período de transición”, respondían cerca de Aníbal Fernández. Por si hiciera falta, aclaraban que el jefe de Gabinete actuaba de acuerdo con lo conversado con Cristina Kirchner.