Antes del inicio de la veda electoral por la segunda vuelta para definir el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, militantes por los derechos humanos difundieron un documento en el que expresaron su apoyo a la fórmula del Frente para la Victoria, integrada por el senador Daniel Filmus y el ministro de Trabajo, Carlos Tomada. Por su parte, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, consideró que la fórmula del FpV es la que puede “cumplir el sueño de mi hija Laura y de los 30 mil desaparecidos”.

“Este no es un cierre de campaña, es la eterna campaña del pueblo”, afirmó Carlotto al participar, junto a otras personalidades del arte, la ciencia y organismos de derechos humanos, del acto de cierre del FpV, realizado en el bar Homero Manzi, ubicado en la esquina de San Juan y Boedo. Además, la titular de Abuelas resaltó: “Deseo lo mejor para mi país, para la Ciudad y para que ese proyecto que lleva adelante (la presidenta) Cristina Fernández de Kirchner en toda la Argentina pueda llevar sus beneficios a todos”. Por último, afirmó: “Los porteños merecen un gobierno digno”.

Un colectivo de más de 200 militantes, madres, hijos, familiares de desaparecidos y nietos recuperados, entre los que se encuentran Taty Almeida, Marta Vázquez y Lita Boitano, apoyaron con su firma una solicitada en la que plantean que el 31 de julio van a “defender la democracia”. “Queremos votar por una Ciudad que incluya a todas las personas que viven y transitan por ella. Por un gobierno que cuide a los que no pueden pagarse ni salud ni educación privadas; que se ocupe de la seguridad sin dejar de garantizar las libertades; que defienda a sus artistas y que ponga la cultura al alcance de todos”, apunta el documento.

Los firmantes “acostumbrados durante años a reclamar justicia, construir lazos solidarios, cuidar la memoria de lo ocurrido durante la dictadura para que nunca más vuelva a pasar”, aseguraron en su comunicado: “No nos resignamos a que imperen la discriminación y la xenofobia en el discurso de los dirigentes, ni a que los que menos tienen sean barridos de las calles por la violencia de patotas como la UCEP. Menos aún estamos dispuestos a volver a asistir a designaciones como la del Fino Palacios o la de Abel Posse. Y tampoco a que se ampare desde las autoridades el montaje de una red de escuchas ilegales a militantes sociales”. Por último, sostuvieron: “No nos callamos antes, no nos callamos ahora. No votamos a Macri”.