EL PAíS › SOLANAS DIJO QUE SU RESULTADO SE DEBIó A QUE “LA ELECCIóN SE POLARIZó DE MANERA EXTREMA”
El líder de Proyecto Sur insistió en que su fuerza “llegó para quedarse” y aseguró que, para la segunda vuelta, dará libertad a sus votantes. Sus todavía aliados de Unidad Popular y Libres del Sur lo criticaron y advirtieron que “ni locos” votarán a Macri.
› Por Miguel Jorquera
No hubo rueda de prensa, no hubo lugar para preguntas, pero Fernando “Pino” Solanas salió a fijar la postura de Proyecto Sur en la elección porteña, donde quedó tercero, con el 12,8 por ciento de los votos, lejos del ballottage para disputar la Jefatura de Gobierno de la ciudad. “La elección se polarizó de manera extrema”, se justificó el cineasta antes de señalar que su espacio seguirá siendo la segunda minoría en la Legislatura y afirmar que “esta fuerza llegó para quedarse”, que competirá en las elecciones presidenciales y que seguirá buscando “construir una alternativa al bipartidismo”. Aunque no lo repitió en su discurso, Solanas y los dirigentes del frente electoral insistieron en que darán “libertad de acción” y “de conciencia” a sus votantes en la segunda vuelta entre Mauricio Macri y Daniel Filmus. Sus socios porteños, que emigraron al Frente Amplio Progresista –como Unidad Popular, de Víctor De Gennaro, y Libres del Sur–, le pasaron factura: vincularon la derrora electoral a los “errores de Proyecto Sur” y se diferenciaron de Solanas: “No votaremos ni locos al macrismo”, avisaron, como un guiño al kirchnerismo porteño.
El resultado, lógicamente, no dio para desatar alegrías ni jolgorio, pero tampoco hubo lamentos incontenidos ni exageradas caras de derrota. En el bunker de Proyecto Sur, la mayoría de sus dirigentes expresaba cierta resignación por “no haber podido romper la polarización”, una situación que ya preveían desde hace algunas semanas. Pino también fue el primero en dar la cara apenas cerraron los comicios. “Habrá libertad de acción en segundo turno”, repitió al llegar a su bunker de Hipólito Yrigoyen al 800. A esa altura, Solanas ya sabía que el ballottage no lo tendría como protagonista. Después de hacer ese comentario, se perdió en la entrada vedada para los periodistas.
En el bunker escaseaba la información propia. Los pocos dirigentes de Proyecto Sur que se mezclaban con la multitud de periodistas afirmaban que no darían datos “hasta que no aparezcan los resultados oficiales”. Los dos grandes LCD montados en el salón repetían una y otra vez las fotos de Solanas durante la campaña, mientras las computadoras de los presentes buscaban información en distintos medios. “¿Qué harán en el ballottage?”, era la pregunta que más se escuchaba cada vez que se acercaba un dirigente del partido.
En su segunda aparición, el vicepresidente de la Legislatura porteña, Julio Raffo, volvió a decir que no harían análisis políticos sobre los datos que arrojaban las encuestas en boca de urna “porque no sabemos quién las hace, para quién las hace ni cómo las hace”. No obstante, en Proyecto Sur manejaban desde mucho más temprano información propia o “de ojito” de bocas de urnas ajenas, que le daban un 14 por ciento de intención de voto a Solanas, el tercer lugar, lejos de ingresar al ballottage.
“No es que liberemos a los votantes. Esos votos son libres”, dijo el primer candidato a legislador, Pablo Bergel, ratificando la postura de no apoyar a ninguno de los contendientes en la segunda vuelta. “Si fueron tan inteligentes y criteriosos como para votarnos a nosotros, confiamos en que lo serán también a la hora de votar en la segunda vuelta”, agregaba con cierta ironía la candidata presidencial de Proyecto Sur, Alcira Argumedo, ante Página/12. “Claro que tuvimos errores”, admitían varios dirigentes.
A las 20, Claudio Lozano, De Gennaro (UP), Humberto Tumini y Victoria Donda (Libres del Sur) analizaban por separado el escenario electoral porteño, a cuatro cuadras del bunker de Proyecto Sur. Los todavía socios de Solanas en la elección porteña –pero que a nivel nacional se reagruparon en el FAP, detrás de la candidatura presidencial de Hermes Binner– plantearon sus diferencias: “Los errores de Proyecto Sur no permitieron expresar a la mayoría de los porteños que no querían a Macri ni a Filmus”, dijo Lozano a este diario. “Nosotros no vamos a votar a Macri, con Macri no vamos ni a la esquina”, cerró el diputado, como un guiño al kirchnerismo. La definición formal de su postura la tomarán esta semana con la venia de Binner.
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