EL PAíS › HOY TAMBIEN SE VOTA PARA RENOVAR LA MITAD DE LA LEGISLATURA PORTEÑA
La reconfiguración del cuerpo legislativo marcará la gestión del próximo gobierno. El PRO pone en juego 14 de sus 24 bancas. Proyecto Sur ninguna, pero el kirchnerismo y sus aliados podrían pelearle su condición de segunda minoría.
Como en anteriores elecciones porteñas, todos los ojos están puestos en quién llega a segunda vuelta y quién queda a cargo del Ejecutivo. Pero pegada a la boleta de las fórmulas a la Jefatura de Gobierno está la lista de candidatos a legisladores. En la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires se renuevan 30 bancas –es decir, la mitad del cuerpo– y el modo en el que quede reconfigurada va a marcar la gestión del próximo gobierno y las alianzas que se tejan al calor de la dinámica oficialismo-oposición. Todo indica que el PRO renovará su título de principal fuerza legislativa y que el kirchnerismo y sus aliados le disputarán a Proyecto Sur la condición de segunda minoría que hoy ostenta.
Si bien el nivel de conocimiento acerca de qué son y para qué sirven los diputados locales se ha incrementado sensiblemente desde la primera elección de mayo del 2000, aún no se producen sondeos confiables que midan su intención de voto. Sobre un padrón de 2.484.868 electores habilitados y con una proyección de que asista a las urnas el 75 por ciento de ellos, se espera que voten alrededor de 1.863.000 porteños. El piso para entrar a la Legislatura será de unos 56 mil sufragios y las bancas serán repartidas de manera proporcional, según el sistema D’Hont.
El bloque PRO está compuesto por 24 legisladores, de los cuales 14 finalizan su mandato en diciembre de este año. Para mantener esa cantidad de integrantes, el macrismo debería obtener cerca de un 40 por ciento. Una menor cosecha de votos no le impediría, de todos modos, mantener su condición de primera minoría. El PRO lleva a la cabeza de su boleta al rabino Sergio Bergman, seguido por el jefe de esa bancada, Cristian Ritondo. Otro que va por su reelección en la boleta de legisladores de Mauricio Macri es el vicepresidente primero de la Legislatura, Oscar Moscariello.
Proyecto Sur, que hoy cuenta con siete bancas, no renueva ninguna de ellas porque se conformó como tal en el 2009. Por lo tanto, todas las incorporaciones implicarán un saldo positivo. Al frente de la lista está el dirigente ambientalista Pablo Bergel. Algunos le otorgan al espacio liderado por Pino Solanas la posibilidad de sumar de tres a cinco legisladores más. De ser así, Proyecto Sur se mantendría como segunda minoría en el 2012.
La intención de voto a jefe de Gobierno de Daniel Filmus, a diferencia de las de Macri y Solanas, es más difícil de proyectar a las listas de legisladores debido a las dos boletas de adhesión que presentaron Nuevo Encuentro y el Frente Progresista y Popular, con las candidaturas de los legisladores Gabriela Cerruti y Aníbal Ibarra, quienes finalizan su actual mandato en diciembre.
El Frente para la Victoria renueva dos de sus cuatro diputados y tiene a Juan Cabandié, quien va por su reelección, como primer candidato. Las especulaciones electorales lo ubican como una tercera minoría con una bancada de entre cinco y seis diputados. El bloque liderado por Ibarra quedaría con cuatro o cinco bancas, y Nuevo Encuentro, dos de cuyos tres integrantes finalizan su mandato, tendrá tres o cuatro lugares en la Legislatura.
Si arman un interbloque, los sectores que se encolumnan detrás de la candidatura de Filmus se consolidarían como segunda minoría. El Frente para la Victoria, el ibarrismo y el sabbatellismo reunirían así entre trece y catorce diputados y relegarían a Proyecto Sur.
Desde el espacio conducido por el ex jefe de Gobierno y el que responde a Martín Sabbatella dan el visto bueno a esta opción, más allá del resultado electoral, aunque tampoco confirman ni dan por hecho que el interbloque finalmente sea armado. “Apostamos a llevar adelante un proyecto y ser legisladores oficialistas. No quiero ser más legislador opositor”, afirmó Ibarra en este sentido.
También están los bloques que el día del cierre de listas definieron su reconfiguración, como el peronista. El presidente de la bancada más negociadora con el macrismo en la Legislatura, Diego Kravetz, acompaña como candidato a vice a Jorge Telerman –quien además se postula a legislador– y, si bien su ruptura no ha sido formalizada, ya no forma parte de esa bancada. La legisladora Silvina Pedreira, vinculada con el sindicato de encargados de edificios que conduce Víctor Santa María, deja su banca en diciembre. De ese bloque sólo quedarán en la Legislatura Mateo Romeo, también vinculado con el Suterh, y el dirigente de los taxistas Claudio Palmeyro. En este esquema, vaticinan el armado de un bloque cegetista junto al tercer candidato por la lista de Cabandié, el dirigente estatal Alejandro Amor, con miras a formar un interbloque con el kirchnerismo más puro, conducido por Cabandié.
Un rumor que fue cobrando volumen es que los chispazos entre el gobernador y candidato a presidente por el Frente Amplio Progresista, Hermes Binner, y Solanas, provocados por el cierre de listas ante las internas de agosto, crearon tensión en el bloque Proyecto Sur. Sin embargo, desde el entorno de Binner y el propio Solanas aseguraron que la intención es mantener los acuerdos locales de la ciudad de Buenos Aires, Córdoba, y Santa Fe.
La Coalición Cívica, con Maximiliano Ferraro al frente de su boleta, pone en juego dos de sus seis bancas. El radicalismo, en cambio, no tiene nada para perder: a ninguno de los dos legisladores de la UCR –que postula en primer término a Víctor Hugo Salazar– les vence el mandato este año. El Frente de Izquierda tiene como primer candidato a Marcelo Ramal.
Cualquiera sea el ganador de la contienda electoral, tendrá que gobernar sin mayoría automática, lo que seguramente acelerará la formación de coaliciones legislativas. Ante una victoria de Filmus, la creación de un interbloque con los diputados de FpV, FPP, Nuevo Encuentro, y el bloque Peronista implicaría un total de aproximadamente diecisiete legisladores, lo cual dejaría al kirchnerismo catorce votos abajo de la mayoría absoluta, necesaria para contraer deuda o modificar el Código Contravencional, entre otras normas, y veintitrés votos abajo de la mayoría especial, necesaria para aprobar, por ejemplo, un Código Electoral porteño.
La situación predetermina un armado de consensos que necesariamente incluirá al interbloque Proyecto Sur, lo cual, en el marco de la política que vienen desarrollando en la Legislatura a lo largo de los últimos dos años, proyectaría al espacio de Ibarra como bisagra entre ese espacio y el kirchnerismo. Si bien el PRO viene de dos años sin construir mayoría, la polarización en la elección y la reconfiguración del cuerpo legislativo agravarán esta situación, por lo que desde la oposición prevén una sangría del PRO ante una derrota electoral.
Informe: Sol Prieto.
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