El plenario del Consejo de la Magistratura resolvió que avanzará, aunque lo hará con cuentagotas, en la investigación de los sorteos de expedientes en el fuero federal, donde están los juzgados que investigan a funcionarios públicos. El cuerpo pidió informes a expertos del propio organismo, donde se diseñó el sistema de bolillero virtual para asignar causas que utilizan la Cámara Federal y la Cámara de Casación Penal. Ayer declaró uno de los especialistas y señaló que el método informático aplicado realiza un reparto equitativo entre juzgados, pero deslizó que no puede garantizar que no cometan irregularidades quienes operan las computadoras. También hay un pedido para que la Cámara Federal informe cómo hace los sorteos. El disparador de la preocupación fueron declaraciones del fiscal Jorge Di Lello, quien habría dicho que la “redondez de la bolilla está un poco deformada” cuando la causa contra los ex apoderados de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Sergio y Pablo Schoklender, le tocó al juez Norberto Oyarbide, igual que otras de impacto político. Fue entonces que el senador radical y consejero Mario Cimadevilla propuso hacer una auditoría de los sorteos y que además la hicieran expertos de dos universidades. Según el chubutense, el problema se potencia por las sospechas de que se habría manipulado el sorteo de sala de Casación para favorecer a los detenidos por el caso Ferreyra. La iniciativa de Cimadevilla se debatió ayer, pero no consiguió apoyos.