Alejandro López habla casi a los gritos, cuando responde desde Neuquén la llamada de Página/12. Está en una de las líneas de producción de Fasinpat, la fábrica de cerámicos que los Zanon vaciaron hace casi diez años y que ahora gestionan los trabajadores. López y Raúl Godoy son dos de los principales referentes de aquella lucha y ambos encabezaron la lista de diputados del Frente de Izquierda en las elecciones provinciales del domingo pasado. “Nos votaron porque planteamos una forma diferente de hacer política. Como el frente lo integran cuatro fuerzas, vamos a rotar en el cargo, cobraremos el mismo salario que tenemos en la fábrica y el resto irá a un fondo de huelga para compañeros en conflicto, y tomaremos las principales decisiones en asamblea”, relata López, una vez que consiguió algo de silencio en el playón de la ex Zanon. Para ejercer la tarea legislativa no pedirán licencia, piensan seguir trabajando como ceramistas para “mantener el contacto con la base, que es nuestra fuerza”. Cuando asuman la “primera banca obrera de la provincia”, impulsarán un proyecto de construcción de viviendas. “Faltan unas 50 mil casas, en invierno se mueren familias porque se les quema la casilla”, dice López. Y explica que Fasinpat puede proveer los pisos y revestimientos, las empresas también recuperadas Stefani y Cerámica del Sur los ladrillos huecos y la Uocra la mano de obra. Y darán prioridad a “una campaña y un proyecto de ley por el desprocesamiento de los más de 5 mil luchadores sociales, de los cuales 550 son neuquinos, y el 10 por ciento es ceramista, además de 250 mapuches que defienden el derecho a la tierra de los pueblos originarios”.

Como vienen haciendo en la fábrica, López y Godoy se reparten tareas. El lunes el primero estuvo con los docentes y la viuda de Carlos Fuentealba, repudiando el fallo que favoreció al ex gobernador Jorge Sobisch. Y ayer Godoy participó de una manifestación por los ocho años de la desaparición del estudiante Sergio Avalos. “Tenemos más responsabilidad que antes, pero seguimos desconfiando de las instituciones”, dice Godoy. Este diario les plantea que ahora tienen la oportunidad de cambiarlas desde adentro: “Sí, pero nuestra fuerza está afuera, necesitábamos una banca para amplificar la voz de los que no tienen voz”, responde. Cree que ganaron una banca porque “se combinó la unidad de la izquierda clasista con la particular experiencia de Zanon, en una provincia de lucha, la de Teresa Rodríguez y Fuentealba, del Choconazo y el Cutralcazo”. Para López, la elección tiene que ver con que “la gente de acá se identifica con la lucha ceramista, vieron coherencia y transparencia, que no era una lucha sectorial sino también en defensa de la salud y la educación pública, nos bancaron cuando nos quisieron desalojar, apoyaron la gestión obrera y por ellos conseguimos esta banca obrera”. Luego de López y Godoy, el tercer año de mandato asumirá la docente Angélica Lagunas (Izquierda Socialista) y culminará la trabajadora de la salud Gabriela Suppicich (Partido Obrero).