El lunes circuló la información de que el dirigente Luis D’Elía había hecho una presentación ante la fiscalía de Alberto Nisman, a cargo de la investigación por el atentado a la AMIA, para que se trabaje en la posibilidad de que sean israelíes los responsables del delito. El supuesto pedido fue repudiado el martes por el presidente y el secretario general de la mutual judía, Guillermo Borger y Julio Schlosser. Pero a última hora de ese día, Nisman desmintió la existencia de tal presentación. “Lo que quiero es que la sociedad esté notificada de que este tipo de operaciones existen. Está claro que quisieron perjudicarme. Eso da cuenta de un operativo de inteligencia”, dijo D’Elía a Página/12.

–¿Usted nunca realizó tal pedido?

–En la última semana no intervine en la causa de ninguna manera. La presentación se hizo hace muchos años (en 2007), pero no el lunes. Al igual que muchas otras personas, opino que no fue Irán el responsable de la bomba en el edificio de la AMIA. Entonces, presentamos un documento de unas 30 páginas que planteaba a la Justicia investigar a la derecha de Israel por el atentado. ¿Por qué no hacerlo? A mí no me consta que ese pedido haya sido tomado en cuenta por el fiscal. Cuando declaré me preguntaron sobre las fojas del expediente y no sobre mi hipótesis, en una actitud completamente malintencionada. No me llamaron más.

–¿A qué considera que se debe la existencia de una información falsa?

–No lo sé, habría que preguntárselo a las personas que me denunciaron en los medios (en referencia a Borger y a Schlosser).

–¿Sospecha que la invención de sus declaraciones tiene alguna relación con el cierre de listas?

–Desde el viernes, cuando empezaron a escasear las horas para el límite de la inscripción de las listas, que viene haciéndose una operación de prensa en mi contra. Primero me corrieron con que le había dicho “paisano” a (el ex apoderado de la Asociación Madres de Plaza de Mayo Sergio) Schoklender. Paisano es sustantivo, no un adjetivo, por lo tanto no califica a nadie de ninguna manera. Pero no les bastó y siguieron con esto, con las listas ya cerradas. Además, si yo veo los seis cables de Wikileaks revelados en el último tiempo en los que la embajada norteamericana dice cosas terribles sobre mí, entonces comprendo que lo de estos últimos días fue el cierre de un operativo de esa embajada y de la de Israel para asegurarse de que no integre de ninguna manera las listas de representación institucional en Argentina.

–¿Esperaba que alguien del gobierno nacional lo respaldase?

–No, de ninguna manera. Lo que quiero es que la sociedad esté notificada de que este tipo de operaciones existen. Está claro que quisieron perjudicarme: sacaron declaraciones falsas a la mañana (del lunes). Me pisotearon todo el día, me repudiaron, y recién a la noche del martes el fiscal salió a decir que yo nunca había hecho una presentación judicial. Eso da cuenta de un operativo de inteligencia.