Desde Posadas, Misiones

Diez fórmulas se disputarán hoy la gobernación de Misiones, donde Maurice Closs va por su reelección con el Frente Renovador de la Concordia, una coalición de peronistas y radicales alineados con el gobierno nacional. El gobernador aparece en las encuestas propias y ajenas como el favorito para comandar “La Rosadita” –la Casa de Gobierno provincial– por otros cuatro años. Aunque los últimos sondeos dan todavía un alto número de indecisos, los candidatos opositores pelean, no sin cierta resignación, por el segundo lugar en la elección. También estará en juego la renovación de la mitad de la Legislatura provincial, 75 intendencias y sus Concejos Deliberantes.

Los pronósticos, al menos meteorológicos, se van cumpliendo. Ayer dejó de llover tras cinco días consecutivos, pero las bajas temperaturas vaciaron las calles de Posadas. Por la mañana, los misioneros se volcaron igual a los “mercados francos”, donde los fines de semana productores agropecuarios comercializan sus propias mercaderías.

Algunos aprovecharon para cargar nafta y gasoil con menos colas, porque el combustible escaseó por estos días. No pocos opositores se lo adjudican a “una maniobra” del gobernador –”dueño de varias estaciones de servicio”–, para generar una dificultad más a la hora de fiscalizar los comicios. Closs ya había salido al cruce pidiendo que “se asegure el suministro de combustibles” a la Justicia Electoral, las fuerzas de seguridad y a las agrupaciones políticas en todo el territorio misionero.

Por la tarde, el viento sacudía las palmeras y la vegetación que reproduce la tropical selva misionera en la céntrica plaza 9 de Julio, donde se veían más policías que transeúntes. El refuerzo de la seguridad es una figura que se repetirá hoy: estarán afectados a la custodia de la elección unos 3200 miembros de la policía, Gendarmería y Prefectura.

Al caer la tarde, la vigilia opositora se centraba en la organización de su logística para la elección y en un dato de las últimas encuestas que abrigaban esperanzas de realizar una mejor cosecha de votos: los indecisos que –según los sondeos– oscilaban entre en 20 y el 30 por ciento. Aún así todos dan a Closs como ganador.

El más entusiasta es Claudio Wipplinger, un ex macrista y fundador del PRO misionero que, tras una disputa familiar y política con el duhaldista Ramón Puerta, armó su propio partido. Wipplinger se imagina peleándole la gobernación a Closs. Los otros opositores lo ven mucho más lejos y en un tercer pelotón entre los competidores.

Otros, como el radical Luis Pastori y el senador kirchnerista Luis Viana, se proponen convertirse en la segunda fuerza provincial. Puerta, que se prepara para competir en octubre por el escaño de senador nacional, tiene puestas todas sus fichas en los comicios municipales de Posadas y diseñó un sublema en el que convergen la UCR, Unión-PRO, la duhaldista Unión Popular y otras dos listas identificadas con Viana. Puerta no aspira a ganar la intendencia sino a arrebatarle al oficialista Frente Renovador la mayoría en el Concejo Deliberante posadeño. El empresario yerbatero ya planificaba un vuelo charter para traer a Eduardo Duhalde a Posadas y festejar si sus pronósticos se cumplen.

En el oficialismo se respira un clima de suficiencia por un resultado que imagina “amplio y contundente”. Closs ya tiene programado un viaje para el martes a Buenos Aires, donde le tributará el triunfo provincial a Cristina Fernández, que también va por su reelección en octubre.