EL PAíS › LOS CANDIDATOS A LEGISLADORES PORTEñOS ABRIERON LA TEMPORADA DE DEBATES ELECTORALES
Juan Cabandié (FpV), Sergio Bergman (PRO), Pablo Bergel (Proyecto Sur), Maximiliano Ferraro (CC) y Marcelo Meis (Autonomista) debatieron en televisión. El tema de la seguridad fue el que más polémica suscitó. También discutieron sobre la relación con la Nación.
La campaña porteña tuvo ayer su primer debate de magnitud. Cinco candidatos a legisladores porteños discutieron ante las cámaras de televisión sobre la relación entre el gobierno nacional y el porteño, seguridad, salud, educación, y tránsito. Desde el primer minuto empezó a gravitar el debate sobre la autonomía y las campañas del Frente para la Victoria y el PRO. “Tenemos el desafío de asumir los compromisos y resolver los problemas, porque queremos hacernos cargo”, empezó Juan Cabandié, quien encabeza la lista K. “Por primera vez integro el ámbito de la política partidaria. Me dijeron que me prepare para las preguntas más difíciles pero yo estoy preparado para las fáciles”, fue la presentación del rabino Sergio Bergman, primer candidato del macrismo. Pablo Bergel, de Proyecto Sur; Maximiliano Ferraro, de la Coalición Cívica; y Marcelo Meis, del Partido Autonomista, completaron la escena.
El escenario del debate fue el programa Con voz propia, que conduce Gustavo Sylvestre. Como todo cruce entre candidatos, los lugares en el estudio y el orden en el uso de la palabra fue sorteado. Todos dijeron lo suyo parados detrás de su respectivo atril.
Al representante del partido de Elisa Carrió le tocó ocupar el centro, flanqueado a su izquierda por Cabandié y a la derecha por Meis. Bergman y Bergel quedaron en los extremos. Todos optaron por presentarse ante las cámaras con saco, pero sólo Meis –que busca regresar a la Legislatura con Ricardo López Murphy como candidato a jefe de gobierno– lo combinó con una corbata. El candidato PRO se distinguió, como siempre, por su kipá multicolor a tono con la campaña macrista.
El azar quiso que comenzara Ferrero. El pupilo de la Coalición Cívica arrancó dubitativo, pero pronto se puso a tono y demostró sus dotes para el debate. “Trabajaremos por una ciudad integrada donde nadie nos diga quién es bienvenido y quién no”, prometió de entrada el crédito de Carrió. El otro que se mostró solvente fue Cabandié.
“Fui cofundador del Frente Grande hasta el año ’93, que percibí que en la partidocracia no había espacio para los movimientos sociales. Soy un militante verde”, dijo Pablo Bergel, elegido por Fernando “Pino” Solanas para ser el primer candidato a legislador por Proyecto Sur.
El debate sobre la relación con el gobierno nacional fue tenso. Incluyó la disputa por la transferencia de la Policía Federal y tuvo como polos a Bergman y Cabandié. “El Frente para la Victoria, más que un proyecto, propone una extorsión. No nos gustan las amenazas y mucho menos los aprietes”, afirmó Bergman, refiriéndose al eslogan de campaña del kirchnerismo “Es la hora de los que sí pueden”.
Cabandié respondió tranquilo: “Si ganamos es por el voto popular, no porque Cristina designe un intendente”. Bergel relacionó la autonomía con el ejercicio de la democracia participativa y criticó el proceso de transición a las comunas: “Somos rehenes de una corporación partidocrática que ha pateado las comunas, el presupuesto participativo, la transferencia de la policía y el verdadero ejercicio del poder ciudadano”, afirmó. Ferraro consideró que “el macrismo y el kirchnerismo han renunciado a la autonomía plena. Unos llorando y otros chantajeando”, y acusó al gobierno nacional de no haber impulsado una legislación a favor de la autonomía porteña a pesar de haber tenido “mayoría automática” durante cuatro años y presidir la comisión bicameral para la ciudad de Buenos Aires en el Congreso, al frente de la cual se encuentra Daniel Filmus. “Transferimos siete delitos federales, entre ellos el de usurpación”, respondió Cabandié y agregó: “El conflicto en el Parque Indoamericano fue porque la Metropolitana no quiso intervenir.”
“Ni tanto ni tan poco”, intentó sintetizar Bergel. “Existe el chantaje del gobierno nacional al electorado, pero esto no es pretexto para que Macri siempre esté llorando porque no le dan plata”.
El ítem “seguridad” activó una lluvia de acusaciones cruzadas que versaron sobre la designación de Jorge “Fino” Palacios al frente de la Policía Metropolitana, la crisis desencadenada en marzo de este año cuando la ministra de Seguridad Nilda Garré retiró a los efectivos de la Policía Federal de la custodia de varios edificios públicos, la negativa por parte de la Policía Metropolitana a intervenir en el conflicto del Parque Indoamericano y la supuesta ineficacia de la policía porteña para bajar los índices de delito. “Todos los vecinos se preguntan cuál es la función de la Metropolitana, porque Macri dice que no pueden cuidar escuelas, ni hospitales, ni desalojar”, planteó Cabandié y no tardó en asestarle un golpe a su adversario macrista: “Lamentablemente, gente del PRO como el rabino Bergman defendió la designación del Fino Palacios al frente de la Metropolitana”.
A su turno, Bergel también cargó contra el rabino Bergman y lo criticó por la marcha de Carlos Blumberg en el 2005 en la que reemplazó la palabra “seguridad” por la de “libertad” en el Himno Nacional. “La seguridad responde en buena parte a una preocupación pero también a una campaña de miedo. No voy a reemplazar la palabra seguridad por libertad.” Ferraro también atacó a la policía: “Vemos que en Balvanera hay trata de personas. No vemos la razón por la cual deberíamos financiar una policía que no hace nada al respecto”, afirmó y agregó que el jefe de Gobierno tiene “el deber de denunciar el delito”, aunque no se trate de su competencia.
Las cuestiones de salud, educación y tránsito no desataron tanta pasión como el tema de la seguridad, que fue lo más picante de la noche.
Informe: Sol Prieto.
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